Maneras de apoyar a un amigo en tratamiento de salud mental

Recuerdo haber contestado el teléfono de la unidad de adolescentes del pabellón de psiquiatría. Era mi abuela. Perfecto. No quería que ella supiera que estaba aquí. ¿Pensaría diferente de mí ahora? Pero me alegré de saber de ella. Se ofreció a traer a su chihuahua (me encantan los perros), pero lo pensó mejor y dijo: “Oh, claro, tu mamá dijo que no nos dejan entrar con nuestros bolsos a visitarte”. Sonreí sólo un poco.

Desafortunadamente, no todo el mundo tiene esta experiencia en el hospital o en tratamiento. Para algunos, nadie los visita. Otros, como yo en aquel momento, sentimos vergüenza.

Como cultura, sabemos cómo unirnos unos a otros. Nos enviamos tarjetas amables y nos traemos cazuelas de caldo de pollo cuando nos sentimos mal. Celebramos graduaciones y triunfos deportivos. Nos enviamos mensajes de texto con palabras alentadoras antes de una entrevista de trabajo. Pero, ¿cómo nos apoyamos mutuamente cuando necesitamos tratamiento hospitalario por una afección de salud mental o una adicción?

En las comunidades de apoyo, estas a veces se denominan condiciones “sin cazuela”. No hay mucha descripción general de cómo ayudar a alguien que sufre una enfermedad mental o una adicción. Algunas personas incluso se alejan porque no saben cómo hacerlo.

Debido a los malentendidos que rodean la salud mental, a menudo quienes tienen dificultades son más propensos a mantener su viaje a través del tratamiento de salud mental más oculto que en otros momentos difíciles.

Sin embargo, la realidad es que en estos tiempos a menudo se aprecia el compañerismo y la calidez. De hecho, el apoyo de los demás puede ser clave para la recuperación de una persona. Entonces, estas son cinco maneras en que puede ayudar a alguien que está pasando por una estadía como paciente hospitalizado.

1. Sé tú

Trata a tu amigo o amiga con la misma sinceridad que siempre has tenido. Este tipo de presencia fuerte puede significar mucho. A veces las personas se preocupan por ser tratadas de manera diferente si otros conocen sus dificultades. Ser tú es una manera pequeña y poderosa de negar este miedo.

2. Respeta el espacio

Si tu amigo o amiga se encuentra en un centro de tratamiento residencial o en un hospital, es posible que necesite algo de tiempo para reflexionar. La terapia grupal e individual puede ser pesada, al igual que las realizaciones que surgen. Es posible que a tu amigo o amiga solo se le permitan llamadas telefónicas durante ciertos momentos y es posible que quiera hablar o prefiera no hacerlo.

3. Ofrece cosas prácticas

Especialmente si la estadía de tratamiento de tu amigo o amiga no fue planificada, es posible que haya cosas prácticas con las que agradecería recibir ayuda. Cosas como alimentar a su gato o llevarle el champú que le gusta son gestos que pueden ser de gran ayuda.

4. Muestra respeto por la decisión de tomarse este tiempo

Tomarse días, semanas o meses de la vida para concentrarse en su curación no es poca cosa. Es algo digno de aplaudir. Sin embargo, es posible que tu amigo o amiga no se sienta así. Es posible que esté sintiendo cierta vergüenza o sensibilidad en torno a esto. Muéstrale a tu amigo o amiga que tu admiración y respeto por su disposición a recibir ayuda.

5. Pregúntale cómo puedes apoyar en su recuperación

Con el tiempo, tu amigo o amiga saldrá del tratamiento y regresará a la comunidad. Las primeras semanas después de una estadía hospitalaria pueden ser un momento vulnerable. Podrías hablarle mucho en esos primeros días. Si tu amigo o amiga está sufriendo una adicción o se está recuperando de un trastorno alimentario, es posible que haya cosas sutiles que puedas hacer, como elegir lugares nuevos, sobrios y divertidos para visitar el fin de semana o compartir comidas. Preguntar cómo puedes estar ahí para la otra persona le demuestra que te importa su bienestar.