Cognición
El papel del cerebelo en la inteligencia social
Desde el movimiento hasta la mentalidad, el cerebelo impulsa interacciones sociales más fluidas.
9 de enero de 2025 Revisado por Gary Drevitch
Los puntos clave
- El cerebelo afina la fineza social y reduce la incomodidad al coordinar la fluidez.
- Las regiones cerebelosas especializadas aumentan la inteligencia social y mejorar estas habilidades.
- Las terapias dirigidas pueden estimular el cerebelo para ayudar a las personas con autismo o ansiedad social.

Los neurocientíficos han reconocido desde hace tiempo que el cerebelo es esencial para coordinar movimientos fluidos y suaves en el atletismo y en los momentos de máximo rendimiento. También ayuda a realizar tareas cotidianas que dependen de la memoria muscular (como conducir un coche o andar en bicicleta) con automatismo y sin pensar demasiado en lo que se está haciendo.
En los últimos años, una investigación pionera ha desenterrado el papel hasta ahora desconocido del cerebelo en el procesamiento del lenguaje, el pensamiento superfluido y la vida social de las personas. Cada vez hay más pruebas que sugieren que las regiones cerebelosas especializadas contribuyen a la cognición de orden superior, incluida la capacidad de predecir y desenvolverse en situaciones sociales complejas.
Una perspectiva histórica del papel del cerebelo
El cerebelo (del latín “pequeño cerebro”), considerado históricamente el centro de control motor del cerebro, alguna vez se percibió como una región cerebral dedicada exclusivamente a funciones motoras. Su participación en funciones no motoras, en particular la cognición social, no se descubrió hasta hace relativamente poco tiempo.
En la década de 1990, los investigadores comenzaron a descubrir la conexión oculta del cerebelo con una dinámica social más fluida y suave. Hoy sabemos que, así como el cerebelo garantiza movimientos fluidos y suaves y evita la torpeza física, también favorece la fluidez social, ayudándonos a desenvolvernos en las relaciones y a evitar errores sociales.
Nuevas fronteras: vías cortico-cerebelares
Tres artículos de investigación recientes (2024) muestran el papel hasta ahora desconocido del cerebelo en los dominios sociales, lingüísticos y cognitivos:
- Un estudio de octubre de 2024 sobre la adquisición de una segunda lengua revela que las vías corticocerebelosas interhemisféricas, también conocidas como circuitos cerebrocerebelosos, vinculan regiones específicas del cerebelo con los centros del lenguaje en la corteza cerebral. Estas conexiones mejoran la eficiencia de la función cerebral bilingüe, lo que facilita un mejor procesamiento y comunicación del lenguaje.
- Otro artículo de octubre de 2024 explora el papel del cerebelo en el aprendizaje social y emocional. Demuestra que el cerebelo contribuye a la regulación de las emociones, la teoría de la mente (la capacidad de comprender los estados mentales de los demás) y una dinámica interpersonal más fluida.
- Un estudio de noviembre de 2024 traza un mapa de la organización del cerebelo cognitivo, identificando regiones cerebelosas adyacentes pero distintas especializadas en tareas relacionadas con la cognición de orden superior y la inteligencia social.
Estos hallazgos profundizan nuestra comprensión del cerebelo como un centro multifuncional que colabora con el cerebro para optimizar las habilidades del lenguaje, el comportamiento social y las funciones cognitivas de orden superior.
La especialización cerebelosa en el lenguaje y las habilidades sociales
El primer estudio mencionado anteriormente demuestra que la adquisición temprana de una segunda lengua en individuos bilingües depende del cerebelo para afinar las vías interhemisféricas. El cerebelo optimiza el procesamiento del lenguaje al tiempo que reduce la carga cognitiva en el cerebro sincronizando la actividad entre los hemisferios cerebrales (“cerebro izquierdo-cerebro derecho”) y ambos hemisferios cerebelosos.
El segundo estudio vincula circuitos cerebelosos específicos con el aprendizaje social y emocional. Estos circuitos neuronales están involucrados en el reconocimiento y la comprensión de los estados emocionales de los demás mediante la teoría de la mente, la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona.
El tercer estudio identifica zonas funcionales distintas dentro del cerebelo, como Crus I y Crus II, especializadas en tareas como el procesamiento del lenguaje y la cognición social. El mapeo de estas regiones resalta cómo el cerebelo equilibra sus funciones multifacéticas, desde la coordinación motora hasta las funciones cognitivas y sociales avanzadas.
Predicción del comportamiento: el secreto del cerebelo para la delicadeza social
Un tema común en estos estudios es la dependencia del cerebelo de la codificación predictiva, la capacidad del cerebro para anticipar resultados en función de la experiencia previa y los datos sensoriales entrantes.
El cerebelo ayuda a las personas a navegar en escenarios sociales complejos al predecir resultados durante las interacciones sociales. Esto incluye la interpretación de señales conversacionales sutiles, la anticipación de la dinámica grupal y el ajuste del comportamiento para minimizar los errores sociales.
Algunas regiones cerebelosas específicas actúan como un “motor predictivo”, lo que permite interacciones más fluidas al mejorar la gracia social (savoir-faire) y ayudar a evitar momentos incómodos o comentarios inapropiados (faux pas). El cultivo de una habilidad intuitiva para decir lo correcto en el momento correcto tiene sus raíces en el cerebelo.
Durante el control motor, la codificación predictiva permite movimientos suaves y precisos al aprovechar la memoria muscular. En contextos sociales, permite a las personas anticipar los giros de la conversación, detectar el sarcasmo y navegar con elegancia en situaciones ambiguas o potencialmente incómodas. Pensemos en los desafíos que enfrentan las personas con trastorno del espectro autista (TEA), que a menudo tienen dificultades con la codificación predictiva durante las interacciones sociales. Las investigaciones sugieren que mejorar los mecanismos de codificación predictiva en el cerebelo mediante estimulación eléctrica transcraneal (tES), incluidas técnicas como la estimulación transcraneal con corriente continua (tDCS), la estimulación transcraneal con ruido aleatorio (tRNS) o la estimulación transcraneal con corriente alterna (tACS), puede ayudar a mitigar estas dificultades y mejorar las habilidades sociales subconscientes.
Implicaciones prácticas: desde terapia hasta tecnología
El potencial terapéutico de la estimulación cerebelosa representa una frontera prometedora. Se están investigando técnicas no invasivas como la estimulación magnética transcraneal (EMT) por su capacidad para modular la actividad cerebelosa y optimizar el funcionamiento del cerebelo.
La estimulación de regiones como Crus I y Crus II puede mejorar la eficiencia de todo el cerebro, lo que ofrece posibles beneficios para las personas que viven con TEA, trastorno de ansiedad social (TAS) u otros rasgos de personalidad desadaptativos que afectan la vida social y las relaciones.
Como explica el profesor Frank Van Overwalle, del grupo de investigación Cerebro, Cuerpo y Cognición de la Vrije Universiteit Brussel (VUB), en un comunicado de prensa de octubre de 2024:
“Hemos observado mejoras en la secuencia de tareas cognitivas en personas con autismo mediante estimulación magnética [transcraneal]. Ahora estamos probando tareas más complejas para ver si estos efectos se pueden mejorar aún más, con el objetivo final de desarrollar tratamientos prácticos para personas con autismo”.
El tratamiento de las regiones cerebelosas implicadas en el aprendizaje emocional podría mejorar la capacidad de interpretar expresiones faciales y tonos vocales. De manera similar, la estimulación de los circuitos cerebelosos relacionados con el lenguaje puede mejorar las habilidades de comunicación social. Estos enfoques subrayan cómo el avance de nuestra comprensión de las zonas especializadas del cerebelo podría perfeccionar los tratamientos con láser.
El camino por delante: optimizar la conectividad de todo el cerebro
Esta reciente investigación sugiere que el cerebelo desempeña un papel vital para facilitar interacciones sociales más fluidas. Al identificar las contribuciones del cerebelo a la cognición y al comportamiento social como parte de un sistema más grande e interconectado, los científicos están descubriendo formas de mejorar la conectividad de todo el cerebro. Estos avances podrían conducir a relaciones más armoniosas y a menos momentos sociales incómodos para todos nosotros.
A version of this article originally appeared in English.