Skip to main content

Verificado por Psychology Today

El inconsciente

Reaccionar vs responder

¿Cuál es la diferencia?

photo from pixabay
Source: photo from pixabay

“Cuando recuerdo mis reacciones impulsivas, me doy cuenta de que simplemente debería haber respirado profundamente”. —Fred Durst

Hablemos sobre reaccionar versus responder. Algunas personas usan las palabras como sinónimos pero para mí hay un mundo entero de diferencia.

Una reacción es instantánea. Es impulsada por las creencias, sesgos y prejuicios de la mente inconsciente. Cuando dices o haces algo “sin pensar”, esa es la mente inconsciente dominando el espectáctulo. Una reacción está basada en el momento y no toma en cuenta los efectos a largo plazo de lo que dices o haces. Una reacción está orientada a la supervivencia y en cierto nivel es un mecanismo de defensa. Podría resultar bien pero con frecuencia una reacción es algo que lamentas luego.

Por otro lado, una respuesta llega más lentamente. Está basado en información proveniente tanto de la mente consciente como de la mente inconsciente. Una respuesta será más “ecológica” lo que significa es que toma en cuenta el bienestar no solamente tuyo, sino de todos los que te rodean. Considera los efectos a largo plazo y se mantiene alineada con tus valores esenciales.

Una reacción y una respuesta podrían verse exactamente bien. Pero se sienten distintas.

Por ejemplo, digamos que se te acerca un mendigo en la calle y le das dinero. Es una reacción si le das dinero por miedo o vergüenza o por culpa. Es una respuesta si le das ese dinero desde una sólida sensación de “estoy aquí para ayudar a otro ser humano de cualquier manera posible”. O digamos que no le diste dinero a esa persona. De nuevo, es una reacción que no le dieras dinero por miedo, desagrado o enojo. Es una respuesta si no le diste el dinero si decidiste que es más sabio invertir tu dinero en otra cosa.

Todos conocemos la diferencia. El punto es que mientras más reaccionamos, menos empoderados estamos. Estamos operando desde asunciones y creencias subyacentes de las que no somos conscientes. Y los resultados de hacer algo que están en algún punto entre horribles y menos que estelares.

En mis entrenamientos de programación neurolingüística (PNL) y mis fines de semana de empoderamiento pasamos mucho tiempo observando la mente inconsciente, la manera en la que opera y cómo conectarse con ella de manera consciente. Si la dejamos por su cuenta, la mente inconsciente crea una biblioteca entera de creencias, prejuicios, sesgos, miedos y decisiones limitantes. Su meta principal es tu supervivencia. Si tus metas conscientes están en conflicto con el sentido de supervivencia de tu mente inconsciente, el inconsciente destruirá los esfuerzos que intentes hacer hacia esa meta.

Dicho esto, el inconsciente puede ser una pareja increíble para la mente consciente. Puede brindar el jugo y la energía para lograr lo que quieres. Y cuando no está enloqueciendo intentando asegurar tu supervivencia, tiene mucha sabiduría intuitiva que ofrecer. Pero, para llegar a ese punto, necesitas pasar algo de tiempo trabajando con el inconsciente, ayudándolo a liberar las creencias limitantes, asunciones restrictivas y emociones negativas que ya no te sirven. En mis entrenamientos y talleres nos enfocamos en la manera en la que nos enfocamos en la mente inconsciente con deseos conscientes.

En 1998, los investigadores Anthony Greenwald, Debbie McGhee, y Jordan Schwartz introdujeron algo conocido como la Prueba de Asociación Implícita (PAI). La PAI mide los milisegundos que tardamos en conectar pares de ideas. La prueba está basada en el concepto de que ligarás ideas más rápidamente si ya asocias una con la otra. Entonces, por ejemplo, si automáticamente asocias a una mujer con la familia y a un hombre con el trabajo, entonces colocarás adjetivos que se relacionan con mujer/familia u hombre/carrera en las columnas. Pero si las columnas están tituladas hombre/familia y mujer/carrera y esas no son asociaciones de tu mente inconsciente, te tomará un milisegundo o dos de más acomodar adecuadamente los adjetivos. (Si quieres hacer las pruebas tú mismo, puedes hacerlas, aquí).

Malcolm Gladwell escribió sobre la PAI en su libro Parpadea. Hizo uno con enfoque racial y se sintió mortificado al descubrir que la asociación inconsciente para los europeos-caucásicos era “buenos” y su asociación con los afroamericanos era “malos” aunque Gladwell es, de hecho, mitad afroamericano. En una entrevista dijo que la experiencia le enseñó a descartar sus primeras impresiones de la gente y a tomarse el tiempo de conocerlas antes de juzgar.

Todos tenemos estas asociaciones, la mayoría de ellas son inconscientes. Como mencioné, puedes trabajar con el inconsciente para descubrir tus asociaciones y alinearlas mejor a tus valores y metas. Cuando lo haces, activas el poder que te puede ofrecer. Pero aún antes de activar al inconsciente como un socio productivo, puedes empezar a vivir una vida más responsiva y menos reactiva al simplemente prestar atención y notar cuando lo que dices o haces se sienta desbalanceado. Pausa cuando te sientas a punto de reaccionar. Respira profundamente, da un paso atrás y date la oportunidad de responder.

“Muchas personas creen que están pensando cuando solo están reacomodando sus prejuicios”. —William James

Conoce más aquí: DrMatt.com.

A version of this article originally appeared in Inglés.

publicidad
Acerca de
Matt James Ph.D.

El Dr. Matthew B. James, es presidente de The Empowerment Partnership en Hawái y autor de The Foundation of Huna: Ancient Wisdom for Modern Times.

Más de Matt James Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Matt James Ph.D.
Más de Psychology Today