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Verificado por Psychology Today

Bajo deseo sexual
¿Por qué las mujeres pierden interés en el sexo?  

El deseo sexual bajo es una de las preocupaciones sexuales más comunes que las mujeres tratan en terapia. Más de un tercio de las mujeres reportan haberlo experimentado en algún momento, pero también afecta a uno de cada cinco hombres, aunque es menos probable que lo discutan. Aparte de las preocupaciones físicas, las razones más comunes por las que las mujeres pueden experimentar un deseo bajo es que su pareja desea más el sexo que ellas mismas (lo que no es en sí mismo una señal de que su propio nivel de deseo es bajo); dedican demasiado poco tiempo a "estar de humor" para el sexo; vacilan para decirle a sus parejas qué tipo de sexo les gusta o quieren; y se avergüenzan por sentir deseo sexual.

 

¿Qué se puede hacer acerca del bajo deseo sexual?

Al igual que con otras preocupaciones sexuales, los terapeutas sugieren que el primer paso para abordar el bajo deseo sexual es discutirlo abiertamente con una pareja. Creer que la atracción sexual varía con el tiempo, y puede fortalecerse con el esfuerzo, a menudo es un paso importante para aliviar el estrés sobre el tema. Tener más relaciones sexuales tiende a no resolver el problema y solo puede empeorarlo debido al aumento del estrés de ver el sexo como una tarea.

 

Diferencias en el deseo
¿Cómo pueden las parejas hacer frente a tener diferentes impulsos sexuales?

Las parejas en las que las personas inician relaciones sexuales aproximadamente en la misma cantidad reportan estar más satisfechas en sus relaciones que otras parejas. Alguien puede llegar a resentirse siempre tener que iniciar el sexo, o el otro puede llegar a cansarse de ser perseguido siempre cuando no desea tener sexo. La comunicación sobre los roles puede ayudar mucho a resolver tales preocupaciones, así como hablar abiertamente sobre si los deseos personales de cada pareja se están cumpliendo, a menudo, ni siquiera se han expresado.

 

¿Cómo hacen las parejas sanas frente a la discrepancia en el deseo?

En ausencia de preocupaciones físicas, la discrepancia del deseo sexual es a menudo una cuestión de tiempo y energía. Discutir y comprender cuándo cada pareja cree que estará más abierta al sexo, y planificar el sexo en esos momentos, puede ayudar mucho a resolver las preocupaciones sobre la frecuencia sexual, al igual que tratar el sexo como un momento distinto y especial encendiendo velas o poniendo música.

 

Adicción al sexo
¿Pueden las personas volverse adictas al sexo?

El concepto de adicción sexual es ampliamente debatido dentro del campo de la psicología. La Organización Mundial de la Salud reconoce el "trastorno de comportamiento sexual compulsivo" en su clasificación internacional de Enfermedades (CIE-11), que abarca actividades que incluyen el sexo casual con múltiples parejas, la frecuentación de prostitutas y el uso de servicios de sexo telefónico o chat de sexo en línea. Pero muchos expertos sostienen que conceptos como la hipersexualidad son solo problemas percibidos con la regulación de los pensamientos o comportamientos sexuales de uno. Sin un acuerdo sobre la validez del diagnóstico, no hay una estimación clara de cuántos adultos luchan con el comportamiento sexual compulsivo, pero se cree que está entre el 3 y el 6 por ciento.

 

¿Las personas que se preocupan por ser adictos al sexo tienen más sexo que otras personas?

No. La creencia de una persona de que él o ella es un adicto al sexo se basa principalmente en sus creencias personales sobre sus hábitos o pensamientos sexuales. La investigación encuentra que estas personas no tienen más sexo que las personas que informan no tener ninguna preocupación sobre sus vidas sexuales. Los médicos que diagnostican el trastorno de conducta sexual compulsiva más a menudo se refieren al uso de pornografía de los pacientes, no a su actividad sexual en pareja, aunque estos individuos no necesariamente usan pornografía con más frecuencia que otros, tampoco.

 

Lecturas esenciales
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