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1. La musculatura es sexy
En un ensayo titulado "¿Por qué es sexy la musculatura? Pruebas para la hipótesis del indicador de fitness", los investigadores Martie Haselton y David Frederick le pidieron a 141 mujeres que calificaran diferentes tipos de cuerpos masculinos.
Estas son las puntuaciones promedio de las mujeres para cada uno de los tipos de cuerpo masculino en términos de atractivo sexual (en una escala del 1 al 9):
Musculoso: 6.97
Tonificado: 6.87
Marcado: 6.37
Delgado: 5.42
Típico: 4.28
Regordete: 2.95
En un estudio adicional, las mujeres reportaron que sus parejas sexuales a corto plazo tenían más músculos que sus otras parejas. Los investigadores sugieren que las mujeres tienen menos requerimientos para los hombres musculosos.
Escriben, "las mujeres están más dispuestas a tener relaciones a corto plazo con hombres musculares son requerir que muestren características particularmente deseables en parejas a largo plazo (ser confiables, tener apertura emocional, etc.), posiblemente porque estos hombres poseían indicadores físicos de ser aptos genéticamente."
Los investigadores prosiguieron a preguntarle a un grupo de participantes masculinos acerca de su historial sexual. Al controlar por masa corporal y edad, los hombres musculosos reportaron mayores números de parejas sexuales.
Resulta interesante que, los científicos también le preguntaron a los hombres sobre su autoestima. Tal vez los resultados se debían a que los hombres musculosos se sentían más cómodos consigo mismos. Una mejor autoestima podría explicar su mayor éxito sexual. Pero no hubieron evidencias que apoyaran esto.
Los hombres musculosos, sin importar su autoestima, tuvieron más parejas sexuales. Finalmente, los investigadores le preguntaron a un grupo distinto de hombres, "¿Cuántas veces tuviste sexo con una mujer que estuviera en una relación en el momento que tuvieron sexo?" Los hombres musculosos reportaron más aventuras con mujeres que estaban en relaciones comprometidas.
2. A las mujeres les gustan los músculos, a los hombres les intimidan.
Los investigadores han encontrado que para predecir cuántas parejas sexuales ha tenido un hombre, es mejor usar que tan imponente es físicamente y no que tan atractivo se le podría considerar.
En el estudio, los investigadores grabaron videos breves de 157 hombres distintos. A continuación, otro grupo de hombres vio esos videos. Los investigadores les hicieron una pregunta acerca de cada uno de los hombres en el video, "¿Qué tan probable es que este hombre gane en una pelea física contra otro hombre?" Usaron una escala que iba de "sumamente probable" a "sumamente improbable."
Un grupo de mujeres también vio los videos. Ellas respondieron otra pregunta acerca de cada uno de los hombres: "¿Qué tan sexualmente atractivo es este hombre?" Usaron una escala que iba de "extremadamente desagradable" a "extremadamente atractivo".
Dieciocho meses después, los hombres en los videos completaron un cuestionario acerca de su historial sexual durante esos 18 meses. Qué tan rudo se veía un hombre predijo su éxito en las relaciones sexuales mejor que qué tan atractivo le parecía a las mujeres. Los investigadores concluyeron que, "Los hombres con una dominación física más alta, aunque no atracción sexual, reportaron un éxito de apareamiento cuantitativo más alto."
De hecho, algunos psicólogos evolutivos han argumentado que a través de la historia humana, la dominación ha sido siempre más importante que lo atractivo que sea un hombre para su éxito de apareamiento.
Observemos el ejemplo de las barbas. Las evidencias sobre si las mujeres encuentran a las barbas atractivas o no son inconclusas. A algunas mujeres les gustan a otras no, y para otras, depende. Pero hay evidencias claras de que los hombres perciben a otros hombres con barba como más intimidantes que a los hombres bien rasurados.
O veamos qué pasa con las voces graves. Las mujeres usualmente encuentran a las voces graves atractivas. Pero en comparación, los hombres tienen más probabilidades de creer que las voces graves son intimidantes.
En su muy citado ensayo llamado "La bella y la bestia: los mecanismos de selección sexual en humanos," David Puts presenta evidencias que sugieren que la competencia entre machos ha tenido un efecto más fuerte que la selección femenina en las características físicas masculinas.
La competencia masculina ha provocado características masculinas como músculos fuertes, voces graves y vello facial. Los hombres evolucionaron esas características no porque a las mujeres les parezcan atractivas, sino porque otros hombres las encuentran intimidantes.
3. Los músculos son indicadores de salud y buen estado físico. Muscles are indicators of health and fitness.
En un nuevo ensayo llamado "La atracción del cuerpo masculinos: Los músculos como indicadores de buen estado físico", un grupo de investigadores liderados por Patrick K. Durkee de la Universidad de Texas en Austin recolectó respuestas de 503 mujeres y 942 hombres.
Querían estimar las preferencias de tamaño en cada músculo para mujeres y hombres. Encontraron que, en general, los hombres y mujeres piensan que los músculos grandes son más atractivos que los pequeños.
Pero algunos músculos son considerados como más importantes que otros. Los cinco músculos principales según las calificaciones de mujeres, ordenados por nivel de preferencia son:
- Oblicuos
- Glúteos
- Abdominales
- Bíceps
- Hombros
Los investigadores sugieren que "las mujeres prefieren que los músculos difíciles de fortalecer sean más grandes que los que son fáciles de fortalecer." Resulta interesante que las puntuaciones de los hombres para sus preferencias de tamaño de los músculos fueron más altas que las de las mujeres. En otras palabras, los hombres pensaron que los músculos más grandes eran mejores, mientras que las mujeres no tuvieron esas mismas preferencias. Querían músculos grandes, pero no demasiado grandes.
La diferencia entre géneros probablemente se debe, al menos en parte, a los hallazgos mencionados en el estudio de arriba que dice que la dominación (calificado por hombres) es más importante que ser atractivos (calificado por mujeres) para tener éxito en el ámbito sexual. Tal vez los músculos más grandes no son sumamente atractivos para las mujeres, pero definitivamente intimidan a la competencia sexual masculina.
4. Los músculos llaman la atención.
Tanto hombres como mujeres notan más a los hombres que se ven fuertes. Los investigadores han encontrado que, con todas las condiciones iguales, la gente le dedica más tiempo a observar individuos que aparentan ser más formidables (fuertes, capaces de causar daños físicos).
Sugieren que el ser imponente de esa manera podría ser una característica de otros que la mente humana ha evolucionado para detectar, de la misma manera en la que hemos evolucionado para decodificar la edad y género de una persona cuando los conocemos.
Además, la gente puede evaluar de manera instantánea y precisa qué tan fuerte es otra persona. El mismo grupo de investigadores recolectó fotos de 64 hombres junto con medidas de la fuerza de su agarre en las manos.
Después, le mostraron fotos de estos 64 hombres sin playera a 187 participantes. Los participantes observaron las fotos y calificaron qué tan fuertes creían que eran estos hombres.
Los investigadores encontraron que después de ver cada imagen por solo 33 milisegundos (alrededor de 0.03 segundos), las puntuaciones de los participantes sobre qué tan fuertes se veían los hombres se relacionaban perfectamente con qué tan fuertes eran los hombres en realidad, según lo revelaron sus medidas de agarre de las manos. La gente estimó de manera instantánea y precisa qué tan fuertes eran los hombres.
Los investigadores sugieren que "ser imponente probablemente empieza a influir en el curso de las interacciones sociales casi tan pronto como estas empiezan."
5. La fuerza se relaciona con la salud.
En un estudio sobre enfermedades cardiovasculares (del corazón) los investigadores recolectaron información de 1,104 bomberos hombres durante 10 años. Encontraron que los hombres capaces de hacer 40 lagartijas o más tenían un riesgo reducido en 96 por ciento de padecer enfermedades del corazón, en comparación con hombres que podían hacer menos de 10 lagartijas.
Lo que resultó todavía más sorprendente fue que las lagartijas son mejores para predecir si una persona padecerá de enfermedades cardiovasculares que una prueba aeróbica en caminadora.
40 lagartijas son mucho más de lo que puede hacer un hombre universitario típico. Un estudio encontró que el hombre promedio en la universidad es capaz de hacer entre 18 y 26 lagartijas.
Imagen de Facebook: George Rudy/Shutterstock
A version of this article originally appeared in Inglés.
