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Verificado por Psychology Today

Natata/Shutterstock

Mecanismos de defensa

Revisado por el personal de Psychology Today

Los mecanismos de defensa son estrategias inconscientes mediante las que las personas se protegen de pensamientos o sentimientos de ansiedad.

Los mecanismos de defensa no son inherentemente malos; pueden permitir que las personas naveguen por experiencias dolorosas o canalicen su energía de manera más productiva. Sin embargo, se vuelven problemáticos cuando se aplican con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo.

El concepto surgió del trabajo de Sigmund Freud y su hija Anna. El marco de Freud ha demostrado ser casi imposible de validar empíricamente, y sus métodos ya no se utilizan ampliamente en terapia. Sin embargo, sus teorías estimularon el crecimiento de la psicología y algunas de sus ideas, como los mecanismos de defensa, siguen vigentes en la actualidad. Identificar cuándo un paciente emplea un mecanismo de defensa, como la proyección, por ejemplo, puede ser un catalizador útil en el proceso terapéutico.

Las escuelas de terapia distintas del enfoque psicoanalítico de Freud, como la terapia cognitivo-conductual, observan tendencias y comportamientos similares pero los atribuyen a creencias irracionales más que al inconsciente. La idea general de que las personas expresan sus conflictos internos de formas específicas es ampliamente aceptada.

Los 10 principales mecanismos de defensa
fizkes/Shutterstock

Proyección: atribuir los sentimientos o deseos inaceptables a otra persona. Por ejemplo, si un bully ridiculiza constantemente a un compañero acerca de sus inseguridades, podría estar proyectando su propia lucha con la autoestima en la otra persona.

Negación: negarse a reconocer o aceptar hechos o experiencias reales que podrían provocar ansiedad. Por ejemplo, es posible que alguien con trastorno por uso de sustancias no pueda ver claramente su problema.

Represión: bloquear pensamientos difíciles para que no entren en la conciencia, como un sobreviviente de un trauma que evade una experiencia trágica.

Regresión: revertir el comportamiento o las emociones de una etapa de desarrollo anterior.

Racionalización: justificar un error o un sentimiento problemático con razones o explicaciones aparentemente lógicas.

Desplazamiento: redirigir una reacción emocional del destinatario legítimo a otra persona por completo. Por ejemplo, si un gerente le grita a un empleado, el empleado no le responde, pero el empleado puede gritarle a su pareja más tarde esa noche.

Formación de reacción: comportarse o expresar lo opuesto a los verdaderos sentimientos de uno. Por ejemplo, un hombre que se siente inseguro acerca de su masculinidad puede actuar de manera demasiado agresiva.

Sublimación: canalizar impulsos sexuales o inaceptables hacia una salida productiva, como el trabajo o un pasatiempo.

Intelectualización: centrarse en las consecuencias intelectuales más que emocionales de una situación. Por ejemplo, si un compañero de cuarto se muda inesperadamente, la otra persona podría realizar un análisis financiero detallado en lugar de discutir sus sentimientos heridos.

Compartimentación: separar los componentes de la vida de uno en diferentes categorías para evitar emociones conflictivas.

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Teorías sobre los mecanismos de defensa

Los mecanismos de defensa tienen sus raíces en la teoría de la personalidad de Freud. Según su modelo, la mente tiene tres fuerzas en duelo: el ello (impulsos primitivos e inconscientes de comida, comodidad y sexo), el superyó (un impulso parcialmente consciente hacia los valores morales y sociales) y el yo (una fuerza parcialmente consciente) que modera el ello y el superyó).

La ansiedad en este paradigma surge cuando las necesidades del ello chocan con las necesidades del superyó. Para mitigar la tensión, el ego despliega estrategias de autoengaño para evitar el malestar. El pensamiento o la emoción inaceptables pueden negarse, por ejemplo, o racionalizarse o proyectarse en otra persona.

Muchas de las ideas de Freud no han resistido el escrutinio científico moderno. Pero las defensas psicológicas han demostrado ser un concepto perdurable, que los investigadores y los médicos continúan explorando en la actualidad.

¿Cómo se conceptualizan actualmente los mecanismos de defensa?

En un testimonio del atractivo intuitivo y la utilidad potencial de la idea de defensas psicológicas, múltiples teóricos e investigadores posfreudianos convergieron de forma indeprendiente  en el mismo concepto. Alfred Adler desarrolló una idea similar de "estrategias de protección", mientras que Karen Horney describió las estrategias de protección utilizadas por los hijos de padres abusivos o negligentes. Leon Festinger desarrolló el conocido concepto de "disonancia cognitiva", Carl Rogers discutió el proceso de defensa como negación y distorsión perceptiva, y Albert Bandura conceptualizó las defensas como "mecanismos de autoexoneración".

El influyente psiquiatra George Vaillant organizó las defensas en una escala de inmaduro a maduro, definiéndolas como "mecanismos homeostáticos inconscientes que reducen los efectos desorganizadores del estrés repentino". Las discusiones actuales sobre los mecanismos de afrontamiento y la regulación de las emociones también incorporan la idea de las defensas.

¿Por qué evolucionaron los mecanismos de defensa?

Como todos los sistemas vivos, los seres humanos hemos desarrollado múltiples estrategias para defendernos de las amenazas a nuestra supervivencia e integridad física. El sistema inmunitario es un ejemplo; el mecanismo de lucha o huida incrustado en nuestro sistema nervioso es otro. Es probable que se hayan desarrollado mecanismos defensivos similares para proteger y promover la integridad de nuestra arquitectura psicológica: nuestro sentido de identidad, identidad y estima.

Los mecanismos de defensa en la vida diaria

La vida está llena de situaciones inesperadas o desafiantes y los mecanismos de defensa pueden potencialmente aliviar esa incomodidad. Pueden manifestarse, por ejemplo, en un comportamiento pasivo-agresivo cuando dos amigos no pueden enfrentar un conflicto o cuando un empleado desplaza la ira que siente hacia su jefe a su hija esa noche en la cena. Los mecanismos de defensa pueden reflejar incidentes aislados, tanto beneficiosos como desadaptativos, o un patrón constante de comportamiento que se puede explorar con la ayuda de un terapeuta.

¿Cuándo se desarrollan mecanismos de defensa?

Algunos psicólogos creen que los mecanismos de defensa pueden surgir de manera más severa y constante en algunas personas debido a inseguridades en la infancia. Es posible que los niños no sepan cómo lidiar con ciertos desafíos o cómo superarlos, lo que los lleva a cuestionarse a sí mismos y adoptar defensas contra esos desafíos. Los adultos tienen la capacidad de abordar esos desafíos, pero los mecanismos de defensa obsoletos pueden reaparecer ocasionalmente para aliviar el estrés.

Lecturas esenciales