Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Cognición

6 consejos para dejar de sobrepensar

4. Planea tiempo para ello y adhiérete al plan.

eakkaluktemwanich/Shutterstock
Fuente: eakkaluktemwanich/Shutterstock

Ya sea que estén castigándose por un error que cometieron la semana pasada o preocupándose sobre cómo harán para tener éxito al día siguiente, los sobrepensadores están plagados por pensamientos angustiantes, y su incapacidad para sacarlos de su mente los deja en un estado de constante angustia.

Aunque todo el mundo sobrepiensa las cosas de vez en cuando, algunas personas simplemente no pueden silenciar el constante bombardeo de pensamientos. Su monólogo interno incluye dos patrones de pensamientos destructivos: engancharse y preocuparse.

Engancharse involucra estar reviviendo el pasado constantemente:

  • No debería haber hablado en la junta hoy. Todo el mundo me miró como si fuera un idiota.
  • Podría haber aguantado en mi viejo trabajo. Sería mucho más feliz si solo me hubiera quedado ahí.
  • Mis padres siempre dijeron que yo no lograría nada. Y tenían razón.

Preocuparse involucra predicciones negativas, y con frecuencia catastróficas, sobre el futuro:

  • Voy a avergonzarme mañana en mi presentación. Mis manos estarán temblorosas, me voy a poner muy rojo y todo el mundo verá que soy un incompetente.
  • Nunca me darán ese puesto. No importa lo que haga. No pasará.
  • Mi pareja va a encontrar a alguien mejor que yo. Voy a terminar divorciado y solo.

Los sobrepensadores no solamente usan palabras para contemplar sus vidas. A veces también generan imágenes. Tal vez se imaginan que su coche se sale del camino o reviven un evento angustiante en sus mentes. De cualquier manera, su tendencia a sobrepensarlo todo los detiene de hacer algo productivo.

Los peligros de pensar demasiado

Pensar demasiado sobre las cosas no es solamente una molestia; puede tener un impacto considerable en tu bienestar. Las investigaciones han encontrado que estancarte en tus fracasos, errores y problemas incrementa tu riesgo de problemas de salud mental. Y conforme tu salud mental va en declive, tu tendencia a rumiar aumenta, llevando a un círculo vicioso que es difícil de romper.

Algunos estudios también han demostrado que sobrepensar lleva a una severa angustia emocional. Para escapar de esa angustia, muchos sobrepensadores recurren a estrategias de afrontamiento poco saludables, como el alcohol o el exceso de comida.

Si eres un sobrepensador, probablemente ya sabes que no puedes dormir cuando tu mente sencillamente no se apaga. Hay estudios que confirman esto, encontraron que el enganchamiento y la preocupación conducen a menos horas de sueño y a una menor calidad de sueño.

Cómo dejar de sobrepensar

Dejar de revivir tus errores, dudar de tus decisiones y hacer predicciones catastróficas es más fácil en papel que en la práctica. Pero siendo constante en tus esfuerzos, puedes limitar tus patrones de pensamientos negativos:

1. Date cuenta cuando estás pensando demasiado

Estar consciente es el primer paso para dejar de pensar en exceso. Empieza a prestar atención a la manera en la que piensas. Cuando te des cuenta de que estás reviviendo eventos en tu mente una y otra vez, o preocupándote por cosas que no puedes controlar, reconoce que esos pensamientos no son productivos.

2. Desafía tus pensamientos

Es fácil dejarse llevar por los pensamientos negativos. Antes de concluir que tomarte un día libre por enfermedad hará que te despidan o que olvidar una fecha de entrega terminará en que te quedes sin un hogar, reconoce que tus pensamientos podrían estar siendo exageradamente negativos. Aprende a reconocer y reemplazar los errores de pensamiento antes de que te arrojen a un estado frenético.

3. Mantén tu enfoque en la resolución activa de los problemas

Una fijación con tus problemas no ayudará, pero buscar soluciones sí. Pregúntate qué pasos puedes tomar para aprender de un error o evitar un problema a futuro. En lugar de preguntar por qué pasó algo, pregúntate qué puedes hacer al respecto.

4. Date tiempo para reflexionar

No dejar de pensar en un problema por largos periodos de tiempo no es productivo, pero una breve reflexión puede ser útil. Por ejemplo, pensar acerca de cómo podrías hacer las cosas de manera distinta o reconocer posibles defectos en un plan puede ayudar a que las cosas salgan mejor en el futuro. Incorpora 20 minutos para pensar en tu rutina diaria. Durante este tiempo, permítete preocuparte, rumiar o engancharte con lo que quieras. Luego, cuando se acabe el tiempo, ponte a hacer algo más productivo. Cuando te des cuenta de que estás sobrepensando fuera de el tiempo estipulado, recuérdate que pensarás en ello más tarde.

5. Practica la consciencia plena

Es imposible revivir el día de ayer o preocuparte sobre el mañana cuando estás viviendo en el presente. Comprométete a volverte más consciente del aquí y el ahora. Como cualquier otra habilidad, la consciencia plena requiere práctica pero, con el tiempo, puede reducir el exceso de pensamientos.

6. Cambia el canal

Decirte a tí mismo que debes dejar de pensar en algo puede ser contraproducente. Mientras más intentes evitar que el pensamiento entre a tu mente, es más probable que siga apareciendo. Ocuparte con otra actividad es la mejor manera de cambiar el canal. Ejercítate, conversa sobre un tema completamente distinto o ponte a trabajar en un proyecto que distraerá tu mente del bombardeo de pensamientos negativos.

Créditos a la imagen de LinkedIn: F8 studio/Shutterstock

A version of this article originally appeared in Inglés.

publicidad
Acerca de
Amy Morin

Amy Morin, Trabajadora Social Clínica acreditada, es psicoterapeuta y autora de 13 Things Mentally Strong People Don’t Do.

Más de Amy Morin
Más de Psychology Today
Más de Amy Morin
Más de Psychology Today