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Salir con alguien con depresión puede ser difícil. Es doloroso ver sufrir a alguien que te importa y no poder ayudarlo. Escuchar a la persona que admiras y valoras más hablar de sí misma con una negatividad extrema y de una manera que no se alinea en absoluto con tu forma de verla puede ser desconcertante. Su falsa pero fuerte creencia de que no ha logrado nada o que tiene pocas razones para vivir puede hacer que te sientas impotente y confundido sobre cómo responder. Estos patrones de pensamiento en blanco y negro, de todo o nada a menudo ilustran el pensamiento deprimido. La depresión tiene una voz fuerte y convincente que domina las mentes de quienes la padecen. Hay poco espacio para la razón, lo que dificulta que las parejas encuentren una manera de ayudar.
Nadie es perfecto, así que a veces la persona con la que quieres estar tiene una enfermedad como esta. Sabes que la persona es mucho más que su depresión, de otra manera probablemente no querrías estar con ella. Nunca serás capaz de curar la depresión de tu pareja, así que no te sirve de nada intentar arreglarla o cambiarla. Puede ser difícil resistir el impulso de refutar la manera en la que esta persona se percibe a sí misma y su vida. Pero cuando está en un espacio oscuro, es incapaz de ver las cosas desde tu perspectiva. Intentar demostrarle a tu pareja lo equivocada que está y que en realidad es increíble, proviene de tu amor por ella y el deseo de ayudar. Desafortunadamente, es un desperdicio de tu energía cuando está en depresión profunda y, a final de cuentas, lleva a una desconexión y distancia. Esta forma de intentar ayudar puede fácilmente provocar discusiones porque tu pareja no es capaz de estar de acuerdo o ver que tus esfuerzos están buscando ayudar.
En lugar de luchar contra la depresión de esta manera, dedícate a aprender cómo vivir con la depresión. Esto significa aceptar a tu pareja como es. Significa dejar que tenga creencias negativas y dolorosas, incluso cuando de verdad deseas que vea las cosas de otra manera. Puedes dejar de intentar curar su depresión y en lugar de eso ofrecer empatía, cuidado y amor. Esto tiene más probabilidades incitar la cercanía y conexión, porque ya no estás intentando hacer que cambie de opinión.
Aprender y practicar nuevas habilidades para relacionarte, puede impulsar la conexión y cercanía con tu pareja incluso cuando estén pasando un mal momento. Puedes aprender cómo apoyar a tu pareja y cómo recibir apoyo. Incluso puedes aprender cómo lograr que se satisfagan tus necesidades, incluso si no puedes imaginarte cómo alguien que está deprimido podría satisfacer tus necesidades cuando le cuesta tanto trabajo simplemente estar bien consigo mismo.
Las siguientes acciones te ayudarán a salir con alguien con depresión:
1. Crear o mantener un balance.
En nuestras relaciones, debemos evaluar continuamente si deberíamos satisfacer las necesidades de nuestras parejas, las propias o las necesidades de la relación. Cuando balanceamos esto bien, tendemos a sentirnos satisfechos. Sin embargo, cuando una pareja padece una enfermedad, es fácil perder ese balance porque queremos ayudar a que nuestra pareja se sienta mejor. Anteponemos sus necesidades a las nuestras y nos olvidamos de nosotros mismos. Esto es absolutamente necesario y apropiado por un tiempo. Pero cuando nuestra pareja tiene una enfermedad que no se va por largos periodos de tiempo, tenemos que aprender la manera de balancear el cuidado a nosotros mismos mientras seguimos apoyando a nuestra pareja. De otra manera nuestra relación puede verse amenazada. Cuando ignoras tus propias necesidades no desaparecen, solo se vuelven más grandes con el tiempo. Si te dejas de lado por demasiado tiempo, terminarás sintiéndote solitario y resentido. Para empezar a crear más balance en tu relación, debes reconocer que tienes necesidades y al menos algunas de ellas deben satisfacerse. Empieza a notar qué tanto estás decidiendo satisfacer las necesidades de tu pareja en lugar de las tuyas. Piensa en ocasiones en las que estaría bien ponerte a ti primero y toma decisiones conscientes para promover más balance en tu relación.
2. Aprender cómo apoyar a tu pareja en su sufrimiento.
Una necesidad relacional es cuidar de nuestras parejas y sentirnos bien con ese cuidado. Cuando el cuidado que le ofreces a tu pareja rara vez es útil o bien recibido, eventualmente te sentirás drenado y te cerrarás. Tal vez sea necesario redefinir lo que significa ser útil para tu pareja y cambiar la manera en la que ofreces apoyo. No puedes “arreglar” su depresión de la misma manera que yo no puedo arreglar la enfermedad de Crohn de mi pareja. Cuando ofreces cuidados con la esperanza de ayudar o tratar (o arreglar) la enfermedad de tu pareja, terminas frustrado. Sin embargo, puedes ofrecer cuidados en forma de apoyo: tener empatía, simpatía, compasión y aceptación es una manera de apoyar sin intentar cambiar cómo se sienten. Este tipo de cuidados o ayuda probablemente serán recibidos más positivamente que las cosas que has intentado en el pasado.
Recuérdale a tu pareja que te importa incluso cuando se sientan de lo peor. Ten curiosidad sobre cómo se siente tu pareja, sobre lo que quiere y necesita. Puede ser tan sencillo como darle un abrazo u ofrecerle un hombro para apoyarse. No asumas que ya sabes. Cuando ofrecemos este tipo de cuidados, acompañamos a nuestra pareja en su sufrimiento. Para hacerlo, tendrás que estar bien con la incomodidad que viene de ver un problema y no intentar arreglarlo. Cuando tu pareja expresa apreciación por tu apoyo, te sentirás mejor contigo mismo.
3. Enfocarse en lo positivo.
Cuando las cosas se dificultan, es útil recordar las muchas razones por las que quieres a tu pareja, en lugar de enfocarte solamente en cómo es cuando no se sienten bien. Enfocarte intencionalmente en los atributos positivos de tu pareja es una manera de apoyarte en la relación.
4. Ser compasivo.
Recuerda que tu pareja tiene una enfermedad. No es su culpa no ser capaz de sacudírsela. Practica sentir compasión pensando sobre lo difícil que es vivir con una enfermedad. Recuerda cuánta fuerza se necesita para sentirse enfermo, experimentar dolor y aún así seguir adelante.
5. Buscar nuevas maneras de comunicarse.
Tu pareja y tú pueden aprender un nuevo lenguaje que les ayude a comunicarse de una manera que te haga sentir escuchado y validado, mientras que también se promueve la cercanía. Puede parecer que la cercanía está fuera de la cuestión cuando tu pareja no se está sintiendo bien, pero pueden aprender nuevas maneras de comunicarse. Puedes empezar a practicar nuevas habilidades de comunicación lo que ayudará a que tu pareja las aprenda también. A continuación hay un ejemplo del lenguaje que tu pareja y tú pueden usar para una conversación, incluso cuando tu pareja está deprimida. (Recuerda que hay muchas maneras en las que se puede dar una conversación; este es solo un ejemplo de una conversación entre una pareja que ha practicado nuevas habilidades de comunicación).
- Persona A: Cielo, no te has levantado de la cama hoy. ¿Cómo te sientes?
- Persona B (quien padece depresión): No me siento bien. Simplemente no puedo salir de la cama.
- Persona A: Me da mucha tristeza verte sufrir tanto. ¿Cómo te sientes al escucharme decir eso?
- Persona B: Cuando escucho eso, me da tristeza causarte dolor y entiendo que es horrible verme sufrir. Yo también me sentiría triste. También me siento amado y cuidado porque si no te importara, no te sentirías triste. ¿Cómo te sientes al escucharme decir eso?
- Persona A: Yo me siento comprendida y validada porque tú entiendes lo difícil que es para mí verte sufrir y sabes cuánto me importas. Además, es útil poder compartir eso y saber que no te molestará que me sienta como me siento. Además, quiero que sepas que no eres tú quien me está causando dolor. Es que te amo y es difícil ver que la depresión te causa tanto dolor. ¿Cómo te sientes al escucharme decir eso?
- Persona B: También me da tristeza que la depresión me esté causando tanto dolor. ¡Odio la depresión! ¿Cómo te sientes al escucharme decir eso?
- Persona A: Pues me siento bien porque yo la odio también. Si me pudiera deshacer de ella lo haría, pero sé que no puedo. Estoy aquí para apoyarte mientras sucede. ¿Cómo te hace sentir escucharme decir eso?
- Persona B: Me siento aceptado, con todo y la depresión, y siento que estás aquí para apoyarme. Me siento apoyado. ¡Me alegra que ambos odiemos esta depresión!
Notemos cómo ambas personas comunicaban cómo se sentían y aceptaban la experiencia del otro sin ponerse a la defensiva. Se apoyaron mutuamente revisando después de comunicar cómo se sentían. Aclararon las cosas que no estaban seguros que se entendieran con precisión, y trabajaron juntos para llegar a un lugar de conexión. Es en los momentos en los que ambos expresan su odio a la depresión que pueden lograr conexión. También es en los momentos en los que ambos se sienten seguros y capaces de sentir lo que sienten sin tener que defenderlo. Vale la pena practicar estas habilidades relacionales.
Ten en cuenta que si quieres tener una relación sana y satisfactoria, tanto tú como tu pareja necesitan trabajar en las cosas. Ambos necesitan aprender a ser apoyados, a ofrecer apoyo, a experimentar una conexión cuando parece improbable, a usar un lenguaje nuevo y a satisfacer las necesidades del otro así como las propias.
Las relaciones son complicadas y las personas vienen en paquete con sus enfermedades, rarezas, traumas pasados y batallas. Cuando miramos hacia nuestras parejas, nuestras relaciones y nosotros mismos, aprendemos a crear cercanía y trabajar para lograr cambios en la relación. A veces esto es aterrador y difícil. Pero aprender cómo conectar dentro de nuestras diferencias con los demás y aprender a conectar en nuestro dolor y el dolor de la otra persona es importante porque estos elementos existen en todas las relaciones.
A version of this article originally appeared in Inglés.
