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El duelo es el dolor agudo que acompaña a una pérdida. Debido a que es un reflejo de lo que amamos, puede sentirse como si lo abarcara todo. El duelo no está limitado a la pérdida de personas, pero cuando viene después de la pérdida de un ser querido, puede combinarse con sentimientos de culpa y confusión, especialmente si la relación era difícil.
Debido a que el duelo sigue su propia trayectoria, no hay un calendario determinado para los sentimientos de dolor después de una pérdida; ni es posible evitar el sufrimiento del todo. De hecho, los intentos por suprimir o negar el duelo tienen más probabilidades de prolongar el proceso que de evitarlo,y además demanda esfuerzos adicionales.
De manera similar, la percepción errónea de que sentir "más" el duelo es mejor o de que hay una manera apropiada de pasar el duelo puede dificultar el proceso.
Para algunas personas, el duelo es un fenómeno a corto plazo también conocido como duelo agudo,aunque el dolor puede volver de manera inesperada posteriormente. Pero otros individuos tienden a experimentar duelo prolongado, también conocido como duelo complicado, que dura por meses o años. Sin ayuda ni apoyo, estos tipos de duelo pueden llevar al aislamiento y soledad crónica.
Debido al libro de 1969, Acerca del proceso de morir y la muerte, de Elizabeth Kubler-Ross, muchas personas asumen que experimentarán negación, enojo, negociación, depresión y aceptación, en ese orden. Sin embargo, se ha demostrado que muchas personas, si no es que la mayoría, no pasan por estas etapas. Aunque hay algunas personas que sí experimentan cada una de las etapas y eventualmente sí llegan a la aceptación después de una pérdida, ahora entendemos el duelo como algo sumamente individual e impredecible.
Muchos de los síntomas del duelo se superponen con los de la depresión. Está la tristeza y, con frecuencia, la incapacidad de sentir placer, insomnio y pérdida de interés en comer o cuidar de uno mismo. Pero los síntomas del duelo tienden a disminuir con el tiempo, aunque pueden reactivarse temporalmente en aniversarios o cuando surjan otros recordatorios de una pérdida. Mientras que pensamientos como "la vida es injusta" y “nunca voy a superar esto" son parte del proceso normal de duelo, es importante evitar que se vuelvan la guía de nuestras acciones.
Debido a que el duelo se experimenta de muchas maneras, los expertos sugieren que aquellos que deseen apoyar a un amigo o ser querido durante su tiempo de duelo deberían seguir las indicaciones de esa persona y evitar juzgarla si no parece estar lo suficientemente triste o si pasa demasiado tiempo en su periodo de duelo. Y no suele ser útil alentar a las personas en duelo a buscar un "cierre."
Tanto ofrecer ayuda práctica como reconocer la pérdida son acciones positivas. Muchos dolientes quieren que las personas alrededor los escuchen, hagan preguntas y compartan recuerdos, confirmando así la profundidad y validez de los sentimientos de un doliente y ayudándoles a sanar.
Se espera que alguien pase por un duelo después de la pérdida de un padre, hermano, pareja, hijo o mejor amigo. Pero esas no son las únicas pérdidas que llevan al duelo. La gente puede pasar por un duelo ante la pérdida de una mascota muy querida, un trabajo y otro papel importante en la vida, o un hogar u otras posesiones emocionalmente significativas. Y suele ocurrir después de un divorcio.
Desafortunadamente, muchos encuentran que quienes los rodean no reconocen sus maneras de atravesar por el duelo por lo que les quitan sus derechos a sentir dolor, esto solamente empeora el dolor porque se le añade la sensación de que uno no tiene "permiso" para experimentarlo. Pero el marco teórico del luto puede ayudar a un individuo a atravesar por los momentos caóticos, especialmente si aquellos a su alrededor responden con compasión y reconocen que el individuo tiene derecho a sentir enojo, adormecimiento y a un proceso de sanación no lineal.
