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Verificado por Psychology Today

Identidad

¿Por qué las personas creen en las teorías de conspiración?

La necesidad de encontrar orden en un mundo de confusión

Parece que cada familia tiene un tío Juan, el tipo que habla y habla sobre las teorías de conspiración durantela cena navideña. El ataque del 11 de septiembre fue orquestado por el gobierno. El aterrizaje lunar fue filmado en Hollywood. Oswald no actuó solo en el asesinato de Kennedy. Y no hablemos del calentamiento global. Esta Navidad hubo bajas temperaturas que superaron el récord, ¿y esperas que crea que el mundo realmente se está calentando? Por favor.

Tal vez deberíamos dejar en paz al tío Juan, o al menos tratar de entender de dónde viene.´De todos modos, ¿por qué algunas personas creen en las teorías de la conspiración? Esta es exactamente la pregunta planteada por la psicóloga británica Karen Douglas y sus colegas en un artículo reciente publicado en la revista Current Directions in Psychological Science.

Los investigadores encontraron que las razones por las que las personas creen en las teorías de la conspiración se pueden agrupar en tres categorías:

  • El deseo de comprensión y certeza
  • El deseo de control y seguridad
  • El deseo de mantener una autoimagen positiva

Analicemos cada uno de estos motivos detalladamente.

El deseo de comprensión y certeza. Buscar explicaciones para los eventos es un deseo humano natural. Nos preguntamos de forma constantepor qué las cosas suceden como lo hacen. ¿Por qué tiene que llover el día que quiero salir? ¿Por qué me habló en ese tono? ¿Por qué no puedes entender lo que estoy tratando de decirte?

Y no solo hacemos preguntas. También encontramos rápidamente respuestas a esas preguntas, no necesariamente las respuestas verdaderas, sino respuestas que nos consuelan o que encajan en nuestra cosmovisión. Está lloviendo porque siempre tengo la peor suerte. Ella me habló en ese tono porque no puede soportar no salirse con la suya. No puedes entender lo que digo porque simplemente no estás escuchando.

Todos albergamos creencias falsas, es decir, cosas que creemos que son verdaderas pero en realidad no lo son. Por ejemplo, si crees que Sydney es la capital de Australia, eres víctima de una creencia falsa. Pero una vez que te enfrentes al hecho de que Canberra es la capital de Australia, cambiarás de opinión fácilmente. Después de todo, simplemente estabas mal informado y no estás involucrado emocionalmente en ello.

Por definición, las teorías de conspiración también son creencias falsas . Pero las personas que creen en ellas tienen un gran interés en sostenerlas. En primer lugar, han puesto algo de esfuerzo en comprender la explicación de la teoría de la conspiración para el evento, ya sea leyendo libros, mirando sitios web, o viendo programas de televisión que apoyan sus creencias. La incertidumbre es un estado desagradable, y las teorías de conspiración proporcionan un sentido de comprensión y certeza que es reconfortante.

El deseo de control y seguridad. Las personas necesitan sentir que tienen el control de sus vidas. Por ejemplo, muchas personas se sienten más seguras cuando son el conductor en el automóvil en lugar del pasajero. Por supuesto, incluso los mejores conductores pueden tener accidentes por razones fuera de su control.

Del mismo modo, las teorías de conspiración pueden dar a sus creyentes una sensación de control y seguridad. Esto es especialmente cierto cuando la explicación alternativa se siente como una amenaza. Por ejemplo, si las temperaturas globales están subiendo catastróficamente debido a la actividad humana, entonces tendré que hacer cambios dolorosos en mi cómodo estilo de vida. Pero si los expertos y los políticos me aseguran que el calentamiento global es un engaño, entonces puedo mantener mi forma de vida actual. Este tipo de razonamiento motivado es un componente importante en las creencias de la teoría de la conspiración.

El deseo de mantener una autoimagen positiva. La investigación muestra que las personas que se sienten socialmente marginadas son más propensas a creer en las teorías de la conspiración. Todos tenemos el deseo de mantener una autoimagen positiva, que generalmente proviene de los roles que desempeñamos en la vida: nuestros trabajos y nuestras relaciones con familiares y amigos. Cuando sabemos que causamosuna diferencia positiva en la vida de los demás, como padre, cónyuge, amigo, maestro o mentor, sentimos que nuestras vidas valen la pena y nos sentimos bien con nosotros mismos.

Pero digamos que el tío Juan está discapacitado y no ha trabajado en años. Se siente socialmente excluido. Sin embargo, tiene mucho tiempo para navegar por Internet y obtener información sobre teorías de conspiración, y puede chatear en línea con otras personas que tienen creencias similares. Por lo tanto, la creencia en las teorías de la conspiración le da al tío Juan un sentido de comunidad.

Además, su investigación sobre las teorías de la conspiración le ha dado la sensación de que es el propietariode un conocimiento privilegiado. La mayoría de las personas que creen que el calentamiento global es real o que las vacunas son seguras lo hacen porque entienden la ciencia. Más bien, confían en los expertos. Y así, cuando el tío Juan comienza a cuestionar toda la "evidencia" contra el calentamiento global, puede ser difícil hacer un contraargumento razonable. Todo lo que queda es la sensación de que la teoría de la conspiración parece demasiado complicada para ser verdad, pero desde la perspectiva del tío Juan, está claro que sabe más sobre el tema que tú.

En resumen, tenemos una buena comprensión de lo que motiva a las personas a creer en las teorías de la conspiración. Es decir, lo hacen debido a tres necesidades básicas que todos tenemos: entender el mundo que nos rodea, sentirse seguros y en control, y mantener una autoimagen positiva. Pero, ¿las creencias de teoría de conspiración realmente ayudan a las personas a satisfacer estas necesidades?

Los estudios han encontrado que cuando los estudiantes universitarios están expuestos a teorías de conspiración, muestran una mayor sensación de inseguridad. Esto ha llevado a algunos investigadores a concluir que creer en teorías de la conspiración es una actitud autodestructiva. Sin embargo, como señalan Douglas y sus colegas, la mayoría de los estudiantes universitarios tienen poca motivación para creer en teorías de conspiración en primer lugar. Lo que realmente se necesita, argumentan, es diseñar estudios de forma cuidadosa que examinen directamente a aquellos que ya creen en las teorías de la conspiración.

Independientemente del resultado de estos estudios futuros, la única pregunta que nos queda es cómo lidiar con el tío Juan en nuestra vida. Le puedes ofrecer evidencia en contra de sus argumentos en un intento de convencerlo de renunciar a sus teorías de conspiración, pero es poco probable que tengas éxito. Esto se debe a que estás discutiendo hechos, mientras que el tío Juan defiende su sentido de seguridad y sus sentimientos positivos sobre sí mismo. Y para todos nosotros, la autoimagen siempre supera a los hechos.

Imagen de Facebook: Alejandro Ivan Suarez / Shutterstock

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
David Ludden Ph.D.

El Doctor David Ludden, es profesor de psicología en Georgia Gwinnett College.

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