Skip to main content

Verificado por Psychology Today

TOC

Revisado por el personal de Psychology Today

Desde acumular hasta lavarse las manos y revisar la estufa todo el tiempo, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) toma muchas formas. Es un trastorno de ansiedad que atrapa a las personas en pensamientos repetitivos y rituales de comportamiento que pueden ser completamente incapacitantes.

Cerca del 2 por ciento de la población sufre de TOC,según el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, eso es más que aquellos que experimentan otras enfermedades mentales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el trastorno de pánico. El TOC puede comenzar en la infancia, pero con mayor frecuencia se manifiesta durante la adolescencia o la edad adulta temprana. Los científicos creen que tanto una predisposición neurobiológica como los factores ambientales causan conjuntamente los pensamientos intrusivos no deseados y los patrones de comportamiento compulsivo que apaciguan esos pensamientos no deseados.

El trastorno tiende a ser crónico, con una duración de años, incluso décadas, aunque la gravedad de los síntomas puede aumentar y disminuir con los años. Los enfoques farmacológicos y conductuales, en particular la Prevención de la Exposición y la Respuesta, han demostrado ser tratamientos efectivos que permiten a las personas con TOC llevar vidas felices y satisfactorias.

Señales y síntomas

Los primeros síntomas del TOC son obsesiones, las ideas o impulsos no deseados que ocurren una y otra vez y están destinados a expulsar los miedos, a menudo de daño o contaminación. "Contraeré una enfermedad mortal" o "mi familia sufrirá daños".

Las compulsiones aparecen después de eso: comportamientos repetitivos como lavarse las manos, revisar los candados y acumular. Tales comportamientos están destinados a mitigar el miedo y reducir la amenaza de daño. Pero el efecto no dura y los pensamientos no deseados pronto se entrometen de nuevo. Las personas que sufren de hábitos obsesivo-compulsivos también pueden lidiar con tics motores o movimientos repetitivos, como hacer muecas y sacudidas.

Quienes lo padecen pueden entender la inutilidad de sus obsesiones y compulsiones, pero eso no es una protección contra ellos. El TOC puede volverse tan grave que interfiere con su trabajo o sus relaciones, o incluso les impide salir de su hogar.

¿Cuáles son los criterios para un diagnóstico de TOC?

Las obsesiones y las compulsiones son las dos centrales características del TOC, según el DSM-5. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes persistentes no deseados que causan angustia y que el individuo trata de reprimir o contrarrestar. Las compulsiones son comportamientos repetitivos o actos mentales que el individuo realiza en respuesta a una obsesión, con el objetivo de neutralizar la amenaza o aliviar la angustia. Además, las obsesiones o compulsiones deben afectar un aspecto del funcionamiento diario, consumir bastante tiempo y no deberse a otra afección de salud mental o al uso de sustancias para un diagnóstico.

 

¿Cuál es la diferencia entre las compulsiones físicas y las compulsiones mentales?

Un error común es que las compulsiones deben ser físicas, como probar todos los asientos del tren o tocarse los dedos de los pies 20 veces. Pero las compulsiones también se pueden realizar mentalmente, como repetir palabras o frases, hacer listas mentales de elementos u orar continuamente. Las compulsiones mentales en el TOC son tan angustiantes como las compulsiones físicas. Sin embargo, las compulsiones mentales son por naturaleza más ocultas, por lo que las personas que las experimentan pueden evadir la detección y pasar más tiempo sin encontrar ayuda.

 

este artículo continúa abajo
Causas y factores de riesgo
Photographee.eu/Shutterstock

Es probable que el TOC sea el resultado de una confluencia de factores: una predisposición biológica, factores ambientales que incluyen experiencias y actitudes adquiridas en la infancia y patrones de pensamiento defectuosos.

El hecho de que muchos pacientes con TOC respondan a los antidepresivos ISRS sugiere la participación de una disfunción en el sistema neurotransmisor de serotonina. La investigación en curso sugiere que puede haber un defecto en otros sistemas de mensajeros químicos en el cerebro.

El TOC puede coexistir con la depresión, los trastornos alimentarios o el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, y puede estar relacionado con trastornos como el síndrome de Tourette y la hipocondría, aunque la naturaleza de la superposición es objeto de debate.

¿Qué puede desencadenar la aparición del TOC?

El comienzo de obsesiones y compulsiones en el TOC a menudo se puede remontar a un evento estresante o un cambio de vida eso llevó a mayores responsabilidades, como un nuevo trabajo, el nacimiento de un hijo o incluso la pubertad. Estos eventos pueden inflar el sentido de responsabilidad de la persona, generando ansiedad y un deseo de asegurarse de que no se decepcionen a sí mismos ni a los demás al permitir que sucedan cosas malas. Los estudios de casos muestran que las compulsiones a veces desaparecen en un hospital o laboratorio, ya que el paciente siente que la carga de la responsabilidad se ha transferido a otros.

 

¿Qué regiones del cerebro están involucradas en el TOC?

Se cree que la región de los ganglios basales desempeña un papel en el TOC, una colección de estructuras debajo de la corteza que ayudan a coordinar el movimiento; cuando los ganglios basales funcionan mal, pueden producirse movimientos involuntarios no deseados.

Además de la corteza motora, los ganglios basales también se comunican con la corteza prefrontal, que participa en la planificación, el pensamiento y la conciencia, por lo que los ganglios basales pueden desempeñar un papel en la facilitación de los pensamientos deseados y la detención de los pensamientos no deseados. Como evidencia de esta idea, la actividad cerebral en la corteza y los ganglios basales es diferente en el TOC y en los individuos típicos, y la estimulación de parte de los ganglios basales puede reducir los síntomas del TOC.

 

Tratamiento y recuperación

Se puede recetar psicoterapia o medicamentos, o ambos, para el TOC, y la investigación sugiere que una combinación de los dos es a menudo el enfoque más exitoso, especialmente para los jóvenes.

Estos fármacos son típicamente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los ISRS fluoxetina (Prozac), fluvoxamina (Luvox) y paroxetina (Paxil) han sido aprobados específicamente para tratar el TOC. Se ha demostrado que estos medicamentos reducen la frecuencia y la gravedad de las obsesiones y compulsiones en más de la mitad de los pacientes, aunque la interrupción de los medicamentos a menudo conduce a una recaída.

La terapia conductual para el TOC, como la Exposición y la Prevención de la Respuesta, tiende a producir efectos duraderos. La psicoterapia generalmente se enfoca en dos aspectos del trastorno: desentrañar los pensamientos irracionales involucrados en la afección y exponer gradualmente a los pacientes al objeto o idea temida hasta que se insensibilicen y puedan tolerar la ansiedad sin participar en rituales compulsivos.

¿Cómo puedo ayudar a alguien que tiene TOC?

Si un ser querido sufre de TOC, hay algunos pasos importantes que debes tomar y algunos pasos importantes que debes evitar. No ayudes a la persona a llevar a cabo compulsiones, incluso si parece tranquilizador, y no le digas que "simplemente se detenga" o sugieras que es perezoso o que carece de fuerza de voluntad; estos son algunos de los mitos sobre el TOC. En su lugar, investiga la afección y reconoce que El TOC se puede tratar con terapia y medicamentos, y hay opciones secundarias si el primer intento de tratamiento no es efectivo. Luego, de manera suave pero firme, puedes comenzar una discusión sobre cómo buscar ayuda.

 

¿Cómo funciona la Prevención de Exposición y Respuesta?

 

La Prevención de Exposición y Respuesta (ERP) es un tratamiento de primera línea para el TOC. La ERP es una forma de terapia cognitivo conductual, e implica exponer al paciente de manera segura a los estímulos temidos (exposición) y evitar el ritual típico que realizaría en respuesta (prevención de respuesta).

Por ejemplo, si un paciente tiene obsesiones con la contaminación que lo llevan a contraer una enfermedad mortal, el psicólogo podría ayudarlo a tocar el fregadero, la manija de la puerta o el piso, y luego hacer que almuerce sin que se le permita lavarse las manos. Aunque esto induce ansiedad al principio, ayuda al paciente a aprender que su miedo no se materializará. 

Dos modelos proponen por qué la ERP es efectiva. El modelo de habituación propone que acostumbrarse al estímulo temido cambia los comportamientos, lo que a su vez cambia las creencias, lo que a su vez altera las emociones involucradas. El modelo de aprendizaje inhibitorio sugiere que la conexión no se ha roto, pero que los pacientes desarrollan flexibilidad cognitiva y emocional en torno a cuál puede ser el resultado en presencia del estímulo temido.

 

Lecturas esenciales