Verificado por Trastorno voyerista
El trastorno voyerista es un trastorno parafílico. Existen varios trastornos de este tipo, con referencias parafílicas a intereses, preferencias, fantasías, impulsos y comportamientos sexuales fuera de la norma. Estos se consideran síntomas de un trastorno solo si se actúa sobre ellos de manera que tengan el potencial de causar angustia o daño a uno mismo o a otros, especialmente a otros no consensuales.
El individuo normalmente experimenta excitación sexual cuando espía intencionalmente a personas desprevenidas. La persona que está siendo observada puede estar desnuda, desvestida o participando en actividades sexuales. El voyerista también puede grabar estos actos para verlos más tarde. La visualización involuntaria de tales actos no se considera trastorno voyerista. Los voyeristas también son conocidos como "Mirones", que usan binoculares, espejos y cámaras de grabación mientras miran a través de mirillas y ventanas.
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Para ser diagnosticado con trastorno voyerista, una persona debe experimentar una excitación sexual persistente e intensa por la fantasía o el acto de observar a personas desprevenidas desnudas, parcialmente desnudas o sexualmente activas durante al menos seis meses. Un subconjunto de voyeristas obtiene placer sexual al ver a las personas defecar o escuchar conversaciones altamente eróticas. Es probable que el espectador se masturbe o tenga fantasías sexuales mientras mira a alguien, pero no está interesado en tener relaciones sexuales con la persona observada. Estos comportamientos deben estar causando angustia severa o disfunción en el ámbito social, profesional u otra área significativa de la vida cotidiana de la persona. El espectador debe tener al menos 18 años de edad y la visualización debe realizarse sin el consentimiento de la otra persona. Los hombres tienen más probabilidades de participar en actividades voyeristas que las mujeres. Los voyeristas más jóvenes rara vez son arrestados, pero el voyerismo de adultos es un acto criminal.
• Durante un período de al menos seis meses, la excitación sexual recurrente e intensa de observaruna persona desprevenida que está desnuda, en proceso de desnudarse o participando en actividades sexuales, tal como se manifiesta en fantasías, impulsos o comportamientos.
• El individuo ha actuado en respuesta a estos impulsos sexuales con una persona sin consentimiento, o los impulsos o fantasías sexuales causan angustia o deterioro clínicamente significativo en áreas sociales, ocupacionales u otras áreas importantes de funcionamiento.
* El individuo que experimenta la excitación y/o actúa según los impulsos tiene al menos 18 años de edad.
No se ha determinado una causa específica para el trastorno voyerista. Sin embargo, ciertos factores de riesgo tienden a coincidir con que una persona se convierta en voyerista, incluido el abuso de sustancias, el abuso sexual y la hipersexualización. Algunos expertos sugieren que, dada la oportunidad, muchas personas tienen tendencias voyeristas pero temen admitirlo o ser atrapadas. El trastorno voyerista puede deberse a un avistamiento accidental de alguien desnudo, desvestido o participando en una actividad sexual. La visualización continua luego refuerza y perpetúa el comportamiento hasta un punto en el que va más allá de lo que se considera culturalmente aceptable, o "normal", y se vuelve patológico.
Los factores de riesgo catalogados por el DSM - 5 incluyen abuso sexual infantil, uso de sustancias, preocupación sexual e hipersexualidad, aunque la relación con el voyerismo es incierta y la especificidad poco clara.
El trastorno voyerista requiere uno o más factores contribuyentes que pueden cambiar con el tiempo con o sin tratamiento: angustia subjetiva (culpa, vergüenza, frustración sexual intensa, soledad), morbilidad psiquiátrica, hipersexualidad e impulsividad sexual; deterioro de la salud mental; y/o la propensión a actuar sexualmente espiando a personas desnudas o sexualmente activas desprevenidas. Por lo tanto, es probable que el curso del trastorno voyerista varíe con la edad.
Los hombres adultos con trastorno voyerista a menudo se dan cuenta por primera vez de su interés sexual en observar en secreto a personas desprevenidas durante la adolescencia. Sin embargo, la edad mínima para un diagnóstico de trastorno voyerista es de 18 años porque existe una dificultad sustancial para diferenciarlo de la curiosidad y actividad sexual relacionada con la pubertad apropiada para la edad.
En un estudio de la Universidad de Waterloo en Canadá, muchos participantes, más hombres que mujeres, admitieron que observarían a una persona atractiva mientras se desnudaba, o que observarían a una pareja atractiva teniendo relaciones sexuales. Este era solo el caso si los participantes no eran descubiertos.
Los voyeristas rara vez admiten recibir tratamiento, pero pueden ser remitidos por un padre, cónyuge o el sistema legal cuando son sorprendidos infringiendo la ley. El tratamiento para el trastorno voyerista generalmente involucra psicoterapia, grupos de apoyo y medicamentos. El tratamiento temprano también puede incluir enseñarle al voyerista comportamientos socialmente apropiados, como respetar la privacidad de los demás, y entrenarlo para evitar lugares donde estará más tentado a participar en el voyeurismo.
La terapia cognitivo-conductual puede ayudar al individuo a aprender a controlar el impulso de espiar a los demás, aprendiendo formas nuevas y más saludables de excitarse sexualmente. Si el comportamiento es severo, los antidepresivos pueden equilibrar las sustancias químicas del cerebro y reducir el comportamiento impulsivo; y también se pueden usar medicamentos antiandrogénicos que suprimen el deseo sexual.