Terapia de aceptación y compromiso
La terapia de aceptación y compromiso (TAC, también conocida como ACT por sus siglas en inglés) es un enfoque de la psicoterapia orientado a la acción que se deriva de la terapia conductual tradicional y la terapia cognitiva conductual. Los clientes aprenden a dejar de evitar, negar y luchar con sus emociones internas y, en cambio, aceptan que estos sentimientos más profundos son respuestas apropiadas a ciertas situaciones que no deberían impedirles avanzar en sus vidas. Con este entendimiento, los clientes comienzan a aceptar sus dificultades y se comprometen a hacer los cambios necesarios en su comportamiento, sin importar lo que esté pasando en sus vidas y cómo se sientan al respecto.
La TAC se desarrolló en la década de 1980 por el psicólogo Steven C. Hayes, profesor de la Universidad de Nevada. Las ideas que se fusionaron en TAC surgieron de la propia experiencia de Hayes, particularmente de su historial de ataques de pánico. Eventualmente, juró que ya no huiría de sí mismo: se aceptaría a él mismo y a sus experiencias.
“Nosotros, como cultura, parecemos estar dedicados a la idea de que las emociones humanas 'negativas' deben corregirse, manejarse o cambiarse, no experimentarse como parte de una vida completa. Estamos tratando nuestras propias vidas como problemas a resolver, como si pudiéramos clasificar nuestras experiencias por las que nos gustan y descartar el resto”, escribe Hayes en una publicación de Psychology Today. La aceptación, la atención plena y los valores son herramientas psicológicas clave necesarias para ese cambio transformador.
La TAC puede ayudar a tratar muchas condiciones mentales y físicas. Estas incluyen:
- Desórdenes de ansiedad
- Depresión
- Trastorno obsesivo compulsivo
- Psicosis
- Trastornos de la alimentación
- Trastornos por uso de sustancias
- Estrés laboral
- Dolor crónico
Al trabajar con un terapeuta, aprenderás a escuchar tu propio diálogo interno o la forma en que te hablas a ti mismo específicamente sobre eventos traumáticos, relaciones problemáticas, limitaciones físicas u otros desafíos. Luego puedes decidir si un problema requiere una acción y un cambio inmediatos o si puede, o debe, ser aceptado por lo que es mientras aprendes a hacer cambios de comportamiento que pueden modificar la situación. Puedes ver lo que no funcionó en el pasado, y el terapeuta puede ayudarte a dejar de repetir patrones de pensamiento y comportamientos que pueden causarte más problemas a largo plazo. Una vez que hayas enfrentado y aceptado tus desafíos actuales, puedes comprometerte a dejar de luchar contra tu pasado y tus emociones y, en cambio, comenzar a practicar un comportamiento más seguro y optimista, basado en tus valores y metas personales.
La TAC tiene como objetivo desarrollar y expandir la flexibilidad psicológica. La flexibilidad psicológica abarca la apertura emocional y la capacidad de adaptar tus pensamientos y comportamientos para alinearse mejor con tus valores y metas.
Los seis procesos centrales que promueven la flexibilidad psicológica son:
1. Aceptación
La aceptación implica reconocer y abrazar la gama completa de tus pensamientos y emociones en lugar de tratar de evitarlos, negarlos o alterarlos.
2. Defusión cognitiva
La defusión cognitiva implica distanciarse y cambiar la forma en que reaccionas a los pensamientos y sentimientos angustiantes, lo que mitigará sus efectos nocivos. Las técnicas para la defusión cognitiva incluyen observar un pensamiento sin juzgar, cantar el pensamiento y etiquetar la respuesta automática que tienes.
3. Estar presente
Estar presente implica estar atento al momento presente y observar tus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos ni tratar de cambiarlos. Experimentar eventos clara y directamente puede ayudar a promover el cambio de comportamiento.
4. El yo como contexto
El yo como contexto es una idea que amplía la noción de yo e identidad; pretende que las personas son más que sus pensamientos, sentimientos y experiencias.
5. Valores
Los valores abarcan elegir valores personales en diferentes dominios y esforzarse por vivir de acuerdo con esos principios. Esto contrasta con las acciones impulsadas por el deseo de evitar la angustia o adherirse a las expectativas de otras personas, por ejemplo.
6. Acción comprometida
La acción comprometida implica tomar medidas concretas para incorporar cambios que se alinearán con sus valores y conducirán a un cambio positivo. Esto puede implicar el establecimiento de metas, la exposición a pensamientos o experiencias difíciles y el desarrollo de habilidades.
La teoría detrás de la TAC es que es contraproducente tratar de controlar emociones dolorosas o experiencias psicológicas; la supresión de estos sentimientos finalmente conduce a más angustia. La TAC adopta el punto de vista de que existen alternativas válidas para tratar de cambiar la forma en que alguien piensa, y estas incluyen el comportamiento consciente, la atención a los valores personales y el compromiso con la acción. Al tomar medidas para cambiar u comportamiento y, al mismo tiempo, aprender a aceptar sus experiencias psicológicas, los clientes eventualmente pueden cambiar sus actitudes y estados emocionales.
Busca un terapeuta, trabajador social, consejero profesional u otro profesional de la salud mental con capacitación adicional en TAC. No existe una certificación especial para los practicantes de TAC. Las habilidades se adquieren a través de la consejería entre pares, talleres y otros programas de capacitación. Además de estas credenciales, es importante encontrar un terapeuta con el que te sientas cómodo.