Terapia de recuperación social
La terapia de recuperación social es una intervención cognitivo-conductual diseñada para ayudar a restaurar un estado mental más capaz para los jóvenes con un primer episodio o un período prolongado de psicosis mediante la mejora de las habilidades sociales y vocacionales y el fomento de una mayor participación en actividades sociales. El objetivo es ayudar a las personas, especialmente a las que se encuentran en las primeras etapas de la psicosis, a aumentar la cantidad de tiempo que dedican a participar activamente en entornos sociales para prosperar en su comunidad, en lugar de simplemente sobrevivir como “forasteros” evitando así la discapacidad social a largo plazo y/o el desarrollo de esquizofrenia u otros trastornos psiquiátricos relacionados.
La terapia de recuperación social, o TRS, fue desarrollada por el psicólogo David Fowler, quien postula que enfocarse directamente en el aislamiento y/o la evitación social y ocupacional puede permitir que las personas con psicosis encuentren significado y el impulso para volver a comprometerse con la sociedad. La TRS se enfoca en identificar las metas sociales y/o laborales del paciente y los obstáculos para lograrlas, luego utiliza estrategias conductuales y cognitivas para ayudar a los pacientes a superar la evitación y desarrollar un sentido de esperanza sobre su futuro.
La TRS es una modalidad relativamente nueva, con evidencia preliminar de su eficacia publicada por primera vez a fines de la década de 2000. Hasta ahora, la investigación ha mostrado algunos efectos positivos, especialmente inmediatamente después del tratamiento; un estudio de 2017, por ejemplo, encontró que los pacientes que se sometieron a TRS dedicaron mucho más tiempo al trabajo y otras actividades significativas que un grupo de control. Sin embargo, estos logros no se mantuvieron durante el seguimiento en ese estudio en particular, y es probable que se necesite más evidencia para determinar si la terapia de recuperación social cambia significativamente el curso de vida de las personas con psicosis, especialmente entre aquellas que están en riesgo de desarrollar trastornos del espectro de la esquizofrenia.
Contenido
La terapia cognitivo conductual orientada a la recuperación social se usa típicamente para identificar y abordar las necesidades de los adolescentes y adultos jóvenes en las primeras etapas de la psicosis, muchos de los cuales tienen comorbilidades multifacéticas. Se usa con mayor frecuencia en adolescentes mayores y adultos de entre 20 y 30 años que luchan contra la discapacidad social (aislamiento o alejamiento, dificultades para comunicarse y/o renuencia demostrada a participar en actividades estructuradas o buscar apoyo) durante o después de un episodio de psicosis.
La terapia de recuperación social se basa en gran parte en una relación terapéutica de apoyo, esperanzadora y flexible; Fowler y sus colaboradores señalan que el psicólogo debe “caminar junto a” el paciente siendo alentador, persistente y asertivo para ayudar al paciente a superar sus desafíos sociales.
Una vez que se establece un nivel básico de confianza, el paciente y el psicólogo trabajan en estrecha colaboración para identificar los desafíos y obstáculos del funcionamiento social, establecer metas y expectativas sociales y hacer coincidir esas metas con las agencias y actividades relevantes. Esto podría incluir referencias a consejeros vocacionales, participación en grupos educativos o buscar y unirse a centros comunitarios que organizan deportes y otras actividades sociales. Participar con éxito en estas actividades y navegar por los problemas a medida que surgen puede ayudar a los pacientes a desarrollar un sentido de agencia y promover el optimismo sobre su capacidad para funcionar en el mundo.
Además de ayudar a las personas a adaptarse al trabajo, la educación y las actividades recreativas aprendiendo y practicando las habilidades necesarias en un entorno seguro, las intervenciones de recuperación social tienen como objetivo aliviar cualquier sentimiento de ansiedad o desesperanza que pueda interferir con el éxito social. Con este fin, los psicólogos ayudarán a los pacientes a identificar y conectarse con sus valores y reconocer cómo alcanzar sus metas sociales y ocupacionales podría ayudarlos a alinearse mejor con esos valores.
La psicosis es un término amplio que describe cierta pérdida de contacto con la realidad. Si bien puede tener varias causas, a menudo se asocia con la esquizofrenia, un trastorno mental grave que puede tener consecuencias negativas duraderas. A pesar de los recientes avances en el tratamiento, la recuperación total de la esquizofrenia sigue siendo difícil de lograr para muchos. Si bien muchos pacientes reciben servicios de intervención temprana, que, en algunos casos, pueden promover ganancias significativas, algunos luchan por adherirse a las intervenciones convencionales (a veces debido a los efectos secundarios desagradables de los medicamentos o la dificultad para encontrar y brindar el cuidado y la atención); otros pueden continuar teniendo dificultades con el funcionamiento social incluso cuando ven una mejoría en otros síntomas.
Estas primeras dificultades sociales a menudo conducen a problemas a largo plazo de aislamiento, alienación o incluso una total falta de integración en la comunidad. Debido a que la motivación para el cambio tiende a ser más alta en las primeras etapas del diagnóstico, los defensores de la TRS sugieren que intervenir durante el primer episodio de psicosis y centrarse específicamente en el funcionamiento social es fundamental para prevenir el declive social temprano asociado con un mal pronóstico a largo plazo.
Además de las consecuencias personales de la discapacidad funcional, los defensores de la terapia de recuperación social señalan la presión financiera sobre la comunidad como resultado de la pérdida de productividad. Los primeros estudios indican que la terapia cognitivo conductual orientada a la recuperación social con intervención temprana es bien recibida y ayuda a aumentar la cantidad de tiempo que los pacientes dedican a actividades estructuradas hasta en ocho horas a la semana. La investigación en curso está ayudando a determinar los beneficios y efectos a largo plazo de la terapia de recuperación social para las personas con psicosis y para la sociedad en general.
Debido a que la terapia de recuperación social aún se encuentra en sus primeras etapas, es posible que no esté disponible en todas partes. Los pacientes interesados y sus familias deben buscar un profesional de salud mental autorizado con capacitación especializada en terapia cognitivo-conductual, conocimiento de intervenciones de recuperación social y experiencia trabajando con personas más jóvenes durante la psicosis temprana o que estén en riesgo de desarrollar esquizofrenia. Además de estas credenciales, debido a que una relación de apoyo entre terapeuta y paciente es un componente clave de la TSR, es especialmente importante que los posibles pacientes encuentren un psicólogo con quien ellos y/o su familia se sientan cómodos trabajando.