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Verificado por Psychology Today

Engaño

7 Formas de diferenciar las mentiras cotidianas de las mentiras patológicas

¿Cuál es la línea entre la mentira inofensiva y la compulsión inevitable?

Los puntos clave

  • Todo el mundo miente en algún momento, y estas mentiras ocasionales adoptan diferentes formas.
  • Las mentiras piadosas, inofensivas y bien intencionadas, se cuentan para proteger los sentimientos de alguien.
  • La mentira patológica, distinta de las mentiras ocasionales, parece desafiar la lógica.
Annie Sprat / Unsplash
Annie Sprat / Unsplash

Es casi imposible vivir la vida sin mentir. Ya sean las corteses mentiras blancas o un engaño calculado, todos mienten en algún lugar del espectro. La mentira patológica, sin embargo, trasciende la falsedad ocasional. Es un patrón implacable de fabricación que desafía la explicación fácil.

Como el mentiroso suele estar bien versado en el arte de modificar o maquillar la verdad, la mentira patológica puede ser extremadamente difícil de detectar y desentrañar. Sin embargo, investigaciones recientes han facilitado la detección, evaluación y comprensión de este comportamiento.

Mentiras ocasionales versus mentiras patológicas

Aunque algunos no estén dispuestos a admitirlo, todos mienten en algún momento u otro, y estas mentiras ocasionales adoptan diferentes formas. Si bien mentir generalmente está mal visto, algunas formas de mentir pueden ser relativamente inofensivas, mientras que otras pueden ser más engañosas y falaces. Según la investigación, las mentiras ocasionales se pueden clasificar en tres categorías: mentiras piadosas, mentiras grises y mentiras reales.

  • Mentiras blancas. Estas son mentiras inofensivas, a menudo bien intencionadas, dichas para evitar los sentimientos de alguien o evitar conflictos o molestias innecesarios. Por lo general, tienen consecuencias mínimas y, en general, son socialmente aceptables. Por ejemplo, elogiar la cocina de tu tía, incluso si la comida no fue de tu agrado, por ser cortés y mantener la armonía.
  • Las mentiras grises no encajan prolijamente en las categorías de mentiras piadosas o mentiras verdaderas. No son necesariamente tan maliciosas como las mentiras verdaderas, pero son más serias que las mentiras piadosas. Las mentiras grises se pueden usar para evitar conflictos o molestias innecesarias, pero es posible que no siempre tengan las intenciones puras de las mentiras piadosas. Ejemplos de estos incluyen mentiras de omisión, no mencionar hechos importantes al comunicarse, que pueden ser tan engañosas como mentir directamente. Por ejemplo, no mencionarle a tu amigo que su pareja ha estado coqueteando con otra persona, a pesar de que tú lo presenciaste. Otra categoría de mentiras grises son las de exageración, que inflan o embellecen la verdad para hacer una historia más interesante o para impresionar a otros. Por ejemplo, alardear de cuántas press de banca puedes hacer exagerando tu capacidad de peso.
  • Mentiras reales. Las mentiras reales son falsedades más engañosas y deliberadas con la intención de obtener ventajas personales, ocultar irregularidades o manipular a otros. Por lo general, son poco frecuentes, pero se planifican y ejecutan por razones particulares, y pueden tener consecuencias sociales y legales negativas. Por ejemplo, afirmar falsamente que tu teléfono fue robado para obtener un reemplazo de una compañía de seguros cuando simplemente se perdió.

La mentira patológica como tendencia, distinta de todas las mentiras ocasionales, parece desafiar la lógica. La mayoría de los mentirosos patológicos informan una incapacidad para dejar de mentir, incluso cuando quieren hacerlo. Además de eso, este comportamiento es compulsivo; lo que significa que los mentirosos a menudo no pueden citar una motivación clara para su necesidad de mentir repetidamente.

Según un estudio, la mentira patológica es un trastorno caracterizado por una compulsión a fabricar información habitualmente, a menudo sin una razón aparente. A los mentirosos patológicos les resulta difícil controlar su deshonestidad, y mentir puede convertirse en una parte habitual de sus vidas.

Sus mentiras a menudo son provocadas por el deseo de evitar la vergüenza o el conflicto. Este comportamiento generalmente incluye elaborar historias elaboradas para impresionar a otros y agregar más mentiras cuando se enfrentan a preguntas, lo que lleva a los oyentes a aceptar sus falsedades como realidad. Los investigadores afirman que los mentirosos patológicos se caracterizan por cinco rasgos:

  1. Son grandes narradores con ficción vívida, dramática, fantástica y detallada
  2. Sus mentiras pueden ser convincentes, ya que tienden a retratarse a sí mismos como artistas naturales.
  3. A menudo tienden a retratarse a sí mismos como víctimas o héroes en sus mentiras
  4. A través del recuento repetido de sus mentiras, tienden a creer que sus mentiras son realidades.
  5. Cuando se enfrentan o entablan una conversación, tienden a hablar sin descanso sin ser específicos sobre la pregunta y actúan de manera desproporcionada sin establecer un objetivo claro, evitando respuestas directas y comportándose de una manera que carece de una intención clara.

Cómo se puede detectar y medir la mentira patológica

Reconocer la mentira patológica puede ser increíblemente desafiante, pero un reciente estudio con el objetivo de desarrollar una escala de autoevaluación en Psychiatric Research and Clinical Practice mide estos comportamientos. Para realizar la evaluación, podemos considerar cada uno de los siete ítems del cuestionario y cuán fuertemente estamos de acuerdo o en desacuerdo con ellos.

  1. Mis comportamientos mentirosos han resultado en un deterioro en mi ocupación, relaciones sociales, finanzas y contextos legales.
  2. Mis mentiras me causan una angustia significativa.
  3. Mis mentiras me han puesto a mí o a otros en peligro.
  4. Mentir es algo fuera de mi control.
  5. Después de mentir, me siento menos ansioso.
  6. Mis mentiras tienden a crecer a partir de una mentira inicial.
  7. La mayoría de las mentiras que digo no tienen ningún motivo.

Según los investigadores, los mentirosos patológicos enfrentan mayores desafíos en el día a día en términos de bienestar emocional, social, legal y financiero, afirmando que “informaron mayor angustia, deterioro del funcionamiento y más peligro que las personas que no se consideran mentirosos patológicos”.

La mentira patológica, con su persistente necesidad de fabricar información, puede afectar significativamente el bienestar general de uno. Erosiona la confianza en las relaciones, lo que dificulta mantener conexiones genuinas con los demás. Este patrón de deshonestidad puede provocar angustia emocional y ansiedad a medida que el mentiroso se enreda en su propia red de mentiras.

En casos severos, la mentira patológica puede provocar problemas legales e inestabilidad financiera, lo que agrava aún más el costo que tiene para la salud emocional, social e incluso física. Reconocer y abordar la mentira patológica es crucial para preservar nuestro bienestar y fomentar relaciones más sanas y auténticas.

Conclusión

En el espectro del engaño, la mentira patológica se erige como una anomalía compleja. Más frecuente e incontrolable que una mentira ocasional, es un patrón generalizado de manipulación y desempeño que desafía la clasificación fácil, y que a menudo resulta perjudicial para nuestro bienestar. Sin embargo, ahora estamos mejor equipados para identificar y medir este comportamiento.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Mark Travers Ph.D.

El Dr. Mark Travers, es un psicólogo estadounidense con títulos de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.

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