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Verificado por Psychology Today

Belleza

Por qué y cuándo lo familiar se siente bien

A veces queremos novedad, pero a menudo preferimos el confort de lo familiar.

Los puntos clave

  • Los estudios muestran que la familiaridad puede ser un poderoso impulsor del gusto.
  • Nos gusta lo familiar aún más cuando pensamos que no podremos volver a experimentarlo.
  • Las personas que se mueven mucho muestran una mayor preferencia por la familiaridad.
DanaTentis / Pixabay
Source: DanaTentis / Pixabay

Imagina que es la Víspera de Año Nuevo, y tu resolución para los próximos 12 meses es ahorrar dinero al no comer fuera durante el próximo año o mejorar tu salud al renunciar a la cerveza. ¿Pruebas ese nuevo restaurante con excelentes críticas por su cocina innovadora, o te decides por un viejo favorito?

¿Pides esa nueva cerveza IPA de la que te habló tu amigo o te quedas con tu cerveza habitual? Yuji Winet y Ed O'Brien (2023) hicieron preguntas como estas a las personas en una serie de experimentos recientes.

Descubrieron que cuando se enfrentan a estas opciones, lo probado y verdadero se vuelve más atractivo que cuando las experiencias futuras de las personas no están limitadas de esta manera. Aunque anhelamos nuevas experiencias, los investigadores descubrieron que nuestra atracción por lo familiar aumenta cuando nos enfrentamos a oportunidades limitadas de experimentar algo.

El mero efecto de exposición

La familiaridad puede ser algo poderoso. En una serie de experimentos clásicos, Robert Zajonc (1968; 1980; 1993) demostró que exponer repetidamente a las personas a estímulos desconocidos, como los caracteres en mandarín presentados a personas que no hablan mandarín, aumentaba su gusto por ellos. Encontró las mismas cosas para piezas de arte e incluso formas.

Zajonc denominó a este fenómeno el "mero efecto de exposición". Este efecto ayuda a explicar por qué las compañías discográficas a veces pagan a las estaciones de radio y otras emisoras para que pongan nuevas canciones en una rotación pesada, una práctica conocida como "payola", y por qué los estudios de cine cubren las ondas con trailers de nuevas películas poco antes de su lanzamiento. También ayuda a explicar cómo hacemos amigos. Experimentos de Harry Reis y sus colegas (2011) han encontrado que cuando dos extraños interactúan en un laboratorio y tienen conversaciones más largas, informan que se gustan más que cuando esas conversaciones son más cortas.

¿Por qué lo familiar se siente bien?

¿Por qué lo familiar es tan atractivo? Una explicación es que se necesita menos esfuerzo mental para procesar la interacción cuando nos encontramos con alguien o algo familiar. Nuestras capacidades mentales son grandes pero no infinitas.

Como resultado, los humanos tienden a conservar la energía mental cuando pueden. Los estímulos familiares tienden a ser más fáciles de procesar que los novedosos. Sabemos qué esperar de un parque, restaurante o persona que conocemos bien.

Y en un nivel más básico, los estímulos familiares son más "perceptualmente fluidos" o más fáciles de procesar que los nuevos. Esta fluidez tiende a ponernos de buen humor, lo que puede explicar por qué nos gustan las cosas familiares (Reber, Winkielman y Schwarz, 1998).

Otra razón para preferir lo familiar tiene que ver con nuestra psicología evolucionada. Nuestras mentes están diseñadas, entre otras cosas, para mantenernos a salvo de posibles amenazas ambientales. Basándose en esta lógica, generalmente, un lugar, una persona o un alimento que hemos encontrado repetidamente sin ser dañados se prefiere en comparación con los nuevos cuyo potencial para ayudarnos o lastimarnos es desconocido (Borenstein, 1989).

El principio dorado de la familiaridad

Pero puede haber un límite en el vínculo entre la familiaridad y el gusto. Un metanálisis reciente de décadas de estudios sobre el mero efecto de la exposición encuentra que demasiada familiaridad puede disminuir el gusto (Montoya et al., 2017). Las exposiciones repetidas tienden a aumentar el gusto hasta cierto punto, pero luego el efecto se invierte. Piensa en una letra "U" al revés y tendrás una imagen bastante buena de esta relación.

Piensa en tu comida favorita. Tal vez sean hamburguesas con queso, foie gras o poke bowls. ¿Quieres un poco para cenar? Ahora imagina que esta fuera tu cena todas las noches durante seis meses.

Con el tiempo, las investigaciones sugieren que comerías cantidades cada vez más pequeñas de la misma. Algunos han sugerido que esta podría ser una estrategia de pérdida de peso muy eficaz (Epstein et al., 2009).

Los seres humanos, al igual que otros organismos, tienden a habituarse a los estímulos con el tiempo. Por lo tanto, aunque podamos preferir lo familiar, corremos el riesgo de aburrirnos o insensibilizarnos en muchas circunstancias si nos excedemos.

¿Quién prefiere lo familiar?

Otro factor que afecta nuestra preferencia por la familiaridad es cuánto nos hemos movido (Oishi et al., 2012). En comparación con aquellos que se han mudado con menos frecuencia, las personas con mayor "movilidad residencial" tienen más probabilidades de preferir cadenas nacionales como Chili's o Whole Foods que negocios independientes o cadenas regionales.

También muestran efectos de mera exposición más fuertes en entornos experimentales. ¿Por qué podría ser esto? Shige Oishi, autor principal de estos estudios, sostiene que "encontrarse en una 'tierra extraña' evoca el deseo de objetos familiares".

Conclusión

A veces, nos sentimos atraídos por la emoción de lo nuevo. Pero otras veces, anhelamos la comodidad de lo familiar. Un creciente cuerpo de investigación psicológica puede ayudarnos a comprender cuándo y por qué.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Courtesy Michael Varnum, Ph.D.

El Dr. Michael E. W. Varnum, es profesor asociado y jefe de psicología social en el departamento de psicología de la Universidad Estatal de Arizona.

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