Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Sexo

Lo que nos dice el espacio personal

El espacio personal nos dice quiénes somos, de dónde venimos y quién nos gusta.

Los puntos clave

  • El deseo de espacio personal varía de persona a persona.
  • La investigación ha encontrado que el espacio que damos a los demás está vinculada a nuestra personalidad, género, edad y antecedentes culturales
  • Lo cerca que nos posicionamos de los demás también puede reflejar cuánto nos atraen como amigos o posibles parejas románticas.

Imagina que tú y un extraño están sentados en un sofá. ¿Qué tan cerca te sentarías de él? Resulta que la respuesta puede decir algo sobre tu personalidad.

En un estudio con más de 400 participantes, los investigadores buscaron comprender cómo nuestra personalidad puede estar vinculada a nuestra tendencia a dar espacio personal a los demás. Los investigadores primero hicieron que las personas pasaran tiempo interactuando con un extraño, por ejemplo, jugando varias rondas de piedra, papel y tijera.

Luego pidieron a los participantes que se movieran a un sofá para otra parte del experimento. Descubrieron que las personas que estaban más altas en el rasgo de amabilidad de los Cinco Grandes tendían a sentarse más cerca de la otra persona (Hebel y Rentzch , 2022). Los investigadores también encontraron alguna evidencia de que las personas que son calificadas más altas en apertura y extraversión por su compañero de interacción también tendían a sentarse más cerca.

Otras diferencias individuales, como el género y la edad, también pueden afectar el espacio personal. Las mujeres tienden a preferir más distancia física de extraños o conocidos y los adultos mayores también tienden a preferir mantener más distancia entre ellos y los demás (Sorokowska, et al., 2018).

Cultura y espacio personal

Más allá de reflejar nuestra personalidad y datos demográficos, la cantidad de espacio personal que preferimos también está vinculada a nuestros antecedentes culturales. En un estudio con casi 9,000 participantes de 42 países, Sorokowska y sus colegas (2018) encontraron que en todo el mundo la cantidad deseada de espacio personal, o "distancia interpersonal preferida", variaba sustancialmente. Por ejemplo, en Rumania, la cantidad promedio de espacio personal que las personas dijeron que preferirían de un extraño era de más de 4 pies, mientras que en Argentina era aproximadamente la mitad.

¿Qué podría subyacer a esta variación? Los investigadores observaron una serie de factores potenciales, pero el único que se asoció significativamente con la distancia interpersonal preferida fue la temperatura promedio. Cuanto más cálido era el lugar, al parecer, más "cálidas" eran las personas y menos espacio necesitaban entre ellas y los demás.

La cultura también afecta la probabilidad de que creemos activamente espacio para nosotros mismos moviendo objetos en el entorno. En un ingenioso conjunto de estudios de campo, Talhelm y sus colegas (2018) colocaron sillas en los pasillos de las áreas de asientos en Starbucks en diferentes regiones de China. Luego, los investigadores observaron si los clientes optaron por mover las sillas o adaptarse a ellas.

De acuerdo con otras diferencias culturales regionales que el equipo había documentado previamente (Talhelm, et al ., 2014), las personas en las regiones del norte de China tendían a quitar las sillas, mientras que las de las regiones del sur de China tenían más probabilidades de tratar de adaptarse a ellas. Talhelm sugiere que estas diferencias reflejan variaciones en los niveles de individualismo, un hallazgo que fue consistente con los resultados que observaron al repetir este experimento y comparar los resultados entre China, Japón y Estados Unidos.

Espacio personal y atracción

Finalmente, el espacio personal también puede reflejar atracción interpersonal. Como encontraron Hebel y Retnzch (2022), nuestra proximidad física elegida también parece reflejar cuánto nos gustan los demás. Cuantas más personas en su experimento indicaron que les gustaría ser amigos de la otra persona, más cerca se sentaron de ellas.

También se cree ampliamente que las personas tienden a expresar interés sexual en los demás al aumentar la proximidad física, como inclinarse cerca de ellas. Curiosamente, la cantidad de espacio que ocupamos en un entorno también puede ser una señal para posibles parejas románticas. En un estudio en el que las personas participaron en un evento de citas rápidas, otro equipo de investigadores descubrió que las personas que se sentaron en posturas más abiertas y expansivas fueron calificadas como más atractivas sexualmente por sus citas (Vacharkulksemsuk, Reit y Carney, 2016).

Conclusión

Como hemos visto, podemos aprender mucho al observar qué tan cerca quieren estar las personas de los demás y cómo usan el espacio a su alrededor. Resulta que el espacio personal puede proporcionar una ventana a los rasgos básicos de personalidad de las personas. También puede darnos pistas sobre de dónde viene alguien y si le gustamos o no.

A version of this article originally appeared in Inglés.

publicidad
Acerca de
Courtesy Michael Varnum, Ph.D.

El Dr. Michael E. W. Varnum, es profesor asociado y jefe de psicología social en el departamento de psicología de la Universidad Estatal de Arizona.

Más de Michael E. W. Varnum Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Michael E. W. Varnum Ph.D.
Más de Psychology Today