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Verificado por Psychology Today

Relaciones

¿Qué significa que te hagan "zombie" en una relación?

Convertir en zombie, el camino de migajas, rondar... todos estos términos capturan prácticas milenarias.

Nuestros teléfonos y aplicaciones de citas han cambiado la manera en la que conocemos, coqueteamos y nos enamoramos. También han cambiado el lenguaje, aportando nuevas palabras al vocabulario. ¿Alguna vez han ghosteado a alguien? ¿O lo han convertido en un zombie?

Estos nuevos términos son interesantes desde el punto de vista de la ciencia de las relaciones porque, a pesar de parecer novedosos en realidad se refieren a comportamientos que hemos visto por siglos. La gente siempre ha ghosteado y convertido en zombie, solo que no se hacía tan fácilmente como se hace ahora en línea. Esta facilidad y el papel prevalente de los mensajes de texto y las citas en línea en las relaciones de la gente, es tal vez la razón por la que ahora es importante tener términos concisos para capturar estos comportamientos.

Ghostear

Probablemente todos recordamos el surgimiento de la palabra "ghostear", un fenómeno en el que alguien en quien estamos interesados simplemente desaparece. En el ambiente virtual, esto significa que no recibimos mensajes de texto, ni correos, ni llamadas, ni nada, y todos los intentos de comunicarnos se encuentran con una pared. A pesar de que las evidencias recientes muestran que la mayoría de las personas piensan que esta es una manera inapropiada de disolver una relación (LeFebvre et al., 2019), el ghosteo virtual es muy común. LeFebvre encontró que más del 40 por ciento en un muestreo de adultos jóvenes habían ghosteado a alguien y habían sido víctimas de ghosteo.

La acción de ghostear no es nada nuevo; la gente siempre ha desaparecido de las vidas de los demás sin explicaciones. Pero irse de la ciudad, rehusarse a contestar llamadas, no abrir la puerta y otras maneras de evitar interacciones cara a cara son logísticamente más difíciles que detener toda la comunicación virtual repentinamente.

Rondar

Creemos que fuimos ghosteados, pero luego la persona vuelve, enviando mensajes como si nunca hubieran desaparecido en primer lugar. O tal vez esta persona no se comunica directamente con nosotros pero permanece tras bambalinas, reaccionando a nuestras publicaciones o haciendo contacto indirecto de otras maneras. Luego desaparecen otra vez, luego vuelven. Este comportamiento cíclico de estar rondando es un rezago de las relaciones intermitentes, que tienden a ser tóxicas tanto para la relación como para el bienestar personal (Dailey et al., 2009; LeFebvre et al., 2019).

Convertir en zombie

Si la persona que nos ghosteo vuelve de una manera más consistente del cementerio virtual, entonces nos convirtieron en un zombie. Esto hace referencia a la reaparición y resurrección de una relación. Es diferente de cuando alguien está rondando porque el zombie no tiene que ser cíclico ni estar poco interesado: tiende a ser una experiencia en la que las personas vuelven por completo. Mientras que la mayoría de las personas que ghostean lo hacen para salirse permanentemente de una relación, otros usan la técnica par desaparecer temporalmente y tal vez volver después (LeFebvre et al., 2019).

Ni los que rondan ni los que convierten a otro en zombie son nuevos para el mundo de las relaciones. La gente ha desaparecido, vuelto, desaparecido de nuevo y luego vuelto para quedarse por generaciones; pero actualmente la gente puede hacerlo con más facilidad debido a nuestra dependencia de las telecomunicaciones.

El camino de migajas

Todos aquellos que sentimos nostalgia por los cuentos de hadas apreciamos esta referencia a Hansel y Gretel. El camino de migajas, un comportamiento que antes conocíamos como "hacer ilusiones", se refiere a coqueteos periódicos en línea que parecen estar avanzando hacia otra cosa, se van dejando, si me lo permiten, como migajas de pan, pero en realidad, nada sale de ello. Son completamente evasivos.

El camino de migajas recuerda a ludos, un estilo de amor caracterizado por la aparición constante de juegos (Lee, 1974). Este estilo de amor captura a quienes se sienten disgustados con la dependencia de una pareja y les gustan los engaños. Hay evidencias que sugieren una relación entre el narcisismo y el ludos: los individuos con un mayor narcisismo tienden a tomar un enfoque menos genuino y más juguetón en sus relaciones amorosas (Campbell, Foster, & Finkel 2002).

La gente ya jugaba con las emociones de los demás y los hacía ilusiones por años antes de que aparecieran los mensajes de texto en el mundo. Pero este tipo de coqueteo evasivo y mañoso es más difícil de ejecutar en persona, lo que significa que es probable que más personas sean víctimas del camino de migajas ahora que en el pasado.

Para resumir, es útil tener nuevos términos para comunicar patrones de comportamiento que la gente reconozca. Los términos compartidos facilitan la comunicación. Ahora el aspecto preocupante debería ser por qué están surgiendo estos términos ahora; ¿Ha aumentado la frecuencia de estos tipos de "malos" comportamientos o simplemente son más evidentes en el mundo virtual? Si estos términos reflejan frecuencias más altas de estos comportamientos, significaría más incertidumbre y confusión, y rechazo indirecto al camino hacia una pareja de vida (si esa es la meta) que en épocas anteriores.

Imagen de Facebook: Karl Tapales/Shutterstock

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Theresa E. DiDonato Ph.D.

La Dra. Theresa DiDonato, es psicóloga social y profesora de psicología en la Universidad Loyola de Maryland.

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