Depresión
¿Qué debe comer un cerebro deprimido
¿Cuáles proteínas son más efectivas para mejorar el estado de ánimo?
7 de mayo de 2024 Revisado por Ray Parker
Los puntos clave
- El contenido y el horario de la primera y última comida del día influyen en el riesgo de depresión y ansiedad.
- El consumo de proteínas animales y carbohidratos de alta calidad se asoció con un menor riesgo de depresión.
- El consumo de carbohidratos de baja calidad para cenar mostró correlación con un mayor riesgo de depresión.
- La proteína animal tuvo un efecto positivo más pronunciado que la proteína vegetal en la salud mental.
Los antecedentes familiares y los factores estresantes ambientales no son los únicos factores de riesgo importantes para la depresión. Durante los últimos años, los efectos de la dieta sobre la depresión han atraído considerable atención. Desafortunadamente, la información disponible sobre este tema es confusa y aparentemente contradictoria. Algunas investigaciones respaldan los efectos protectores del consumo de carbohidratos para reducir el riesgo de depresión, mientras que otros estudios han demostrado que el consumo de carbohidratos aumenta el riesgo de depresión. El consumo de proteínas suele tener una correlación negativa con el riesgo de depresión; las personas que no comen carne animal tienen un mayor riesgo de depresión y ansiedad. Algunas proteínas que solo consumen vegetales también pueden reducir la ansiedad y los síntomas de la depresión, aunque no con tanta eficacia como las que se encuentran en las proteínas animales. Factores dietéticos específicos, como los ácidos grasos omega-3, el consumo de frutas y verduras, la fibra dietética y el consumo de pescado, también están relacionados con un riesgo reducido de depresión.
Además de los estudios que se centraron en un solo factor dietético, cada vez hay más pruebas de que el horario de las comidas también puede influir en la salud mental. El razonamiento es que el metabolismo óptimo de los alimentos depende de cuándo se consumen las calorías dentro del ritmo circadiano. Un estudio reciente se centró en cómo el contenido y el horario de la primera y última comida del día pueden influir en el riesgo de depresión y ansiedad.
Resultados del estudio
Un riesgo elevado de depresión se asoció de forma dependiente de la dosis con el consumo total de carbohidratos de baja calidad, como los azúcares añadidos. Por el contrario, un menor riesgo de depresión se relacionó con el consumo de proteínas de alta calidad, como carnes rojas, aves, lácteos y frutos secos sin procesar. Un análisis más detallado reveló que los carbohidratos de alta calidad se asociaban con un menor riesgo de depresión. La hora del día también influyó. El consumo de proteínas animales y carbohidratos de alta calidad durante la cena, en contraste con el consumo de estos productos en el desayuno, se asoció con un menor riesgo de depresión. Por el contrario, el consumo de carbohidratos de baja calidad durante la cena mostró una correlación con un mayor riesgo de depresión.
Los carbohidratos de alta calidad incluían frutas, cereales integrales y verduras rojas. Las verduras rojas, como la remolacha, los rábanos, los pimientos morrones, las zanahorias anaranjadas, los chiles rojos, las cebollas rojas, las patatas rojas, las espinacas rojas, el ruibarbo y los tomates, son saludables debido a su alto contenido de antocianinas y carotenoides como el licopeno. Las proteínas de alta calidad ofrecen excelentes fuentes de triptófano para la producción de serotonina para promover la sensación de saciedad (para reducir el hambre entre comidas) y mejorar la calidad del sueño (para evitar los refrigerios nocturnos) y tirosina para la producción de dopamina para mejorar el estado de ánimo. En general, la proteína animal tuvo un impacto positivo más pronunciado en la salud mental en comparación con la proteína vegetal.
En resumen, el estudio tuvo tres conclusiones principales: las personas que no comen carne tienen mayor incidencia o riesgo de ansiedad y depresión; los carbohidratos de baja calidad se asociaron de manera positiva y dependiente de la dosis con un mayor riesgo de depresión; y consumir proteínas y carbohidratos de alta calidad, especialmente en la cena, se asoció con un riesgo reducido de depresión.
A version of this article originally appeared in English.