Por qué tu ex no puede dejarte ir

La mayoría de las relaciones no terminan en un acuerdo mutuo o agradable. Si una de las personas quiere salir antes de que la otra esté lista, es probable que haya un duelo desigual y, como era de esperar, problemas difíciles de resolver.

Lo más común para mí es ver a la pareja rechazada, buscando superar su angustiosa pérdida. A menudo, estas personas no saben por qué la relación terminó de esa manera. Confundidas y profundamente heridas, sólo pueden aliviar su angustia si siguen presionando para lograr una resolución. Hasta que no se satisfagan esas necesidades, no pueden dejarlo ir.

También veo a las parejas de estos ex doloridos o enojados, que están soportando la diatriba aparentemente interminable de lo que sienten que es un acoso inmerecido. No pueden entender por qué su expareja no puede seguir adelante y dejarlas en paz. ¿Qué hicieron para merecer esto? ¿Qué podrían haber hecho diferente?

Las respuestas que den a las siguientes preguntas pueden ayudarl no solo a asumir la responsabilidad de su parte, sino también a comprender por qué la persona que dejaron está teniendo dificultades para seguir adelante.

1. ¿Tu pareja era excesivamente dependiente?

Las parejas que muestran una dependencia extrema entre sí suelen ser suplicantes, demasiado agradables y no desafiantes. Esos comportamientos pueden resultar inicialmente atractivos para alguien a quien no le gustan las molestias, pero pueden resultar abrumadores a medida que pasa el tiempo. La continua necesidad de tranquilidad se vuelve onerosa.

¿Quizás prometiste algo que no pudiste cumplir?

2. ¿La relación era su único punto de enfoque?

Las relaciones no pueden prosperar sin muchos espejos que reflejen su proceso. La gente necesita gente y las relaciones existen dentro de un círculo social que monitorea su progreso. Si uno de los miembros de la pareja vive sólo para su relación principal (excluyendo a amigos, familiares, pasatiempos, cuidado personal o transformación personal), tiende a centrarse únicamente en su relación comprometida. Si la otra parte mantiene intereses externos, eventualmente se aburrirá en esa relación principal.

¿Fomentaste ese enfoque desde el principio y luego sentiste que te sofocaba?

3. ¿Tu pareja tenía antecedentes de abuso, negligencia o abandono?

Las personas que han tenido traumas dolorosos en el pasado a menudo buscan parejas que los rescaten y les prometan una relación que los mantendrá a salvo para siempre. Aunque esto puede resultar atractivo para alguien que necesita sentirse como un caballero de brillante armadura, no es un conjunto de comportamientos que puedan durar sin reciprocidad. El trauma se detona fácilmente por pequeños errores de tranquilidad que trastornan el refugio establecido.

¿Tu pareja pensó que nunca le harías daño al irte?

4. ¿Era una relación de agonía-éxtasis?

Muchas personas viven en relaciones extremadamente caóticas que deberían terminar mucho antes de lo que lo hacen porque los buenos tiempos son extraordinarios. Con el tiempo la relación, a pesar de sus momentos fenomenales, empieza a costar demasiado para uno de los miembros. La pareja que se queda atrás a menudo se siente confundida, humillada y furiosa, porque creía que la otra persona nunca se rendiría

¿Tu pareja tenía alguna idea de que tú lo harías?

5. ¿Tu pareja daba señales de celos patológicos?

Las personas que expresan una necesidad urgente de territorialidad, una inseguridad constante de ser reemplazados o enojo hacia cualquiera que crean que podría amenazar la relación de alguna manera, buscan la seguridad constante de que siguen siendo el número uno. Puede que inicialmente no sea un problema o una expresión de devoción singular. Pero nunca puede haber suficiente tranquilidad para ayudar a una persona insegura a sentirse bien. Con el tiempo, la relación comienza a sentirse como una trampa y la pareja que no logra tranquilizar adecuadamente tiene suficiente.

¿Tu pareja creía que su comportamiento era aceptable al comienzo de la relación?

6. ¿Las necesidades de tu pareja parecían insaciables?

Como en el viejo cuento de hadas de “La esposa del pescador”, algunas personas nunca están satisfechas. Ya sea que no tengan suficiente de bienes materiales, tiempo, necesidades y exigencias sexuales, nuevas aventuras, seguridad financiera o cualquier requisito que se exprese como un derecho, nunca es suficiente. Inicialmente, si esa pareja es deseable y la pareja con la que está tiene suficiente abundancia, puede funcionar. Pero, con el tiempo, lo que puede parecer divertido de saciar se convierte en una obligación para evitar el fracaso. Lo que se puede proporcionar es más importante que el proveedor, y los sentimientos de explotación reemplazan el placer de dar.

¿Al principio satisfacías las necesidades de tu pareja y luego sentiste que te explotaba?

7. ¿Habían escenas privadas y públicas muy dramáticas?

Algunas personas sufren trastornos de personalidad que las hacen muy reactivas si se sienten amenazadas de perder a alguien. A menudo responden a amenazas de abandono o rechazo con intensa reactividad y parecen no poder controlar lo que dicen o hacen en ese momento. Cualesquiera que sean las razones, la pareja que soporta las escenas pero aún permanece en la relación comunica que está bien hacerlo.

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8. ¿Tu pareja se volvía infantil cuando sentía la amenaza de una pérdida?

Todas las relaciones tienen un componente de cuidador-hijo. Ambas partes necesitan que el otro sea el padre simbólico y afectuoso cuando se sienten abrumadas y necesitan permitir que el niño que llevan dentro salga a la superficie. Ambos saben que es un estado temporal. Pero algunas personas regularmente regresan a un estado infantil cuando necesitan que la otra parte se concentre sólo en sus necesidades. Quieren protección incondicional y no pueden aceptar que nadie más se les presente. Una figura paterna a pedido no puede sustituir el cuidado mutuo.

¿Lo prometiste inicialmente y luego ya no quisiste hacerlo?

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Estos comportamientos son señales de advertencia de que una persona que alguna vez fue amada y buscada puede convertirse con el tiempo en una carga pesada. Es mucho más probable que la pareja que finalmente abandona una relación se ahorre el dolor o la ira de su expareja si reconoce y aborda estas señales de advertencia desde el principio. Si, por el contrario, permiten que su propio apego a esa pareja perdure comportamientos que eventualmente serán inaceptables, es probable que dejen atrás a una persona destrozada.