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Verificado por Psychology Today

Sexo

La razón secreta por la que el sexo es tan crucial en las relaciones

Nuevas investigaciones sobre el sexo en las relaciones muestra la razón real por la que puede beneficiar la tuya.

Rawpixel com/Shutterstock
Fuente: Rawpixel com/Shutterstock

Asociamos las buenas relaciones con la sexualidad, suponiendo de manera natural que las parejas felices tienen sexo con más frecuencia que sus contrapartes miserables . Pero ¿alguna vez has considerado qué tiene el sexo que lo hace tan beneficioso para la relación de una pareja? Una investigación nueva y bien realizada por Anik Debrot y sus colegas (2017) apunta al sorprendente papel no del sexo en sí, sino del afecto que acompaña a la sexualidad entre las parejas. Durante una serie de cuatro estudios separados, Debrot y sus compañeros investigadores fueron capaces de identificar la forma en que los besos cotidianos, abrazos y el contacto entre las parejas contribuye de forma única a la satisfacción de la relación y el bienestar general.

Vamos a analizar esta ecuación sexo-felicidad por un momento antes de mirar los detalles del estudio: Debrot et al. comenzaron con el hallazgo bien establecido de que los individuos experimentan niveles más altos de bienestar cuando tienen una vida sexual activa y satisfactoria. Como señalaron, los resultados de investigaciones anteriores demostraron que "el tamaño de la diferencia en el bienestar de las personas que tienen relaciones sexuales una vez a la semana, en comparación con aquellas que tienen relaciones sexuales menos de una vez al mes, fue mayor que el tamaño de la diferencia en el bienestar para aquellos que ganan $ 25,000 dólares anuales en comparación con quienes ganan $75,000 dólares al año" (p.287).

¿Es por el sexo en sí, o algo sobre la actividad sexual que es tan bueno para nuestra felicidad? Se podría argumentar que las personas que son más felices son más propensas a tener sexo más a menudo porque están en una buena relación y están satisfechas con ella. El buen sexo, entonces, simplemente seguiría la buena dinámica de relación. También es posible que las personas que son más positivas en general tengan más probabilidades de involucrarse en una relación cercana que, a su vez, beneficia su bienestar. Tal proceso cíclico implicaría que quienes son felices se vuelvan más felices.

Los autores creían que el ingrediente clave en la relación sexo-felicidad es el efecto positivo, o estar en un pico emocional. Sin embargo, como señalan, es extremadamente difícil examinar esta posibilidad a través del típico método de cuestionario, que está sujeto al sesgo de memoria, o en el laboratorio, donde la situación es artificial. El trabajo de Debrot se completó mientras era investigadora postdoctoral en la Universidad de Toronto; en ese momento, estaba en la Universidad de Friburgo en Suiza. La investigación que completó con sus colegas incluyó una serie de estudios sobre parejas adultas que involucraron niveles crecientes de control que incluían, en el último estudio, no solo un conjunto de correlaciones de una sola vez, sino análisis más sofisticados a través del tiempo. El alcance internacional del artículo se suma a su generalidad, al igual que el hecho de que la muestra estuvo compuesta no solo por participantes habituales (estudiantes universitarios), sino también por parejas adultas, estudiadas tanto en línea como a través del reclutamiento en persona.

El cuarto y más importante aspecto de los estudios es que utilizó el método de llevar un diario e involucró una muestra de 58 parejas heterosexuales con un promedio de 25 años de edad y en una relación, en promedio, durante cuatro años. Aunque relativamente jóvenes, la mayoría de las parejas estaban casadas. Los investigadores dieron a los participantes teléfonos inteligentes para que registraran sus respuestas, todas las cuales eran recopiladas cuando los participantes recibían una señal en el teléfono para completar la evaluación. El estudio duró dos semanas, y los participantes recibían créditos del curso (si eran estudiantes) o $ 50 dólares.

Un estudio previo en la serie, que analizaba los informes diarios de una muestra más grande y algo más diversa (es decir, padres que trabajan), mostró que las personas calificaban su afecto positivo más alto cuando indicaban que habían tenido relaciones sexuales en las 24 horas anteriores. El impacto del sexo en la felicidad se explicaba, en gran parte, por aumentos en el afecto vinculados a la actividad sexual previa. Para el estudio basado en teléfonos inteligentes, que solo preguntaba sobre la actividad sexual y los momentos afectuosos, los participantes simplemente respondieron si habían tenido relaciones sexuales desde el último informe y si habían participado en un "momento de amor y afecto" (p. 295) con su pareja.

En ese último estudio, los investigadores utilizaron un diseño cruzado retrasado para realizar un seguimiento del curso diario de sexo y afecto. Esto les permitió estudiar los efectos del sexo en el Día 1 con afecto en el Día 2, y viceversa, durante todo el transcurso del período de estudio. Los resultados confirmaron la hipótesis del estudio de que, a través de días del estudio, el sexo predice el afecto y el afecto, a su vez, predice la actividad sexual. El estudio se mantuvo correlacional porque los participantes no fueron asignados a condiciones del sexo /sin sexo o afecto /sin afecto. Dado que tal estudio sería prácticamente imposible de realizar y probablemente produciría resultados artificiales, la estrategia analítica utilizada por los investigadores proporciona la mayor evidencia posible del vínculo sexo-afecto.

Como concluyeron los autores, "Por lo tanto, el sexo no solo parece beneficioso por sus efectos fisiológicos o hedónistas ... sino porque promueve una conexión más fuerte y positiva con la pareja" (p. 296). Con el tiempo, tales experiencias se construyen para fortalecer los lazos entre la pareja, lo que significa que su satisfacción en la relación a largo plazo se ve reforzada. Estos efectos se extienden a la experiencia de la pareja porque, como se muestra cuando se analizaron las respuestas de la pareja en términos de sus efectos mutuos, "cuando una persona obtiene beneficios emocionales del sexo, la satisfacción de la relación de su pareja también se promueve con el tiempo" (p. 296).

Si el afecto es tan importante para la satisfacción personal y de relación, ¿puede reemplazar a la actividad sexual cuando las parejas disminuyen la frecuencia de las relaciones sexuales debido a factores externos? Las personas pueden disminuir su actividad sexual a medida que envejecen debido a cambios físicos, y las parejas que han tenido hijos recientemente pueden tener relaciones sexuales con menos frecuencia. Pero siempre y cuando estas parejas mantengan su afecto hacia el otro, podrían compensar los efectos potencialmente negativos de la disminución de la actividad sexual. A la inversa, cuando las parejas sienten que se están separando, y por lo tanto tienen relaciones sexuales con menos frecuencia, de la misma forma, si trabajan en su afecto físico hacia el otro, su relación sexual puede volver a establecerse.

En resumen, la satisfacción en las relaciones depende de muchos factores, de los cuales la naturaleza física de la interacción es solo uno. El estudio de Debrot et al. muestra que la base física para las interacciones de una pareja, sí puede desempeñar un papel sorprendentemente fuerte.

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Derechos de autor Susan Krauss Whitbourne 2017

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Susan Krauss Whitbourne Ph.D.

La Dra. Susan Krauss Whitbourne, es profesora emérita de ciencias psicológicas y del cerebro en la Universidad de Amherts, Massachusetts . Su último libro es The Search for Fulfillment.

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