Cómo aprovechar al máximo la flexibilidad en la oficina

Muchas mujeres que regresan al trabajo después de interrupciones en su carrera optan por regresar a tiempo parcial. Esto puede deberse a preferencias personales o, por otro lado, a arreglos costosos e inadecuados para el cuidado de los niños que hacen que el regreso al trabajo de tiempo completo para ambos padres sea imposible o sin sentido en términos de no obtener ganancias financieras por hacerlo (una vez que se restan los costos del cuidado de los niños).

Muchas mujeres en puestos de alto nivel pueden encontrarse frente a una situación en la que su empleador les dice que su puesto no se puede realizar a tiempo parcial. Luego deben decidir si aceptan un rol diferente (y generalmente menor) que se puede realizar a tiempo parcial o regresar al trabajo a tiempo completo a pesar de sus deseos.

Pero hay otra opción: el trabajo compartido. Si un empleador está abierto a la idea, se puede nombrar a otro empleado y se puede compartir el rol. Esto tiene la ventaja de mantener a más mujeres en puestos de alto nivel, incluso si eligen o necesitan trabajar a tiempo parcial.

Pero espera, no se arregló nada

La preocupación con el trabajo compartido como solución es que en realidad no aborda la causa raíz del problema: la desigualdad en el acceso de las mujeres al trabajo y, por lo tanto, la independencia económica y el crecimiento y, por otro lado, el acceso de los hombres a la familia y el cuidado.

Si bien compartir el trabajo puede ser una solución temporal para mantener a las mujeres que optan por trabajar a tiempo parcial en puestos de alto nivel, se necesita más para apoyar la participación de las mujeres en la fuerza laboral después de tener hijos o cuidar a un pariente. Las políticas gubernamentales y de empleo que fomentan que los hombres acepten trabajos flexibles y licencias parentales, así como atención médica universal subsidiada, son buenos puntos de partida. Cuando los hombres tienen mayores oportunidades y menos sanciones, en términos de suposiciones sobre su compromiso y desempeño, para trabajar de manera flexible, las mujeres tienen la voluntad de participar en un trabajo remunerado y continuar su desarrollo profesional. Para que esto suceda, necesitamos mejores permisos parentales para los padres de todo el mundo y más apoyo de los empleados y colegas en los lugares de trabajo, tanto en términos de políticas laborales como en cambios en la cultura y las normas laborales. Esta no es una tarea fácil, pero se necesitan soluciones a largo plazo si tenemos alguna esperanza de crear un cambio duradero.

Una nota de despedida

También me gustaría señalar que las discusiones (y las quejas) sobre el trabajo flexible son un lujo y un privilegio: no todos pueden trabajar de manera flexible, y esto a menudo puede ser un privilegio de la clase media o alta. Además, no todas las familias son iguales, y gran parte de este trabajo asume un arreglo familiar heteronormativo de madre y padre, lo que dificulta generalizar más allá de la configuración familiar prototípica.