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Verificado por Psychology Today

Resiliencia

¿Prefieres quejarte o ganar?

Diez consejos prácticos pueden llevarte del estancamiento al éxito.

Los puntos clave

  • La resolución proactiva de problemas distingue a los ganadores.
  • La responsabilidad genera éxito, la culpa te frena.
  • La resiliencia y la perseverancia conducen al éxito.
  • Los ganadores buscan soluciones, no excusas.
Source: Igor Omilaev/Unsplash
Sus actitudes, acciones y respuestas a los desafíos pueden desempeñar un papel importante en su éxito.
Source: Igor Omilaev/Unsplash

¿Por qué algunas personas parecen avanzar constantemente mientras otras están estancadas y permanecen en la misma silla haciendo el mismo trabajo durante años? ¿Podría haber una correlación entre los quejosos crónicos y los hacedores perpetuos?

En la búsqueda del éxito, es esencial distinguir entre comportamientos que impulsan a las personas hacia adelante y aquellos que las frenan. Comprender los rasgos tanto de los quejosos como de los ganadores puede tener un impacto significativo en nuestra vida personal y profesional. Aquí hay diez formas de diferenciar entre los dos:

  1. Un quejoso se centra en los problemas mientras que un ganador busca soluciones.
    Cuando se enfrentan a desafíos, los ganadores los abordan con una mentalidad proactiva, buscando formas de superar los obstáculos en lugar de insistir en ellos. No se trata de si pueden superar un desafío; la atención se centra en cómo.
  2. Un quejoso culpa a los demás por sus defectos, mientras que un ganador asume la responsabilidad de sus acciones.
    Los ganadores entienden que tienen control sobre sus elecciones y resultados y buscan activamente oportunidades para aprender y crecer a partir de sus experiencias.
  3. Un quejoso se desanima fácilmente por los contratiempos, mientras que un ganador ve el fracaso como información y una oportunidad de crecimiento.
    Los ganadores ven los fracasos como experiencias de aprendizaje valiosas que contribuyen a su desarrollo personal y profesional. El fracaso no constituye un fin; más bien, es un nuevo comienzo.
  4. Un quejoso pospone las cosas y pone excusas, mientras que un ganador toma medidas decisivas.
    Los ganadores son proactivos e ingeniosos y persiguen constantemente sus objetivos con determinación y perseverancia.
  5. Un quejoso busca la validación y la simpatía de los demás, mientras que un ganador mantiene la confianza y la seguridad en sí mismo.
    Los ganadores están motivados y son resilientes, confían en su motivación intrínseca para afrontar desafíos y reveses, siempre mirando hacia el objetivo más grande, sin importar lo lejos que pueda parecer.
  6. Un quejoso se queja de circunstancias que escapan a su control, mientras que un ganador se concentra en aquello en lo que puede influir.
    Los ganadores trabajan para controlar lo que pueden controlar y priorizan su energía y atención en aspectos de sus vidas en los que pueden marcar una diferencia significativa.
  7. Quien se queja se resiste al cambio y se aferra a lo familiar, mientras que quien gana abraza la innovación y la adaptación.
    Los ganadores reconocen que el crecimiento comienza donde termina la comodidad. El progreso a menudo requiere salir de la zona de confort y explorar nuevas posibilidades.
  8. Un quejoso se entrega a la negatividad y el pesimismo, mientras que un ganador cultiva el optimismo y una mentalidad positiva.
    Los ganadores mantienen una perspectiva esperanzadora, incluso frente a la adversidad, creyendo en su capacidad para superar los desafíos y alcanzar el éxito. Se centran en las variables controlables y trabajan con ellas, en lugar de contra ellas.
  9. Un quejoso se compara desfavorablemente con los demás, mientras que un ganador se centra en su propio progreso y crecimiento.
    Los ganadores entienden que el viaje de cada individuo es único y miden el éxito según sus propios estándares y logros. Soy yo contra mí, no yo contra todos los demás.
  10. Un quejoso se da por vencido cuando se enfrenta a dificultades, mientras que un ganador persevera con resiliencia y determinación.
    Los ganadores entienden que el éxito a menudo requiere paciencia y perseverancia, y permanecen comprometidos con sus objetivos incluso frente a la adversidad. Para muchos ganadores, una derrota es el combustible que necesitan para impulsarse a trabajar más que todos y tener éxito.

La distinción entre un quejoso y un ganador radica en las actitudes, acciones y respuestas a los desafíos. Al cultivar los rasgos de un ganador, como la resiliencia, la responsabilidad y la resolución proactiva de problemas, podemos desbloquear nuestro potencial para el éxito y la realización en todas las áreas de la vida.

Entonces, la próxima vez que te enfrentes a la adversidad, pregúntate: ¿Soy un quejoso o un ganador?

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Ruth Gotian Ed.D., M.S.

Ruth Gotian, Dra. en Educación Escribo, doy conferencias y entreno sobre cómo optimizar el éxito. Ofrezco las mejores prácticas obtenidas al entrevistar a personas increíblemente exitosas, incluidos premios Nobel, astronautas, directores ejecutivos de Fortune 500 y campeones olímpicos.

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