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Verificado por Psychology Today

Sexo

Nueva investigación sobre el poder de la sincronicidad durante el sexo

Cuando dos corazones laten como si fueran uno solo.

Los puntos clave

  • La sincronicidad fisiológica es la coordinación de las respuestas corporales en relaciones cercanas.
  • La sincronicidad fisiológica se correlaciona con el bienestar relacional, empatía y sentimientos de cercanía.
  • La sincronicidad fisiológica facilita la excitación femenina.
Source: Marina Fedosova / Shutterstock
Source: Marina Fedosova / Shutterstock

La sensación de sincronicidad y unidad durante el sexo es un fenómeno que muchos anhelan experimentar en su propio acto sexual. Cuando se trata de aumentar el placer y la satisfacción, los psicólogos sexuales han enfatizado durante mucho tiempo la comunicación verbal (por ejemplo, expresar deseos y preferencias). Si bien intervenciones como estas ciertamente juegan un papel importante en la mejora de la satisfacción sexual, solo llegan hasta cierto punto. Un nuevo estudio arroja luz sobre el poder de nuestras señales corporales recíprocas inconscientes.

La sincronicidad fisiológica, o sintonía, como se la conoce más comúnmente, se refiere a la coordinación de respuestas corporales en relaciones cercanas. Por ejemplo, cuando la frecuencia cardíaca de una persona disminuye, la de la otra también lo hará. Cuando la respiración de una persona se acelera, la de la otra hace lo mismo. Este fenómeno ocurre más en relaciones cercanas e íntimas que en relaciones desconocidas. Los estudios han encontrado evidencia de coordinación fisiológica en las relaciones cuidador/bebé, psicólogo/paciente, y entre amigos cercanos, parejas románticas e incluso mascotas y dueños de mascotas.

Existen teorías fundamentadas sobre los beneficios de la sincronicidad fisiológica. Investigaciones previas han encontrado que la sincronicidad fisiológica se correlaciona con la empatía, los sentimientos de cercanía y el bienestar relacional. En otras palabras, nuestras relaciones mejoran cuando nuestros cuerpos se sincronizan con las personas que nos importan. La sincronicidad mejora nuestra capacidad de compasión e intimidad emocional y hace que sea más fácil anticipar el comportamiento y los sentimientos de aquellos en nuestro círculo íntimo.

Los investigadores han comenzado a prestar más atención a los matices de este fenómeno en las relaciones románticas. Investigaciones anteriores han encontrado que las parejas con altos niveles de sincronicidad tienen más probabilidades de informar sentirse sexualmente satisfechas, y también se ha descubierto que la sincronicidad fisiológica predice la atracción física. Curiosamente, los investigadores han descubierto que en las parejas heterosexuales involucradas románticamente, es más probable que los cuerpos de las mujeres sigan el ejemplo de su pareja masculina. Lo más probable es que esto se deba a diferencias en la socialización de género.

Hasta hace poco, sin embargo, se sabía poco sobre cómo nuestros cuerpos se coordinan durante la actividad sexual. Un estudio reciente arroja luz.

Los investigadores reunieron a 58 parejas heterosexuales que habían estado en relaciones monógamas durante al menos seis meses. En promedio, las parejas en este estudio habían estado juntas durante 3.5 años. Los investigadores enviaron a cada pareja a casa con un dispositivo que midió su frecuencia cardíaca y variabilidad de la frecuencia cardíaca. A las parejas se les indicó que usaran el equipo mientras completaban una serie de tareas.

Tarea de referencia: Las parejas se sentaban en habitaciones separadas para que los investigadores pudieran medir su ritmo autonómico de referencia dentro del entorno.

Tarea de mirarse fijamente: Se les indicó a la pareja que se sentaran y se miraran el uno al otro durante cinco minutos sin hablar.

Tarea de espejar: A las parejas se les dieron instrucciones vagas para reflejar los movimientos del otro e intentar sincronizarse.

Tarea de tomarse de la mano: Se les indicó a las parejas que se tomara de la mano durante cinco minutos para que los investigadores pudieran aislar el efecto del contacto no sexual.

Juegos previos: Se instruyó a las parejas para que participaran en los juegos previos de la forma en que normalmente lo harían.

Posición prescrita: Se les dijo a las parejas que entablaran relaciones sexuales acostados uno al lado del otro, uno frente al otro.

Sexo de forma libre: Las parejas mantuvieron relaciones sexuales en la posición que quisieran mientras continuaran frente a frente.

Los hallazgos

Los investigadores encontraron que la sincronicidad, o sintonía, ocurría en cada tarea, excepto en la tarea de referencia y la tarea de posición prescrita, y que ocurría una sincronicidad significativamente mayor durante la actividad sexual en comparación con las tareas no sexuales.

Implicaciones

Sabemos que el sistema nervioso autónomo juega un papel en la función sexual. En una conversación con la autora del estudio, Bridget Freihart, aprendí que la excitación sexual de las mujeres aumenta cuando el sistema nervioso simpático está ligeramente activado. Esto contradice la suposición común de que las mujeres necesitan sentirse completamente relajadas para desarrollar la excitación. Dado que estudios previos han encontrado que la actividad del sistema nervioso de las mujeres cambia en correspondencia con la de los hombres, o, en otras palabras, los hombres marcan la pauta, podríamos plantear la hipótesis de que es en beneficio de las mujeres experimentar una alta sincronicidad fisiológica durante el sexo.

En un estudio anterior, los autores encontraron que la sincronía relacional se correlaciona positivamente con la satisfacción sexual y puede facilitar la capacidad de responder de manera efectiva a los cambios en los estados emocionales de la pareja. Por lo tanto, se puede suponer razonablemente que la correlación también va en la dirección opuesta: que una mayor sintonía durante el sexo profundiza el grado en que podemos responder a los cambios en las señales emocionales de nuestra pareja.

Para resumir, los autores plantean la hipótesis de que la sincronía durante el sexo es importante porque facilita la sintonía, lo que ayuda a las parejas a relajarse, mantener la calma y disfrutar de los componentes relacionales y emocionales de la experiencia sexual. También creen que la regulación positiva del sistema nervioso autónomo facilita la excitación sexual femenina.

Las parejas pueden tomar nota de este estudio y, en lugar de perderse en ejercicios de comunicación verbal, ver qué sucede cuando dejan que sus cuerpos hablen.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Emily Jamea Ph.D., LMFT, LPC

La Dra. Emily Jamea, con licencia en Terapia Familiar y Matrimonios, además de Consejera Profesional Autorizada, es terapeuta en sexo y relaciones con más de una década de experiencia. Mantiene su práctica privada e investiga cómo crear experiencias sexuales y relaciones óptimas.

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