Cuando la salud mental es una excusa para comportarse mal

Estamos rodeados por el discurso de la "salud mental" en este momento. Anecdóticamente, parece que más personas son conscientes de los problemas de salud mental (a menudo cosas como ansiedad, depresión y trastornos de pánico) que en cualquier otro momento de la historia reciente. En muchos sentidos, esto es algo muy bueno.

Mis hijos llegan a casa de la escuela con un lenguaje sobre la regulación emocional y pueden usar descriptores de colores para describir cuándo están dentro o fuera de lo que a menudo se llama la "ventana de tolerancia". Verde significa regulado y tranquilo, mientras que rojo es totalmente desregulado y es precario. Esto es genial y probablemente les sirva mucho.

La pandemia también intensificó la conversación y la conciencia popular en torno a la salud mental. Cuando se cerraron los lugares para eventos, gimnasios y campos de golf, la gente habló del daño que esto le hizo a su salud mental, a su capacidad para abordar y manejar sus emociones y autorregularse (aunque tal vez no tan específicamente). Una vez más, ser capaz de identificar los procesos internos y conectarlos con el comportamiento es una habilidad psicológica importante y debe fomentarse.

Sin embargo, una tendencia preocupante que he notado con este aumento en el discurso de la salud mental es el uso indebido inapropiado de la "salud mental" como una excusa general para nuestros comportamientos o estados de ánimo. En otras palabras, a veces el uso de la salud mental puede encubrir o proteger a un individuo de asumir la responsabilidad de acciones, comportamientos o estados de ánimo, o excusarlo del trabajo que la verdadera salud mental requiere.

Esto puede aparecer en oraciones como: "no puedo ir a trabajar porque es malo para mi salud mental", "no puedo hablar sobre este tema porque afecta negativamente mi salud mental", o lo más peligroso de todo, "fui un idiota porque sufro de problemas de salud mental que están fuera de mi control".

Si bien cada caso debe abordarse individualmente, por supuesto, muchas veces, la "salud mental" se convierte en una forma de eludir la responsabilidad real y evitar el trabajo que debe realizarse psicológicamente. Utilizar el lenguaje apropiado, citar la "salud mental" puede ser una estrategia evasiva, una forma protectora de evitar el problema en cuestión en lugar de exponerse al sufrimiento real que a menudo se necesita.

A menudo uso ejemplos de terapia de exposición elemental cuando hablo de esto con los clientes. Si te has lesionado en un accidente automovilístico y ahora tienes miedo de las carreteras, el tráfico y los automóviles, el tratamiento no es retirarse indefinidamente y evitar todas esas cosas; en cambio, es introducir gradualmente y exponerte a ellos en pequeñas dosis hasta que se resuelva el trauma. Este es un trabajo difícil pero necesario para ganarse la vida y, en última instancia, requiere iniciativa y responsabilidad por parte del cliente.

Tomemos un ejemplo del llamado "lugar de trabajo tóxico". Muchas personas ahora hablan de que un mal jefe o lugar de trabajo tiene un efecto directo en su salud mental, dicen que el lugar de trabajo les produce ansiedad o depresión. Esto es solo parcialmente cierto en todos los casos de abuso en el lugar de trabajo, excepto en los más extremos. En la mayoría de los casos de estrés laboral (o lo que algunos podrían llamar "desencadenarse" en el trabajo), generalmente hay una historia personal o una serie de "hechos" psicológicos preexistentes que amplifican los efectos de un jefe o lugar de trabajo, por irritantes que sean.

Por ejemplo, un jefe puede tener trasfondos de una madre o un padre negativos o de un maestro que induce a la vergüenza y que activa estos recuerdos inconscientemente en el lugar de trabajo. Esto puede convertir un acto de crítica en el lugar de trabajo en un sentimiento de ataque personal o "ser atacado".

Psicológicamente hablando, el jefe puede ser en parte responsable del sentimiento negativo, pero la respuesta emocional, especialmente cuando es muy fuerte, generalmente refleja una vida de otras experiencias negativas o incluso traumáticas que están saliendo a la superficie. Culpar a la situación laboral por una reacción explosiva o estar enojado con tu cónyuge o hijos no hace justicia (ni asume la responsabilidad) de las experiencias de vida que has adquirido antes de tu situación actual.

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En terapia, a menudo hablamos de que dos cosas son ciertas a la vez. Sí, puede que tengas un mal jefe con una venganza personal en tu contra—pero también, podrías tener un complejo en torno a la autoridad que contribuye y exagera la tensión interpersonal. En resumen, el jefe puede ser un imbécil, pero también puedes desempeñar un papel en la creación de ansiedad o tensión en la situación. No es exclusivamente externo a ti.

Carl Jung argumentó que la "neurosis es la evitación del sufrimiento legítimo". Siguiendo esto, el psicoanalista Wolfgang Giegerich dijo que a menudo mantenemos a raya nuestro sufrimiento culpando a los demás de nuestros problemas de salud mental y, por lo tanto, los mantenemos a raya para siempre: es culpa de mi padre, mis desgracias del destino, mi empresa, o los problemas de mi lugar de trabajo.

En su libro Neurosis: The Logic of a Metaphysical Illness, Giegerich sostiene que esta externalización del síntoma hace que sea imposible deshacerse de él: "la autocompasión, la vergüenza, sentirse inferior, sentirse injustamente victimizado, quejarse de los síntomas: estos son diferentes modos de enamorarse secretamente de la neurosis".

Manejar nuestra salud mental es mucho trabajo que requiere tiempo, introspección y psicoterapia continua; en resumen, ¡es un trabajo de vida! Implica el desentrañar de forma compleja nuestra historia personal y familiar y ver qué y dónde surgen estas historias, como la ira, la ansiedad y la depresión, en las situaciones interpersonales actuales.

Asumir la responsabilidad de nuestra salud mental no significa asumir que nadie tiene la culpa o la responsabilidad de nuestra angustia actual, pero a menudo significa mirar más allá (y por debajo) de las situaciones inmediatas como sitios de causa y culpa exclusivas.

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