Terapia de exposición prolongada
La terapia de exposición prolongada es una forma de psicoterapia para el trastorno de estrés postraumático o TEPT. Después de un evento traumático, algunas personas experimentan pensamientos no deseados, pesadillas inquietantes, sentimientos de desesperanza, depresión e hipervigilancia. Si tienes estos síntomas, es comprensible que quieras evitar pensamientos, sentimientos y cosas que te recuerden el trauma. El objetivo de la terapia de exposición prolongada es ayudarte a volver gradualmente a comprometerte con la vida, especialmente con las cosas que has estado evitando. Al hacerlo, fortalecerás tu capacidad para distinguir la seguridad del peligro y disminuirá tus síntomas de TEPT.
La terapia de exposición prolongada es apropiada para cualquier persona que haya experimentado o presenciado un evento traumático. Muchas personas que experimentan un evento traumático no desarrollan TEPT, y la terapia de exposición prolongada no es necesaria para quienes no tienen dicho diagnóstico. Además, dado que la finalización de esta terapia requiere que hables sobre el trauma y encuentres pensamientos, sentimientos y objetos relacionados con el trauma, es posible que experimentes una angustia moderada. Esta angustia suele ser breve y, por lo general, las personas se sienten significativamente mejor gracias al tratamiento.
La TEP es realizada por un solo médico a través de una terapia individual. Las sesiones suelen durar 90 minutos y ocurren una vez a la semana durante aproximadamente tres meses, aunque el tratamiento puede ser más corto a los dos meses o más largo a las 15 semanas. El tratamiento de terapia de exposición prolongada implica exposición imaginal, enfrentar directamente un miedo, aprender sobre el TEPT y volver a entrenar la respiración.
Tu terapeuta te guiará a través del recuento de las experiencias traumáticas que te llevaron a buscar terapia. Explorarán tus pensamientos y sentimientos, lo que se denomina procesamiento. Esto te ayudará a disminuir los recordatorios traumáticos no deseados, así como a sentir menos angustia al recordar el trauma. En estas sesiones, tu terapeuta primero te pedirá que hagas una lista de las cosas que has estado evitando, por ejemplo, sonidos y lugares. Creará una "jerarquía de exposición" clasificando estas cosas evitadas en función de la angustia que te causan cuando las encuentra
Un ejemplo podría ser: una madre conduce un automóvil con su hija, el automóvil choca con un vehículo que se aproxima. La hija muere en el accidente, pero la madre sobrevive. La madre evita conducir a partir de entonces. Un terapeuta de exposición prolongada guía a la madre para que se acerque al trauma de su memoria.
Respirar profunda y lentamente para calmarse es una técnica antigua. La mejor forma de respirar es a través del vientre, no del pecho; la respiración del pecho es superficial y no profunda como la respiración abdominal. Esencialmente, uno debe inhalar por la nariz, contener la respiración y exhalar lentamente por la boca.
Durante las sesiones de exposición imaginal, discutirá algunos de los eventos de su trauma. Un terapeuta puede pedirle que escriba su experiencia traumática y la lea en voz alta; es posible que se le pida que haga esto dentro y fuera de la sesión.
La terapia de exposición prolongada se basa en la teoría del aprendizaje asociativo: cuando dos cosas aparecen juntas, el cerebro aprende a conectarlas o asociarlas. Ivan Pavlov creó el experimento de aprendizaje asociativo más famoso tocando repetidamente una campana antes de presentarles comida a sus perros. Los perros comenzaron a salivar con el sonido de la campana, ya que aprendieron a asociar la campana con la comida. Para romper esta asociación, Pavlov hizo sonar repetidamente la campana sin darles comida a los perros; los perros finalmente dejaron de salivar cuando escucharon la campana. Este mismo proceso está detrás del PTSD. Cuando ocurre un trauma, hay muchas cosas en el entorno (olores, imágenes, sonidos) que el cerebro asocia con el trauma. Cuando nos encontramos con estas cosas fuera del trauma, el cerebro espera el peligro, causando miedo y ansiedad.
La Escala de Unidades Subjetivas de Angustia, o EUSA, es una escala de calificación de autoevaluación que mide la intensidad con la que una persona experimenta angustia, ya sea ansiedad, ira u otra incomodidad. La evaluación va de 0 a 100, siendo 100 el nivel más alto de angustia.
Evalúa a tu terapeuta potencial ya sea en persona o por video o teléfono. Durante esta introducción inicial, haz las siguientes preguntas:
• ¿Cómo te ayudará con tus inquietudes particulares?
• ¿Ha tratado este tipo de problema antes?
• ¿Cuál es su proceso?
• ¿Cuál es el cronograma del tratamiento?
Los proveedores de salud pueden recibir capacitación y certificación para la terapia de exposición prolongada. Algunas instituciones, como las clínicas universitarias, brindan talleres o seminarios intensivos, con terapeutas que completan casos de terapia de consulta uno a uno.