Verificado por Las familias que elegimos
La familia es lo que haces que sea. No necesitas tener una relación de carne y hueso para formar parentescos cercanos. Una familia se puede formar de muchas maneras: parejas sin hijos, compañeros de habitación platónicos y cercanos, un hombre y su perro, buenos vecinos, abuelos o tías o tíos que crían hijos. Hace cincuenta años, el 88 por ciento de los niños menores de 18 años vivían en una familia nuclear biparental, esa cifra es actualmente de alrededor del 69 por ciento. La mejor familia para ti es la familia que elijas.
Hoy en día, no se necesita matrimonio ni hijos para formar una familia. De hecho, en décadas más recientes, la mesa de la cena navideña tiene algo más que parientes consanguíneos; y a veces, no hay parientes consanguíneos presentes en absoluto. El rostro de la familia moderna ha cambiado drásticamente.
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¿Quién no considera familiares a los amigos cercanos? Los amigos son la piedra angular de las relaciones saludables y la base de nuestros sistemas de apoyo social. Cuando tienes un amigo, ambos se ofrecen a formar parte de la red de apoyo del otro. Los amigos cercanos son las personas que están a tu disposición en momentos de necesidad; lo dejan todo para acudir en tu ayuda. A menudo preferimos a los amigos por encima de la familia porque son menos críticos y menos propensos a bombardearnos con su moral y valores. Algunas personas incluso argumentarán que sus amigos las conocen mejor que su familia.
A veces, las relaciones familiares están teñidas de seriedad, negatividad y un sentido de obligación. Pero con la amistad, la culpa y la vergüenza no asoman tanto sus horribles cabezas. Si tienes sentimientos negativos hacia un amigo, ¿por qué te molestarías con esa persona? Con la amistad, suele haber más ligereza y positividad. Escogemos a nuestros amigos y ellos nos escogen a nosotros, ese complemento aporta un cariño que nos hace sentir seguros y valorados.
Los miembros de la familia de carne y hueso no siempre están dispuestos a ser francos con nosotros sobre ciertas cosas. ¿Por qué lo serían? No siempre estamos dispuestos a escuchar lo que un miembro de la familia tiene que decir; nos erizamos y estamos a la defensiva con sus comentarios. Tener amigos cercanos puede contrarrestar esta dinámica. A menudo estamos más dispuestos a aceptar un comentario de un amigo, lo que puede afectar y ayudar en la forma en que nos relacionamos con nuestras familias.
Las amistades cercanas se basan en la reciprocidad. Si en repetidas ocasiones no estás cuando te necesitan, y dependiendo de cuán grande sea la necesidad de tu amigo, tu valor dentro de esta red disminuirá. No te sorprenda si la otra persona tampoco está ahí para ti. Las amistades se basan en la reciprocidad y la mutualidad, si estás ahí para la otra persona, ella estará ahí para ti. Como una familia.
Según una investigación de la Universidad Estatal de Michigan, las personas mayores son más saludables y viven más cuando tienen una red cercana de amigos. Básicamente, cuando se trata de longevidad, los amigos pueden ser más importantes que la familia. Y si ese amigo vivía cerca, la salud y la felicidad de uno aumentaban en un 25 por ciento.
Cada vez más, la gente considera que un hogar sin hijos es una unidad familiar. Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, el porcentaje de adultos que viven sin hijos ha aumentado en un 19 por ciento entre 1967 y 2017 y definen a la familia como un "grupo de dos personas o más, emparentados por nacimiento, matrimonio o adopción y que residen juntos". Y la investigación de la Universidad de Indiana respalda esta percepción: los investigadores encontraron que el 92 por ciento de las personas encuestadas veían a un esposo y una esposa sin hijos como familia.
Una investigación de la Universidad de Indiana encontró que los encuestados perciben a los hombres y mujeres sin hijos como menos realizados e incluso inmorales en comparación con las personas que tienen hijos. Las mujeres sin hijos que eligieron no tenerlos suelen ser etiquetadas injustamente como egocéntricas y superficiales. Del mismo modo, la gente juzga mal y margina a los hombres sin hijos, etiquetándolos como con fobia al compromiso. De hecho, la realidad es muy diferente.
No hay una respuesta clara aquí, pero las personas que tienen hijos tienen más probabilidades de sufrir depresión que las personas que no tienen hijos, según una investigación de la Universidad Estatal de Florida. Si bien hay un aumento en la calidad marital cuando los hijos se van a la universidad, los padres tienden a padecer ansiedad durante la etapa del nido vacío y continúan preocupándose por la salud y el bienestar de sus hijos adultos en la vida posterior.
Un estudio danés encontró que las parejas infértiles tenían una probabilidad tres veces mayor de divorciarse que las parejas que tienen hijos. Sin embargo, muchas parejas que no pueden tener hijos permanecen juntas. Un estudio del Reino Unido descubrió que un gran factor que contribuye a la felicidad de las parejas sin hijos es el simple mantenimiento de la relación: dedicar tiempo a hablar y compartir experiencias e intereses comunes.
Ya sea que las parejas no tengan hijos por elección o involuntariamente, los investigadores están comenzando a prestar atención a esta categoría. Un estudio que apareció en la revista Sociology Compass llamado "Hacer familia sin tener hijos", encontró que estos adultos pueden crear vínculos que reflejan los aspectos satisfactorios de tener hijos.
¿Cuál es el lugar de una mascota dentro de una familia? En un estudio, se pidió a los dueños de perros que completaran lo que se llama el diagrama del espacio de la vida familiar, en el que los símbolos que representan a los miembros de la familia y los perros se colocan dentro de un círculo dibujado que representa el espacio de la vida de uno. En el 38 por ciento de los diagramas, el perro de la familia estaba más cerca de la persona que otros miembros de la familia. Otros estudios sobre el lugar de una mascota dentro de una constelación familiar tienen resultados similares: las mascotas a menudo se encuentran cerca del centro, nuevamente, más cerca incluso que los miembros de la familia humana.
Si la presencia del animal es inconveniente, el animal suele ser expulsado del sistema familiar. Como señala la antropóloga Dafna Shir-Vertesh, los animales son "personas flexibles" o "mercancías emocionales". Son personas cuando queremos que lo sean, y cuando nos cansamos de ellos o crean tensión en una familia o nos estamos mudando de casa, son degradados a ser “solo una mascota”.
En algunas partes del mundo, Wuhan China por ejemplo, las mascotas han sido abandonadas porque las familias tuvieron que abandonar sus hogares. En otros lugares, como en los Estados Unidos, algunos perdieron sus trabajos y a otros se les pidió que trabajaran desde casa y se pusieran en cuarentena. La adopción de perros y gatos ha aumentado a un ritmo récord en 2020. De hecho, los refugios de animales en todo el país han informado de dificultades para satisfacer la demanda de animales. Sin embargo, los entusiastas de los animales se preocupan por el tratamiento de las mascotas al terminar la pandemia.
Los participantes en un estudio sobre mascotas y las personas que las cuidan encontraron que más mujeres que hombres se consideraban padres de sus mascotas. Esto puede cambiar después del nacimiento de niños. Aquí, nuevamente, vemos un sentido flexible de personalidad, en el que el trato y la consideración de una mascota cambia como resultado de cambios en las circunstancias y la dinámica familiar en general.
Tu mascota no puede ser legalmente beneficiaria de tus bienes. Sin embargo, puede crear un fideicomiso para ella. Esto asegurará que se cuide a tu mascota después de su muerte. Entre 100,000 y 500,000 animales terminan en refugios después de la muerte de su dueño, según la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos.
