Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Ansiedad

Niños que son crueles con los animales: cuándo preocuparse

La crueldad con los animales puede ser normal o un foco rojo.

Perturbada por un grito agudo, la madre de Christopher de tres años entra en la sala de estar para encontrarlo balanceando a su nuevo gatito por la cola. La niñera de Juan de cinco años, es testigo de cómo Juan sopla repetidamente con una bocina en la oreja de su perro, riéndose de la angustia obvia del animal. El hermano mayor de Lalo de diez años, lo descubre poniendo una llama en la patita del conejillo de indias de la familia.

Desde la década de 1970, la investigación ha reportado constantemente la crueldad infantil hacia los animales como la primera señal de advertencia de delincuencia, violencia y comportamiento criminal posteriores. De hecho, casi todos los autores de crímenes violentos tienen un historial de crueldad animal en sus perfiles. Albert de Salvo, el estrangulador de Boston declarado culpable de matar a 13 mujeres, disparaba flechas a perros y gatos que atrapaba cuando era niño. Los tiradores de Columbine, Eric Harris y Dylan Klebold, se jactaban de mutilar animales por diversión.

Al mismo tiempo, la mayoría de los padres se han sentido molestos por algún tipo de crueldad infantil hacia los animales, ya sea quitar las patas de un insecto o sentarse encima de un cachorro. Luchamos por entender por qué cualquier niño maltrataría a un animal. Pero, ¿cuándo deberíamos preocuparnos? ¿Dónde está la línea entre un asesino en serie en ciernes como Jeffrey Dahmer y la curiosidad y la experimentación normales?

Motivaciones detrás de la crueldad animal

Más comúnmente, los niños que abusan de los animales han sido testigos o experimentado abuso ellos mismos. Por ejemplo, las estadísticas muestran que el 30 por ciento de los niños que han sido testigos de violencia doméstica llevan a cabo un tipo similar de violencia contra sus mascotas. De hecho, el vínculo entre el abuso de animales y la violencia interpersonal es tan conocido, que muchas comunidades estadounidenses ahora entrenan a las agencias de servicios sociales y control de animales en cómo reconocer los signos de abuso de animales como posibles indicadores de otros comportamientos abusivos.

Si bien los motivos infantiles y adolescentes para la crueldad animal no han sido bien investigados, hay entrevistas que sugieren una serie de motivaciones adicionales relacionadas con su desarrollo:

  • "Curiosidad o exploración (es decir, el animal es herido o muerto en el proceso de ser examinado, generalmente por un niño pequeño o con retraso en el desarrollo).
  • Presión de los compañeros (por ejemplo, los compañeros pueden fomentar el abuso de animales o requerirlo como parte de un rito de iniciación).
  • Mejora del estado de ánimo (por ejemplo, el abuso de animales se usa para aliviar el aburrimiento o la depresión).
  • Gratificación sexual (es decir, zoofilia).
  • Abuso forzado (es decir, el niño es obligado a abusar de animales por un individuo más poderoso).
  • El apego a un animal (por ejemplo, el niño mata a un animal para evitar que otra persona lo torture).
  • Fobias animales (que causan un ataque preventivo contra un animal temido).
  • Identificación con el abusador del niño (por ejemplo, un niño victimizado puede tratar de recuperar una sensación de poder victimizando a un animal más vulnerable).
  • Juego postraumático (es decir, recrear episodios violentos con una víctima animal).
  • Imitación (es decir, copiar la "disciplina" abusiva de los animales de un padre u otro adulto).
  • Autolesión (es decir, usar un animal para infligir lesiones en el propio cuerpo del niño).
  • Ensayo de violencia interpersonal (es decir, "practicar" violencia contra animales callejeros o mascotas antes de participar en actos violentos contra otras personas).
  • Vehículo por abuso emocional (por ejemplo, herir a la mascota de un hermano para asustar al hermano).

Crueldad animal: ¿Hay tipos de abusadores?

No conozco que exista ninguna tipología formal para los niños que abusan de los animales. Sin embargo, como regla general, puede ser útil utilizar las siguientes pautas para tratar de evaluar si el problema es grave o puede abordarse fácilmente. Advertencia: Estas son pautas generales y cada situación debe evaluarse individualmente.

El experimentador: (edades 1-6 o retraso en el desarrollo). Este es generalmente un niño en edad preescolar que no ha desarrollado la madurez cognitiva para entender que los animales tienen sentimientos y no deben ser tratados como juguetes. Esta puede ser la primera mascota del niño o no tiene mucha experiencia o entrenamiento sobre cómo cuidar una variedad de animales.

Qué hacer: Hasta cierto punto, por supuesto, esto depende de la edad y el desarrollo del niño. En general hay que explicarle al niño que no está bien golpear o maltratar a un animal, ya que no está bien golpear o maltratar a otro niño. Es probable que las intervenciones de educación humana (enseñar a los niños a ser amables, cuidar y nutrir a los animales) por parte de padres, proveedores de cuidado de niños y maestros sean suficientes para alentar la desistencia del abuso de animales en estos niños.

El "grito de ayuda" del Abusador: (6/7 - 12). Este es un niño que intelectualmente entiende que no está bien herir a los animales. Este comportamiento no se debe a una falta de educación, en cambio, es más probable que el abuso de animales sea un síntoma de un problema psicológico más profundo. Como se señaló anteriormente, varios estudios han relacionado el abuso infantil de animales con la violencia doméstica en el hogar, así como el abuso físico o sexual infantil.

Qué hacer: Buscar asistencia profesional. Si bien soy un gran creyente en las habilidades de los padres para soportar muchos de los altibajos normales de la crianza de los hijos sin asistencia profesional, esta es una excepción. No es "normal" que un niño de esta edad maltrate intencionalmente a un animal.

El abusador con desórdenes de conducta: Adolescentes (12 +) que abusan de los animales casi siempre participan en otros comportamientos antisociales: abuso de sustancias, actividades de pandillas. A veces, el abuso de los animales está en conjunción con un grupo desviado de pares (un rito de iniciación o como resultado de la presión de los compañeros), mientras que otras veces se puede utilizar como una forma de aliviar el aburrimiento o lograr una sensación de control.

Qué hacer: Obtén ayuda profesional inmediatamente. Si es posible, obtén el apoyo de amigos, familiares e incluso maestros.

Conclusión

Cada acto de violencia cometido contra un animal no es una señal de que una persona vaya a llegar a ser un maníaco homicida. Particularmente con los niños pequeños, cuya exuberancia natural y curiosidad pueden llevar a algunas experiencias desagradables para sus mascotas, está bien ignorar un lapso ocasional en el juicio mientras continúas educando al niño sobre el tratamiento humano de los animales.

Sin embargo, encerrar a una mascota dentro de un espacio cerrado, atacar violentamente a una mascota después de tener problemas con un padre, o disfrutar de ver a un animal con dolor son todas "señales de alerta" que indican la necesidad de una intervención profesional. Esto es particularmente cierto cuando el niño tiene la madurez cognitiva para entender que lo que está haciendo está mal, y lo hace repetidamente de todos modos.

A version of this article originally appeared in Inglés.

publicidad
Acerca de
Joni E Johnston Psy.D.

Joni E. Johnston, Doctora en Psicología, es psicóloga clínica/forense, investigadora privada, autora y conductora del canal de YouTube y podcast "Unmasking a Murderer".

Más de Joni E Johnston Psy.D.
Más de Psychology Today
Más de Joni E Johnston Psy.D.
Más de Psychology Today