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Verificado por Psychology Today

Luna Vandoorne/Shutterstock

Identidad

Revisado por el personal de Psychology Today

La identidad abarca los recuerdos, experiencias, relaciones y valores que crean el sentido de sí mismo. Esta amalgama crea un sentido constante de quiénes somos a lo largo del tiempo, incluso cuando se desarrollan e incorporan nuevas facetas en nuestra identidad.

¿Qué es la identidad?
Gurby/Shutterstock

Todo el mundo tiene preguntas existenciales como, "¿quién soy yo? Y, “¿quién quiero que sea mi yo del futuro?” Razón por la cual puede ser que la respuesta sea tan compleja.

La identidad incluye las relaciones que las personas cultivan, como su identidad como hijos, amigos, parejas y padres. Implica características externas sobre las cuales una persona tiene poco o ningún control, como la altura, la raza o la clase socioeconómica. La identidad también abarca opiniones políticas, actitudes morales y creencias religiosas, todas las cuales guían las decisiones que tomamos a diario.

Las personas que están demasiado preocupadas por la impresión que causan, o que sienten que un aspecto central de sí mismas, como el género o la sexualidad, no se está expresando, pueden luchar mucho con su identidad. Reflexionar sobre la discrepancia entre quiénes somos y quién queremos ser puede convertirse en un poderoso catalizador para el cambio.

¿Qué define la identidad?

La identidad abarca los valores que las personas tienen y que dictan las decisiones que toman. Una identidad contiene múltiples roles, como ser madre, maestro y ciudadano de determinado país, y cada rol tiene un significado y expectativas que se internalizan en nuestra identidad. La identidad continúa evolucionando a lo largo de la vida de un individuo.

 

¿Cómo se forma la identidad?

La formación de la identidad implica tres tareas clave: descubrir y desarrollar nuestro potencial, elegir el propósito en la vida y encontrar oportunidades para ejercer ese potencial y propósito. La identidad también está influenciada por padres y compañeros durante la infancia y la experimentación en la adolescencia.

 

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Cómo ser auténtico
Liderina/Shutterstock

Un hambre de autenticidad nos guía en todas las etapas y aspectos de la vida. Impulsa nuestras exploraciones en el trabajo, las relaciones, el juego y la oración. Los adolescentes y los veinteañeros prueban amigos, modas, pasatiempos, trabajos, amantes, ubicaciones y arreglos de vida para ver qué encaja y qué definen como "no soy yo." Aquellos en la mediana edad profundizan los compromisos con la carrera, la comunidad, la fe y la familia que coinciden con su imagen de sí mismos, o se sienten atrapados en existencias que no les parecen propias. Los ancianos consideran sus elecciones de vida con arrepentimiento o satisfacción basados en gran medida en si fueron "honestos" consigo mismos.

La autenticidad es también una piedra angular de la salud mental. Se correlaciona con muchos aspectos del bienestar psicológico, incluidas la vitalidad, la autoestima y las habilidades de afrontamiento. Actuar de acuerdo con el núcleo de uno mismo, un rasgo llamado autodeterminación, es clasificado por algunos expertos como una de las tres necesidades psicológicas básicas, junto con la competencia y un sentido de afinidad.

¿Cómo vivo auténticamente?

Todos internalizamos inconscientemente convenciones y expectativas que dictan cómo creemos que debemos pensar o comportarnos. La decisión de examinar o cuestionar esas suposiciones, aunque sea difícil, es el primer paso para vivir de manera más auténtica. 

 

¿Cómo puedo equilibrar ser auténtico y encajar?

Puede haber tensión entre ser totalmente uno mismo y operar con éxito en nuestras relaciones y carrera. Nadie debe ser completamente engañoso o completamente directo; un principio rector para lograr un equilibrio es que mientras no nos veamos obligados a actuar en oposición a nuestros valores o personalidad, se puede justificar un poco de autocontrol.

 

Teorías de la identidad

El psicólogo Erik Erikson propuso una de las teorías más perdurables sobre el desarrollo. Erikson divide el ciclo de vida en ocho etapas donde cada una contiene un conflicto, y la resolución de esos conflictos conduce al desarrollo de la personalidad. Erikson cree que el conflicto que ocurre durante la adolescencia es “identidad versus confusión de roles.”

Los adolescentes lidian con tantos aspectos diferentes de la identidad, desde elegir un camino profesional hasta cultivar creencias morales y políticas; y convertirse en amigos o parejas. La confusión de roles se refiere a la incapacidad de comprometerse con un camino. Los adolescentes luego pasan por un período de experimentación antes de comprometerse, reconciliando las piezas de su identidad y emergiendo a la edad adulta.

La formación de la identidad es más aguda durante la adolescencia, pero el proceso no se detiene después de la adolescencia. Asumir un nuevo rol, como convertirse en padre, puede hacer que la autodefinición sea un proceso de por vida.

A medida que una persona crece, la tendencia general es hacia el logro de la identidad. Pero los trastornos importantes de la vida, como el divorcio, la jubilación o la muerte de un ser querido, a menudo llevan a las personas a explorar y redefinir sus identidades.

¿Cómo entendía Freud la identidad?

Según el marco psicoanalítico de Freud, la mente está compuesta por el ello, impulsado por el instinto y el deseo, el superego, impulsado por la moral y los valores, y el ego que modera a los dos y crea la propia identidad. Muchas características contribuyen al funcionamiento del ego, incluidas la visión, la agencia, la empatía y el propósito.

 

¿Cómo comprendía Erik Erikson la identidad?

Erik Erikson propuso una teoría del desarrollo basada en diferentes etapas de la vida. También acuñó el término "identidad del ego", que concibió como un sentido duradero y continuo de quién es una persona. La identidad del ego ayuda a fusionar todas las diferentes versiones de uno mismo (el yo padre, el yo de carrera, el yo sexual) en un todo cohesivo, de modo que si ocurre un desastre, hay un sentido estable de sí mismo.

 

Lecturas esenciales