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Verificado por Psychology Today

Experiencias Adversas en la Infancia

Trampas de pensamiento que no te permiten liberarte de heridas de la infancia

Libera estas 7 mentalidades para abrir la puerta a una recuperación total.

Los puntos clave

  • El tiempo y la fuerza de voluntad no bastan para alterar recuerdos abrumadores y perturbadores de la infancia.
  • 7 trampas de pensamiento pueden impedir que los supervivientes de adversidades infantiles logren sanar.
  • Disputar estos pensamientos puede abrirnos a sanar finalmente.

Afortunadamente, existen nuevos tratamientos eficaces que curan las heridas internas ocultas del trauma, incluso cuando esa herida ocurrió hace mucho tiempo, en la infancia. Sin embargo, existen mentalidades comunes que impiden que los sobrevivientes de experiencias infantiles adversas (ACE por sus siglas en inglés) encuentren la ayuda que necesitan para recuperarse por completo. Esta publicación explora siete de estas trampas de pensamiento:

  1. Soy un adulto. Debería superarlo. Si todo lo que se necesitara para sanar fuera fuerza de voluntad, habría muchos menos adultos emocionalmente heridos. El trauma, por definición, abruma las capacidades actuales de afrontamiento. Los recuerdos traumáticos quedan grabados de forma duradera en el cerebro, en gran medida por debajo de la conciencia. Es incluso más probable que las heridas internas de las ACE persistan porque ocurren antes de que el cerebro haya madurado lo suficiente como para hacer frente a eventos profundamente perturbadores. Las habilidades de afrontamiento normales que se aprenden en la edad adulta suelen ser insuficientes para calmar, modificar y curar heridas profundas y ocultas. Sin embargo, las habilidades que cambian de forma duradera el recuerdo perturbador se pueden aprender de un terapeuta especializado en traumatología, a veces de una buena guía escrita o, a veces, de una combinación de ambos.
  2. El tiempo sanará mis heridas internas. Quizás te preguntes: “¿he sanado con el tiempo hasta ahora?” Las heridas emocionales profundas tienden a persistir en el tiempo y a menudo empeoran, tal vez aflorando en momentos de estrés, pérdida de control o envejecimiento. En lugar de esperar pasivamente a que llegue el momento de sanar, los sobrevivientes resilientes buscan y aplican activamente métodos de curación.
  3. Debería simplemente “seguir luchando” por mi cuenta. En realidad, los soldados eficaces cuentan con un amplio sistema de apoyo, que va desde equipos hasta amigos, y una amplia gama de otros apoyos. Están capacitados para solicitar el apoyo necesario. Reconocer que se necesita ayuda es un signo de sabiduría, no de debilidad.
  4. Nadie que no haya pasado por lo que yo pasé puede entenderme o ayudarme. Aquellos que han pasado por lo mismo que tú a menudo pueden identificarse. Podrían ser de gran ayuda, especialmente una vez que hayan aprendido a curar sus propias heridas internas. Por otro lado, algunas personas parecen tener un don natural para la compasión y pueden sentir empatía incluso cuando no han experimentado lo mismo que tú. Piensa, por ejemplo, en un psicólogo de trauma compasivo, que esté capacitado en las artes curativas y haya adquirido comodidad y experiencia en el tratamiento de los tipos de heridas internas que tú has experimentado.
  5. La gente me rechazará si conocen mis secretos. Los secretos nos enferman. Es posible que algunas personas te rechacen si revelas tus secretos. También es posible que otros admiren tu valentía por persistir a pesar de tus heridas y respeten tu deseo de superar tu pasado, incluidas las decisiones imprudentes que tomaste al tratar de sobrellevar tu dolor. En AA, por ejemplo, las personas buscan a una persona de apoyo de confianza que les ayude durante el proceso de recuperación. Un psicólogo de trauma experimentado también ayuda a sus pacientes a sanar, sin juzgarlos ni avergonzarlos. Los supervivientes resilientes saben que los malos tratos y los errores cometidos en el pasado no los definen ni los descalifican para crear una vida satisfactoria.
  6. Nunca volveré a sentirme feliz. El trauma y la agitación emocional pueden adormecer los sentimientos y la capacidad de sentir felicidad. Muchos se sorprenden al descubrir que, al otro lado del procesamiento de recuerdos dolorosos, está la capacidad de sentir una felicidad mucho mayor.
  7. Probé la terapia antes. No ayudó. La terapia equivocada o el psicólogo equivocado pueden llevarnos a concluir que toda terapia es inútil. Por ejemplo, las terapias que se basan principalmente en hablar sobre pensamientos y sentimientos podrían no ser la mejor opción, al menos inicialmente. No olvides que los recuerdos del trauma residen en el lado no verbal del cerebro derecho, con sus fuertes conexiones con las regiones emocionales y de supervivencia del cerebro. Intentar hablar sobre esos recuerdos (un proceso del lado izquierdo del cerebro) puede resultar difícil, ineficaz o incluso retraumatizante. Las nuevas estrategias ascendentes podrían ser el mejor punto de partida. Estas estrategias comienzan procesando suavemente las sensaciones, emociones y/o imágenes corporales de manera que minimicen las reacciones desagradables. Con el tiempo, el superviviente puede recordar e incluso hablar sobre el recuerdo original sin perturbaciones emocionales indebidas.

Si eres una persona que ha sufrido excesivamente durante años como resultado de ACE no resueltas, ten la seguridad de que puedes encontrar ayuda muy eficaz. Liberar las siete mentalidades puede abrir tu mente para encontrar la ayuda adecuada. La búsqueda para encontrarla y utilizarla bien vale la pena.

Puedes encontrar a un psicólogo cerca de ti en el Directorio de Psychology Today.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Glenn R. Schiraldi Ph.D.

El Dr. Glenn R. Schiraldi, ha sido parte de las facultades de manejo del estrés en El Pentágono, la International Critical Incident Stress Foundation, Y la Universidad de Maryland. Su libro más reciente es The Adverse Childhood Experiences Recovery Workbook.

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