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Jaime había estado saliendo con Nadia por cuatro meses y todo parecía ir bien, excepto que Jaime no podía sacarse de la cabeza que Nadia había tenido relaciones íntimas con otros hombres en el pasado. A pesar de que sentía que la comunicación entre ambos iba bien; a pesar de que el sexo entre ellos era sumamente apasionado; y a pesar de que Nadia le dijo que lo amaba, Jaime seguía enganchado con pensamientos de Nadia con otros hombres.
Los celos retrospectivos, o celos por el pasado de una pareja, son un problema común entre las parejas. Tal vez sintamos que su pasado es algo que amenaza la relación actual, así que no dejamos de pensar en ello. Para Jaime, eso pensamientos no dejaban de provocarle ansiedad:
- Me pregunto si su ex era mejor amante que yo.
- Me pregunto si le gustaría regresar con él.
- Me pregunto si estará pensando en como todo era excelente con él.
- Me pregunto si deseará a otros hombres y me rechazará a mí.
Jaime era capaz de reconocer que la relación iba bien, pero también reconocía que esos pensamientos lo plagaban. Las experiencias pasadas de su novia le generaban una sensación de incertidumbre: "no sé qué siente hacia ellos", y una sensación de falta de control, "no puedo evitar que fantasee." Pensaba que los pensamientos y sentimientos de Nadia sobre el pasado eran una amenaza para su relación actual.
¿Qué se puede hacer para ayudarle a Jaime?
1. Normalizar los sentimientos. Este tipo de celos es normal y sencillamente refleja el deseo humano primitivo de ser el único en la historia de alguien. De hecho, en algunas culturas todavía existe la insistencia sobre la "virginidad" de nuevas parejas, aunque no suele ser posible, práctico o deseable. Cualquier competencia se considera como una amenaza actual. Así que no creamos que estamos locos solo por experimentarr esos sentimientos.
2. Validar el dolor. Es difícil sentir celos. Nos hacen sentir ansiosos, enojados, tristes e indefensos, e interfieren con nuestra relación. Así que tengamos compasión hacia nosotros cuando surjan estos sentimientos.
3. No convertir la relación en un juicio. A veces nuestra ansiedad sobre el pasado nos lleva a hacer cosas que solamente incrementan la ansiedad y alejan a nuestra pareja. Intentemos minimizar los interrogatorios, la búsqueda de garantías, las acusaciones y los distanciamientos. Estas estrategias solo empeoran las cosas.
4. Entender que hay una razón por la que el pasado está en el pasado. La mayoría de las relaciones acaban por una buena razón. Tal vez las relaciones anteriores de nuestra pareja terminaron porque uno de ellos o los dos no estaban satisfechos. Si la relación terminó, probablemente ya no es importante para nuestra pareja. No necesitamos resucitar el pasado para seguir con nuestras vidas.
5. Los pensamientos y sentimientos no son peligrosos. Con frecuencia queremos controlar los sentimientos y pensamientos de nuestra pareja, es una especie de perfeccionismo romántico. Esto no es realista y solamente provoca una sensación en la otra persona de que nunca será capaz de satisfacernos. Si aceptamos que todo el mundo tiene pensamientos privados, sentimientos y fantasías, estaremos viviendo en el mundo real donde es posible tener una relación real.
6. Todos tienen un pasado, incluso nosotros. Imaginemos que nuestra pareja insistiera en que nosotros no tuviéramos un pasado, que tuviéramos que ser completamente "puros" y sin recuerdos complicados. ¿Cómo se sentiría eso? ¿No hay una razón por la que nuestras propias relaciones anteriores terminaron?
7. ¿Sería posible confiar en alguien sin un pasado? Desear que una pareja no tenga un pasado con otras personas es un deseo anticuado. Ya no vivimos en el siglo XVI. En el mundo moderno, la gente aprende de sus experiencias del pasado y con frecuencia usa esas lecciones para mejorar todavía más sus experiencias presentes. Después de todo, ¿realmente podríamos confiar en alguien mayor de 21 años que nos dijera que nunca nadie le ha parecido sexy?
8. Enfocarse en optimizar el presente. Lo que ocurrió en el pasado de nuestra pareja tiene muy poca importancia, la manera en la que lidiamos con el presente es lo que realmente importa. Interrogar, acusar, buscar garantías y alejarse no fortalecerá el lazo entre ambos. En lugar de engancharnos con el pasado, es mejor intentar hacer todo lo posible para amarnos y apreciarnos mutuamente. Hacer planes diarios y semanales para disfrutar, crecer y comunicarnos, en lugar de litigar sobre lo que pasó hace mucho tiempo. La relación actual prosperará por sus propios méritos. El pasado se puede quedar en el pasado.
Para saber más consulten mi libro, La cura para los celos
A version of this article originally appeared in Inglés.
