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Verificado por Psychology Today

Alguna evidencia sugiere que la capacidad de formar una relación estable comienza a formarse en la infancia, en las primeras experiencias de un niño con un cuidador que satisface de manera confiable tus necesidades de alimento, cuidado, calidez, protección, estimulación y contacto social. Tales relaciones no marcan el destino, pero se ha teorizado que establecen patrones profundamente arraigados de relación con los demás.

Las relaciones de adultos tienen éxito o fracasan por muchas razones más allá de la infancia de la pareja, por supuesto. La mayoría de las personas tienen que trabajar para dominar las habilidades necesarias para hacer que las relaciones románticas perduren y florezcan, y las amenazas a su conexión son fuentes de gran angustia psicológica.

Resiliencia en las relaciones

Durante siglos, las parejas no tendieron a pasar varias décadas juntas como lo hacen ahora, debido a una vida más corta y un mayor riesgo médico. Así que, en cierto modo, los desafíos a los que se enfrentan hoy las parejas a largo plazo pueden considerarse novedosos. Pero fundamentalmente, las relaciones son desafiadas porque los individuos cambian y sus parejas se ven obligadas a adaptarse. Pero muchas parejas se enfrentan a los mismos tipos de momentos de encrucijada, cuando surgen crisis y amenazan su conexión, como el primer año juntos; la llegada de los hijos y su eventual partida; el declive de la vejez; y las tragedias inevitables que cada persona enfrenta.

¿Cuáles son los desafíos principales a los que se enfrentan las parejas?

La teoría de la turbulencia en las relaciones sugiere que la exposición continua a experiencias polarizantes como los celos, el bloqueo de metas, la comunicación cerrada, la evitación de temas difíciles y tomar el conflicto como algo personal puede causar que la conexión de una pareja se deteriore. Identificar estas crisis potenciales temprano, y hablar de ellas abiertamente, puede salvar una relación.

 

¿Cómo manejan los desafíos las parejas más exitosas?

El factor más importante que determina si una pareja puede sobrevivir a los desafíos de su relación, sugiere la investigación, es simplemente si creen que pueden. Las parejas que confían en que permanecerán juntas sin importar los conflictos que surjan, y que creen que tienen las habilidades para mantener su conexión, tienen muchas más probabilidades de permanecer juntas a largo plazo.

 

Enfrentarse a una infidelidad

Para muchos, romper el compromiso de permanecer fieles a un cónyuge o pareja es impensable. Sin embargo, casi el 20 por ciento de las personas ha tenido relaciones sexuales con otra persona mientras estaban en una relación comprometida. Las personas engañan por una variedad de razones, pero cualquiera que sea la causa, representa un serio desafío para la pareja ofendida. La infidelidad, sin embargo, no siempre lleva a una pareja a separarse. Si una pareja sobrevivirá al desafío dependerá de la solidez esencial de su conexión, y si la aventura involucró un apego emocional y físico: la investigación muestra que más del 40 por ciento de los hombres que han tenido aventuras informan que solo se trataba de sexo, mientras que solo el 11 por ciento de las mujeres dicen lo mismo.

¿La infidelidad siempre representa el fin de una relación?

El descubrimiento de que una pareja ha engañado es devastador, pero no siempre significa el final de una relación. Muchas parejas encuentran una manera de permanecer juntas, y la investigación sugiere que un factor primordial en la decisión de la pareja agraviada de quedarse o irse es su sentido de cómo su red social personal de amigos y familiares los aconsejaría o juzgaría.

 

¿Por qué engañan las parejas?

La investigación ha encontrado que las personas se desvían en las relaciones por una serie de razones, pero las más comunes son el enamoramiento, la búsqueda de variedad, el sentirse descuidado, el aprovechamiento de una oportunidad tentadora, el aumento de la autoestima, la ira, la falta de compromiso y el alto deseo sexual.

Cuando las parejas son distintas

Muchas parejas con diferentes edades, alturas, tamaños, orígenes culturales, etnias o religiones encuentran una felicidad significativa juntas, y en las encuestas tienden a decir lo mismo: los desafíos que enfrentan, aunque reales, son principalmente externos y no internos. La capacidad de desconectar el juicio de los demás, ya sean extraños o parientes cercanos, es fundamental para su satisfacción a largo plazo.

¿Cómo manejan las parejas una diferencia de edad considerable cuando el hombre es el mayor?

Históricamente, e incluso en las encuestas actuales, las mujeres generalmente expresan una preferencia por estar con un hombre ligeramente mayor, y los hombres por estar con mujeres ligeramente más jóvenes. Pero muchas parejas con brechas de edad mucho más grandes prosperan, aunque es más común que un hombre sea la pareja mayor. Una clave para su éxito es la "edad percibida": las mujeres ven a la pareja mayor como más joven que otras, y las parejas mayores también se ven a sí mismas como más jóvenes de su propia edad biológica.

 

¿Cómo manejan las parejas una diferencia de edad considerable cuando la mujer es mayor?

Las parejas en las que una mujer es la pareja mucho mayor son menos comunes pero menos raras, y más exitosas, que lo que muchas personas piensan. A menudo, la mujer tiene un deseo sexual más alto que otras parejas de su edad, y busca a alguien más joven que pueda mantenerse al día, probar cosas nuevas y le permita tener el control. Algunos hombres más jóvenes quieren salir con mujeres mayores porque aprecian su atención y experiencia. También pueden encontrar una mayor igualdad en la relación.

 

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