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Por días, semanas o incluso meses después de perder a alguien, podrías despertar en la mañana con una tristeza abrumadora. Puede sentirse como una pesadez aplastando tu pecho, y empieza antes de que tu mente consciente despierte para recordarte de lo que perdiste. No fue solo un mal sueño.
Las muertes de familiares, amigos y parejas pueden ser tan devastadoras que toda tu orientación en la vida se siente perdida, y la manera en la que tu cerebro y mente reaccionan inicialmente al trauma podría confundirte. Pero no hay una manera incorrecta de responder a la pérdida. No te juzgues.
Estas son cosas que debes saber para ayudarte a pasar por el duelo y sanar después de una pérdida.
1. El duelo es un proceso saludable y necesario
Lo primero que necesitas entender sobre el duelo es que no puedes eliminarlo y no deberías intentarlo. El amor perdido es doloroso. Simplemente lo es. El duelo es una parte esencial de la positividad realista, el tipo de pensamiento en el que aceptamos lo que es y trabajamos hacia lo que es posible, como la aceptación y reconocimiento de “lo que es”. Intentar evitar el duelo no ayudará y solamente incrementará y prolongará tu sufrimiento. A menos que proceses el duelo cuando ocurre la pérdida, tus emociones se quedarán estancadas en tu sistema, tanto en mente como en cuerpo. El duelo se quedará contigo como energía en tu inconsciente, afectando tu vida hasta que la descubras y la proceses.
Permitir que tus sentimientos te absorban y quedarte con ellos por un rato en una manera abierta y no crítica es un método profundo de sanación. Aunque podrías imaginarte lo peor al considerar lo que pasará si te permites sentir tus sentimientos, que durarán para siempre e incluso podrían hundirte en lo profundo, este no es el caso. Eventualmente los sentimientos disminuirán y tú seguirás adelante con el proceso de duelo.
2. Construyes resiliencia honrando y reemplazando lo que perdiste.
Con frecuencia, cuando un ser querido muere, pierdes muchas cosas a la vez: la persona, tu relación esa persona, una manera de vivir, los planes que tenían y más. Reemplazar lo que perdiste en una situación de esta magnitud no sucederá de inmediato y no será fácil, pero es necesario, porque tu propia vida todavía merece ser lo mejor posible, a pesar de que alguien que amas ya no está contigo.
Reemplazar tu pérdida no significa olvidar a la persona que ha muerto; significa encontrar una nueva persona o personas para llenar el papel de amigo, amante o mentor. Requiere permitirte el tiempo para lamentar la muerte por completo y dejar ir las expectativas de llenar los zapatos de esa persona de la misma manera. Reemplazar una pérdida requiere una consciencia de tus necesidades y la voluntad de buscar a otros para satisfacerlas. Requiere autocompasión y paciencia conforme encuentras tu nuevo camino hacia delante.
Tal vez ningún evento tiene más probabilidades de provocar el aislamiento que el trauma de perder a un ser querido, pero necesitas buscar ayuda para recuperarte. Por supuesto, si estás leyendo esto entre la pandemia de COVID-19, sabes qué tan difícil puede ser esto desde un punto de vista logístico. Alejarte de ti mismo y enfocarte en las necesidades de alguien más en lugar de las propias es una manera probada de sanar, puedes hacer voluntariado para enseñar a niños en línea o adoptar una mascota que necesite cuidados y un hogar amoroso. Y usa Zoom y otros tipos de visitas socialmente distantes para mantener la conexión con amigos y familiares que también estén viviendo el duelo. Pueden ayudarse mutuamente a sanar.
3. A través de una pérdida, aprendes a valorar la vida
La muerte nos enseña que cada momento cuenta, que debemos vivir y amar con plenitud, sabiendo que tal vez no tendremos otra oportunidad. Este conocimiento puede ayudarte a tomar mejores decisiones y afectar la manera en la que experimentas la vida. La pérdida de un ser querido crea una oportunidad para profundizar conexiones existentes o crear nuevas. Puede impulsarte a conocer nuevas personas y explorar nuevas maneras de lograr la afirmación y el amor que necesitas.
Muchas personas dicen que se volvieron más consideradas, amorosas y compasivas después de perder a alguien que amas. Con frecuencia, el fuego de este tipo de experiencia es el que quema todo lo falso y lo que no te sirve y al elevarte de las cenizas, puedes volverte tu yo más auténtico y mejor.
A través de tus recuerdos y tu amor y tu vida, la persona que perdiste nunca se va por completo. Sigue contigo por quien te convertiste al estar con ella: realmente es parte de tu vida y vive a través de ti. Honras su memoria viviendo tu mejor vida posible.
Imagen de Facebook/LinkedIn: fizkes/Shutterstock
A version of this article originally appeared in Inglés.
