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Verificado por Psychology Today

Altruismo

La paradoja de la compasión

La compasión humana rara vez se equipara con la escala de sufrimiento.

Los puntos clave

  • La compasión humana es mayor hacia las víctimas individuales que hacia las grandes multitudes.
  • Los sesgos cognitivos, como la dificultad para imaginar el sufrimiento masivo, son una causa probable.
  • Otra razón es la falta de motivación debido a sentirse abrumado por la magnitud de los grandes desastres.
  • Hacer que las víctimas individuales sean identificables puede ayudar con el desvanecimiento de la compasión.

A medida que nos acercamos a la temporada festiva, me sorprende la tremenda capacidad humana para la bondad. En medio de la frenética compra de regalos y horneado de galletas, las donaciones caritativas alcanzan su máximo anual. La suma anual de dinero donada a causas benéficas en los EE. UU. se estima en 499 mil millones de dólares. Esto equivale a la costo de construcción de aproximadamente cinco Rieles de Alta Velocidad de California o el megaproyecto “NEOM”, un área urbana actualmente en desarrollo en Arabia Saudita.

El dar altruista es un milagro evolutivo, que se basa en la capacidad de compasión. Las personas se ponen en el lugar de los menos afortunados y experimentan tristeza en su nombre. Su mera existencia es desconcertante porque va en contra de los principios darwinianos de autoconservación egoísta. Además, el contexto en el que surge la compasión presenta una sorprendente paradoja.

La paradoja de la compasión se desvanece

La compasión es un rasgo humano bien establecido que beneficia a la sociedad al inspirar comportamientos de ayuda y actos desinteresados de amor y donaciones caritativas. Sin embargo, el alcance de la compasión rara vez coincide con la necesidad real o la magnitud de un desastre. Específicamente, las personas parecen conmoverse más profundamente por el sufrimiento de las víctimas individuales en comparación con el sufrimiento combinado de grupos más grandes, comunidades o naciones enteras.

Una frase famosa de la Madre Teresa era: “Si miro la masa, no actuaré. Si miro al individuo, lo haré”, resumiendo así el fenómeno que se ha acuñado “desvanecimiento de la compasión”. Por ejemplo, una campaña de crowdfunding de 2015 para apoyar la visita de un niño a Harvard resultó en la asombrosa cantidad de 1.2 millones de dólares en donaciones. En comparación, las donaciones individuales para la crisis de salud del ébola en África occidental en un momento similar solo ascendieron a $100,000 dólares. ¿Por qué la cantidad de compasión que sentimos es tan desproporcionada con respecto a la magnitud total del sufrimiento o al número de personas necesitadas?

Las razones para la compasión se desvanecen

La paradoja del desvanecimiento de la compasión generalmente se explica por dos enfoques diferentes.

1. Enfoque de sesgos cognitivos

El primer enfoque se centra en cómo las reacciones emocionales y las respuestas simpáticas de las personas se ven afectadas por diferentes sesgos cognitivos y limitaciones de pensamiento. Una de esas limitaciones está relacionada con nuestras habilidades numéricas.

A muchas personas les cuesta hacer sentido a los grandes números. Si bien es posible imaginar grupos de 10, 50 o 100, los tamaños de grupos más grandes se vuelven cada vez más difíciles de entender. Como resultado, las estadísticas abstractas sobre el sufrimiento humano a gran escala son difíciles de procesar, comprender y empatizar.

Otro sesgo es el “efecto víctima identificable”. Esto se refiere al hecho de que la información sobre víctimas individuales e identificables evoca imágenes mentales más vívidas que las noticias sobre desgracias generales y generalizadas. Las imágenes mentales detalladas facilitan relacionarse con la víctima en cuestión, ponerse en su lugar y empatizar con su sufrimiento. Como resultado, la compasión es mayor para las personas en lugar de para las multitudes más grandes.

2. Enfoque motivacional

El segundo enfoque se centra en cómo las personas sopesan los costos y beneficios de sus elecciones, lo que luego afecta su motivación para ayudar a los demás. Por ejemplo, ayudar a una víctima puede percibirse como más alcanzable que ayudar a cientos, miles o incluso millones de víctimas. La gran magnitud de algunos desastres puede abrumar a los posibles donantes y disuadir los comportamientos de ayuda porque se perciben como inútiles.

Además, al hacer una pequeña donación para una campaña de ayuda más grande, las personas pueden sentir que su contribución personal no hace mucha diferencia. Después de todo, ¿qué son 5 dólares en el contexto de una solicitud de ayuda de un millón de dólares?

De hecho, una donación en este contexto puede percibirse como menos impactante o significativa, y es probable que los sentimientos de recompensa emocional sean menores. Como resultado, la motivación para dar compasivamente suele ser menor que en el contexto de un desastre menor.

¿Qué podemos hacer con el desvanecimiento de la compasión?

La compasión humana y los actos asociados de ayuda o donación altruista son algo que debe celebrarse. Sin embargo, la paradoja del desvanecimiento de la compasión significa que algunos de los peores desastres reciben comparativamente poca ayuda. ¿Cómo podemos garantizar que las donaciones financieras se distribuyan de manera más equitativa y lleguen a quienes más las necesitan?

Una estrategia clave para aumentar la compasión por las masas es evitar estadísticas complejas. En cambio, generalmente es útil mostrar a las víctimas individuales de desgracias a gran escala. Al contar historias personales, el sufrimiento masivo se vuelve más identificable y, por lo tanto, más fácil de imaginar. Y aunque es poco probable que la experiencia de una sola persona sea representativa de todo un grupo de víctimas, podría proporcionar el impulso necesario para una respuesta compasiva.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Eva M. Krockow Ph.D.

La Dra. Eva Krockow, es investigadora sobre la toma de decisiones en la Universidad de Leicester.

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