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Verificado por Psychology Today

Filosofía

Cómo manejar personas difíciles como un estoico

Sigue estos tres principios para mantener tu ecuanimidad.

Los puntos clave

  • El estoicismo ofrece una mayor flexibilidad en la forma en que respondes a las personas desafiantes. 
  • Enseña que tus interpretaciones, en lugar de los eventos, son la verdadera fuente de sentimientos molestos.
  • La tranquilidad mental proviene de redirigir tu energía a las cosas que realmente puedes controlar. 
Arena Creative/Adobe Stock
Source: Arena Creative/Adobe Stock

En un viaje reciente por carretera con mi esposa e hijos, me encontré siendo seguido por un conductor aparentemente enojado e impaciente. Iba unos pocos kilómetros por hora por encima del límite de velocidad cuando pasé una semi en un largo tramo cuesta abajo a través de las montañas; cuando me detuve en el carril derecho, el conductor aceleró más allá de mí, tocando la bocina durante unos 10 segundos.

Sentí que mi sistema nervioso simpático se activaba y resistí la tentación de darle el dedo o de tocar la bocina pasivo-agresivamente con un "amigable" bip-bip de regreso. Durante varios minutos después, estuve furioso en silencio. Se sentía como si se hubiera salido con la suya, como si yo hubiera perdido y él hubiera ganado. Cada vez que repetía el bocinazo prolongado me sentía enojado y humillado. Una parte de mí realmente quería perseguir su auto y regresárselo de alguna manera, pero sabía que nada bueno saldría de eso.

Sin duda, has tenido encuentros similares con personas desagradables o agresivas, ya sea en la carretera o en otro lugar. Estos episodios son una oportunidad perfecta para practicar los principios del estoicismo.

1. Los juicios, no los eventos, molestan a las personas

Mientras reflexionaba sobre lo que había sucedido, tuve que preguntarme "qué me había hecho ese conductor agresivo en realidad? La idea de que él me había "humillado" o "ganado" se basaba en múltiples capas de interpretación. Los hechos eran mucho más simples:

  • Un conductor quería que su auto fuera más rápido de lo que iba el mío.
  • Condujo cerca de mi parachoques cuando mi automóvil le bloqueaba el paso, aparentemente enojado y molesto.
  • Cuando su auto pasó junto al mío, presionó la bocina durante varios segundos antes de alejarse a toda velocidad.

La impotencia y la sensación de victimismo que sentí no formaban parte de los eventos en sí mismos. Nada dice que tocar la bocina sin retribución equivale a "ganar".

Como escribió el filósofo estoico Epicteto en Enquiridión hace casi dos milenios:

"No son los acontecimientos los que perturban a la gente, son sus juicios sobre ellos".

Unas páginas más tarde dice:

"Otra persona no te lastimará sin tu cooperación; estás herido en el momento en que crees que lo estás".

No fueron las acciones del conductor lo que me molestó, fue el significado que les di. Cuando alguien hace algo que te ofende, pregúntate qué es un hecho y qué es una interpretación.

2. No le des tu tranquilidad a los demás

Los juicios que haces impulsan tus reacciones emocionales. Si quieres "ganar" a otros, mantén tu ecuanimidad. La única forma en que perdería ante ese conductor que tocaba la bocina era perdiendo la tranquilidad.

¿Por qué dar poder a las personas difíciles sobre cómo te sientes y qué haces? Tu equilibrio emocional no debe confiarse a las acciones de los demás. Puedes dejar que las personas sean groseras o irracionales, sin actuar como si tu único recurso fuera enojarte y responder de la misma manera.

Recuérdate a ti mismo que nadie más es responsable de tus emociones. "Entonces, cuando estamos frustrados, enojados o infelices", escribió Epicteto, "nunca responsabilicemos a nadie más que a nosotros mismos, es decir, a nuestros juicios". Cuando lo hagas, descubrirás la verdadera libertad en la forma en que eliges responder.

3. Concéntrate en lo que puedes controlar

Los estoicos reconocieron que la tranquilidad mental se encuentra al enfocarse en lo que realmente eres responsable. Epicteto aconsejó preguntarte a ti mismo:

"'¿Es esto algo que está, o no, bajo mi control?' Y si no es una de las cosas que controlas, prepárate con la reacción', entonces no es de mi incumbencia.'"

Eso significa que las cosas que otras personas piensan, sienten y hacen están excluidas de sus preocupaciones. No significa que seas indiferente a otras personas, pero si haces tuyas sus responsabilidades, multiplicarás tu miseria.

Desafortunadamente, a menudo practicamos el antiestoicismo. Dedicamos la mayor parte de nuestra energía a lo que otros están haciendo, provocando nuestra indignación ("¿dijeron qué?!") y tratando de obligarlos a cambiar. En el proceso, descuidamos la responsabilidad que tenemos por nosotros mismos, como si otras personas nos hicieran comportarnos de una manera particular.

Si deseas sufrir menos, practica tratar a las personas irritantes como lo haría un estoico. Reconoce que la persona es irritante solo en la medida en que tú se lo permitas. "Irritante" es un juicio, y tus juicios te pertenecen a ti. Sé dueño de tus reacciones. Nadie puede obligarte a sentir o actuar de una manera que no estás dispuesto.

La batalla que realmente importa es interna. Toma la determinación de luchar solo con las cosas que eres libre de controlar y deja ir el resto.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Seth J. Gillihan PhD

El Dr. Seth J. Gillihan, es un psicólogo con licencia y autor especializado en la Terapia Cognitivo Conductual (TCC).

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