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Verificado por Psychology Today

Resiliencia

Hacia un equilibrio mental

Navegar las olas de la vida con ecuanimidad y estoicismo.

Los puntos clave

  • La ecuanimidad ofrece un antídoto contra el neuroticismo y comparte principios clave con el estoicismo.
  • Cultivar la ecuanimidad puede producir beneficios significativos en varios dominios de la vida.
  • Las estrategias simples pueden ayudarte con el equilibrio emocional para manejar las fluctuaciones de la vida.
Cast Of Thousands/Shutterstock
Cast Of Thousands/Shutterstock

La ecuanimidad, un concepto a menudo marginado en el discurso psicológico, significa un estado de equilibrio mental sostenido en medio de situaciones estresantes o adversas. Mantener una mente tranquila y equilibrada, independientemente de las circunstancias, promueve el bienestar en varios dominios de la vida. La investigación sugiere que las personas que poseen una mayor ecuanimidad a menudo reportan una mejor salud física y demuestran una mayor capacidad para manejar el estrés.

Beneficios de la ecuanimidad

La ecuanimidad también ha sido vinculada para mejorar el bienestar psicológico. Permite a las personas navegar de manera efectiva los altibajos emocionales, reduciendo los síntomas de ansiedad y depresión. En entornos profesionales, la ecuanimidad ha sido asociada con una mayor satisfacción y rendimiento en el trabajo, ya que cultiva la capacidad de mantenerse compuesto y concentrado incluso en escenarios de alta presión. La ecuanimidad facilita la mejora de la dinámica interpersonal en el contexto de las relaciones al fomentar la empatía, la comprensión y la gestión de conflictos. Cultivar este rasgo podría ofrecer una gran ayuda para la calidad de vida en general.

Una tríada psicológica

La ecuanimidad se cruza de manera intrigante con dos áreas bien documentadas en la psicología de la personalidad: el neuroticismo, una dimensión del Modelo de Personalidad de los Cinco Grandes, y el estoicismo, una filosofía que se originó en la antigua Grecia. Como dimensión cardinal del modelo de los Cinco Grandes, el neuroticismo denota individuos propensos a experimentar emociones negativas, como ansiedad, ira, culpa y depresión. Los individuos con alto neuroticismo a menudo exhiben una reactividad emocional sustancial y luchan por mantener el equilibrio emocional, particularmente en circunstancias estresantes.

La ecuanimidad ofrece un contrapeso al neuroticismo. Como rasgo psicológico, encapsula la capacidad de mantener la calma y la compostura a pesar de las inevitables fluctuaciones de la vida. Un individuo con un alto grado de ecuanimidad a menudo muestra un bajo grado de neuroticismo, estar mejor equipado para manejar y mitigar las emociones negativas.

El estoicismo se cruza significativamente con la ecuanimidad. Esta filosofía propugna la paz y la calma en la adversidad, fomentando el desapego y la aceptación de los eventos que escapan al control personal. Como resume el renombrado filósofo estoico Epicteto, "No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir cómo respondemos a ellas".

Esta alineación entre el estoicismo y la ecuanimidad se hace evidente al considerar su énfasis compartido en la calma, la compostura y la resiliencia. La mentalidad estoica equipa a los individuos con las estrategias para fomentar la ecuanimidad, fomentando la aceptación y la distancia emocional de las circunstancias incontrolables, reduciendo así los posibles impactos perjudiciales del alto neuroticismo. Esta comprensión conlleva implicaciones significativas para las metodologías terapéuticas. Las terapias cognitivo-conductuales, por ejemplo, a menudo entrelazan elementos de estoicismo para ayudar a las personas con alto neuroticismo a construir mecanismos de afrontamiento que fomenten la ecuanimidad.

Elevando tu ecuanimidad

A pesar de su complejidad, se pueden tomar medidas prácticas para fomentar la ecuanimidad:

  1. Meditación de atención plena: La meditación ayuda a fomentar la ecuanimidad entrenando la mente para enfocarse en el momento presente, reduciendo la tendencia a reaccionar ante situaciones estresantes. La meditación diaria de atención plena puede ayudarlo a mantener la calma, por ejemplo, durante una presentación de alta presión en el trabajo.
  2. Terapia Cognitivo Conductual (TCC): La TCC puede ayudar a controlar los patrones de pensamiento negativos y reducir la reactividad emocional. Cuando te enfrentas a un proyecto fallido, en lugar de culparte a ti mismo, es posible que reconozcas que el fracaso es parte del aprendizaje y la mejora.
  3. Practicar el Estoicismo: Las filosofías estoicas fomentan la aceptación de las cosas que están más allá del control de uno, lo que ayuda a desarrollar la ecuanimidad. Si estás atrapado en el tráfico, puedes aceptar la situación en lugar de frustrarte, enfocándote en las cosas que están bajo tu control, como disfrutar de la música.
  4. Yoga y control de la respiración: Se ha demostrado que el yoga y el pranayama (ejercicios de control de la respiración) reducen el estrés y promueven la calma. Por ejemplo, tomarse unos minutos para concentrarse en la respiración profunda durante un día agitado puede ayudar a restablecer la sensación de equilibrio.
  5. Estilo de vida saludable: El ejercicio regular, una dieta equilibrada y dormir lo suficiente contribuyen al bienestar mental general, lo que favorece la ecuanimidad. Mantener un horario de sueño regular puede ayudarlo a manejar el estrés laboral de manera más efectiva.
  6. Prácticar la gratitud: Reconocer regularmente aquello por lo que estás agradecido puede ayudar a cambiar el enfoque de las emociones negativas y promover un estado mental equilibrado. Un diario de gratitud diario puede mejorar tu perspectiva sobre los desafíos de la vida.
  7. Cultivar la autocompasión: Tratarte a ti mismo con amabilidad en momentos de fracaso o sufrimiento puede ayudar a mantener el equilibrio emocional. Si te fue mal en una entrevista de trabajo, puedes ofrecerte comprensión y amabilidad en lugar de una autocrítica dura, reconociendo que todos cometen errores.
  8. Terapia de Exposición: Exponerte gradual y repetidamente a un objeto o situación temida puede reducir la ansiedad y promover la ecuanimidad. Si te da miedo hablar en público, puedes comenzar a hablar frente a un grupo pequeño y aumentar gradualmente el tamaño de la audiencia.
  9. Desarrollar una mentalidad de crecimiento: Aceptar los desafíos como oportunidades de crecimiento, en lugar de amenazas, puede fomentar la ecuanimidad. Recibir críticas constructivas en el trabajo puede verse como una oportunidad de mejora en lugar de un ataque personal.
  10. Fortalecer la resiliencia: Aprender a recuperarte de la adversidad y ver las dificultades como temporales y manejables puede ayudar a mantener un estado emocional equilibrado. Si has experimentado un revés personal, reconocer tu fortaleza para superar los desafíos pasados puede ayudarte a sobrellevar las dificultades actuales.

El poder está dentro de nosotros

La naturaleza entrelazada de la ecuanimidad, el neuroticismo y el estoicismo pinta una imagen completa de las experiencias emocionales y el comportamiento humano. Donde el neuroticismo representa una predisposición hacia experiencias emocionales negativas, la ecuanimidad y el estoicismo sirven como contrapesos valiosos. Permiten el cultivo de un estado mental tranquilo y equilibrado, lo que refuerza la resiliencia contra los factores estresantes. Como explicó Epicteto, el poder de regular nuestras respuestas emocionales está intrínsecamente dentro de nosotros, independientemente de las circunstancias externas. Esta comprensión subraya el papel integral de la ecuanimidad en la salud mental y destaca un camino prometedor hacia un mayor equilibrio emocional.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Jessica Koehler Ph.D.

Jessica Koehler tiene doctorado de la escuela de psicología de la Universidad de Maryland, donde su investigación se ha enfocado en prevención basada en la escuela, equipos escolares colaborativos y eficacia del profesorado.

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