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Verificado por Psychology Today

Relaciones

La frase que puede destruir cualquier relación

Navegando la confianza y la acción en las relaciones.

La frase “No te preocupes, lo solucionaremos” puede ser un arma de doble filo en las relaciones, ya sea una relación romántica, una colaboración comercial o una amistad. Si bien a menudo tiene como objetivo tranquilizar y brindar esperanza en tiempos difíciles, su uso repetido sin una acción significativa puede erosionar la confianza y socavar la asociación.

A continuación se presentan tres ejemplos de cómo la frase “No te preocupes; lo solucionaremos” erosiona la confianza y daña las relaciones.

Falsas esperanzas

David tiene algunos hábitos de gasto impulsivos. Como carismático profesional de ventas de automóviles, disfruta de la gloria en los momentos en que tiene cifras de ventas sólidas. Sin embargo, cuando sus cifras de ventas bajan, se vuelve callado y le dice: “No quiero hablar de eso” con su novia Blanca, que lo apoya.

David quiere mudarse con Blanca a un nuevo apartamento de lujo. Le dice a Blanca: “Piensa en lo bonito que es este lugar y, al hacer esto juntos, ahorraremos mucho dinero. Y, por cierto, cariño, ¡mis cifras de ventas están muy altas últimamente!”.

Luego, Blanca plantea sus preocupaciones sobre los gastos mensuales, sabiendo que David tiene una gran deuda de tarjetas de crédito. David responde: “No te preocupes; lo solucionaremos”, lo que le brinda a Blanca alivio y consuelo temporal. Sin embargo, cuando sus problemas persisten y empeoran porque David no toma medidas concretas para abordar sus problemas financieros, sus garantías comienzan a sentirse vacías y Blanca cuestiona la sinceridad detrás de sus palabras, lo que genera dudas y frustración.

Falta de responsabilidad

Elisa y Alex, ambos farmacéuticos, se conocieron en una convención regional de atención médica. Se hicieron amigos y descubrieron que ambos eran aspirantes a emprendedores. Elisa quedó impresionada con la aparente actitud positiva de Alex. Alex veía a Elisa como un genio creativo.

Surgió una amistad y algunos meses después, mientras tenían una cena informal juntos, generaron una idea de negocio para crear un nuevo tipo de plataforma virtual para conectar a los farmacéuticos con las farmacias y los pacientes. Alex y Elisa ahora estaban hablando (en persona y enviándose mensajes de texto entusiastas) sobre las posibles opciones para el nombre de su nuevo negocio. Además, intercambiaron generosamente fantasías sobre liberarse de su empleo en farmacias minoristas. Anhelaban convertirse en socios en una aventura empresarial.

Como es el caso con muchas nuevas empresas, Elisa y Alex tuvieron que abordar preguntas cada vez mayores sobre los roles que cada uno asumiría y cómo evaluarían la viabilidad del mercado, las consideraciones presupuestarias, los esfuerzos promocionales, los plazos para los posibles entregables y las preguntas relacionadas con la obtención de capital.

Tanto Elisa como Alex comenzaron a notar que su asociación de amistad/negocios se sentía muy tensa ya que cada uno evitaba una discusión seria sobre estos detalles cruciales. En lugar de enfrentar los problemas de frente y asumir la responsabilidad de encontrar soluciones, confiaron en las promesas vacías de resolución del otro, sin participar activamente en la resolución de problemas.

Quiebre de comunicaciones

Jaime y Toño, amigos desde hace mucho tiempo unidos por su amor compartido por el futbol, asumieron con entusiasmo la tarea de organizar la liga anual de su vecindario. Sin embargo, a medida que profundizaron en el proceso de planificación, su comunicación que alguna vez fue fluida comenzó a desmoronarse.

Jaime, un planificador meticuloso, insistió en ceñirse a un cronograma estricto y una logística detallada, mientras que Toño, que tiene una naturaleza más relajada, decía repetidamente: “No te preocupes; lo resolveremos”, priorizando la diversión sobre la estructura.

Sus puntos de vista contradictorios llevaron a acalorados debates sobre todo, desde la formación de los equipos hasta los horarios de los juegos, lo que provocó que aumentara la tensión entre ellos. Los participantes de la liga se sintieron atrapados en el fuego cruzado cuando le hacían preguntas a Jaime o Toño porque la respuesta típicamente era “No sé; pregúntale a Toño (o a Jaime)”.

Frustrados por su incapacidad de estar de acuerdo, Jaime y Toño se encontraron en una encrucijada, sin estar seguros de si su amistad podría soportar la tensión de sus diferentes perspectivas sobre cómo dirigir la liga.

En resumen

En esencia, si bien ofrecer tranquilidad y optimismo es útil en cualquier asociación, es igualmente importante que los socios respalden sus palabras con acciones significativas y un esfuerzo genuino para abordar los desafíos. De lo contrario, el uso excesivo de “No te preocupes, lo resolveremos” puede erosionar gradualmente la confianza, la comunicación y la responsabilidad, conduciendo en última instancia al deterioro de la propia relación.

©Jeffrey Bernstein, Ph.D. Todos los derechos reservados.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Jeffrey Bernstein Ph.D.

El Dr. Jeffrey Bernstein, es psicólogo y autor de siete libros, entre ellos 10 Days to a Less Defiant Child.

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