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Verificado por Psychology Today

¿Cómo crees que te ves? La imagen corporal es la representación mental que un individuo crea acerca de sí mismo, pero puede o no tener ninguna relación con cómo nos vemos en realidad. La imagen corporal está sujeta a todo tipo de distorsiones que van desde las actitudes de nuestros padres, otras experiencias tempranas, elementos internos como emociones o estados de ánimo, y otros factores. La forma más grave de una mala imagen corporal es el trastorno dismórfico corporal, donde la insatisfacción sobre un defecto leve o indetectable en la apariencia se convierte en una obsesión severa.

Los peligros de una imagen corporal negativa
haywiremedia/Shutterstock

Una imagen corporal negativa puede afectar a una persona de muchas maneras, incluido en su desempeño académico o carrera profesional, su satisfacción en una relación y su calidad de vida general. A menudo, la persona se centra en un área específica como la nariz, los senos o las piernas. Sin embargo, en realidad, este defecto ni siquiera es perceptible para otros. Las personas que sufren de niveles severos de trastorno corporal se obsesionan con un defecto hasta un punto de disfunción, donde algunas personas incluso, visitan de forma regular cirujanos cosméticos.

¿Qué afecta la imagen corporal?

La insatisfacción corporal puede ser muy pequeña, tipo: mi nariz es muy grande, o puede ser muy severa: odio mi cuerpo. Una vez que piensas que tienes un defecto, tu mente te sigue y lo convierte en algo mucho más grande. Todo esto afecta la forma en cómo piensas y cómo te sientes acerca de tu apariencia, y acerca de la vida en general. 

¿Es más probable que quiénes tienen una mala imagen corporal acudan a la cirugía plástica?

Sí. El transtorno dismórfico corporal es más común en las personas que optan por la cirugía cosmética. Comparado con  la prevalencia del 1 o 2 por ciento del TDC en la población en general, se han identificado tasas del 7 al 15 por ciento entre la población que acude a la cirugía cosmética. 

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¿Quién sufre de esta distorsión?
Moose Photos Pexels

La investigación ha encontrado que incluso los niños pequeños pueden mostrar una excesiva preocupación por su peso corporal, pero afortunadamente la mayoría de los niños supera estas preocupaciones. Y los niños que experimentan conciencia corporal, a veces en edades tan tempranas como los 8 o 9 años, son más propensos a reaccionar a la presión de sus compañeros y a ser autoconscientes en lugar de sufrir un verdadero trastorno. Pero para a partir de los años preadolescentes y hasta la edad adulta, puede surgir una perspectiva distorsionada acerca del propio cuerpo, con más mujeres que hombres que padecen de ella.

¿A qué edad generamos la imagen corporal?

Los pensamientos y opiniones acerca de nuestro cuerpo pueden comenzar a edades tan tempranas como los 3 años. A menudo es resultado directo de la relación de los padres con sus propios cuerpos. La forma en los padres se ven a sí mismos ejerce una gran influencia y puede modelar las ideas del niño acerca de su propio cuerpo. 

 

¿Por qué las niñas la padecen más?

La imagen corporal que tenga una persona influye su comportamiento. Se han encontrado una excesiva preocupación y distorsiones de la imagen corporal de forma generalizada entre las mujeres norteamericanas, y en mucho menor medida entre los hombres. 

Superando la imagen negativa del cuerpo
RESTOCK images/ Shutterstock

En medio de la angustia por la imagen corporal, la gente tiende a olvidarse de la importante utilidad del cuerpo, y vaya que hace mucho por nosotros: nuestros cuerpos nos llevan del punto A al punto B, por ejemplo. Sin embargo, muchas personas permanecen sumergidas en un mundo donde la apariencia física toma primacía. Para poner la imagen corporal en perspectiva, los expertos sugieren disminuir el uso de las redes sociales, se aconseja evitar el uso de plataformas donde constantemente se les recuerda a los usuarios el valor sobredimensionado del físico y la imagen. Y si tomar un selfie empeora la experiencia, es mejor evitarlo. Nadie merece pasar por la vida odiando el lugar donde vive – su propio cuerpo. La imagen corporal no debe depender de si una persona se ve como modelo de pasarela. Es posible que una persona tenga una mejor percepción de su cuerpo sin importar cómo se vea.

¿Cómo puedo mejorar mi imagen corporal?

Considera todo lo que tu cuerpo hace por ti. Agradece a las distintas partes de tu cuerpo. ¿Tienes brazos para abrazar a aquellos que amas? ¿Tienes piernas que te permiten caminar a lugares hermosos? Escribe una carta de gratitud dirigida a tu cuerpo por las formas en las que te ha servido a lo largo de tu vida. 

¿Cómo puedes ayudar a alguien a mejorar su imagen corporal?

Alienta a tu amigo a compartir cómo se siente, pero no alientes que se exprese de forma negativa sobre su cuerpo o su peso. Involúcrate en actividades positivas como, comer sanamente, hacer ejercicio juntos, por ejemplo. 

Señales de una mala imagen corporal
Paola Crash Shutterstock

Las personas que albergan una visión negativa de sus cuerpos suelen tener pensamientos sombríos crónicos y obsesivos sobre la forma en que se ven. Aquí hay algunos otros signos de una mala imagen corporal:

  • Poner atención excesiva en un defecto menor de la apariencia.
  • Verse a sí mismo como poco atractivo, incluso feo.
  • Temer que otras personas puedan ver la llamada "deformidad".
  • Ser perfeccionista.
  • Evitar compromisos sociales.
  • Peinarse y mirarse constantemente frente el espejo.
  • Ocultar constantemente el defecto percibido con maquillaje o ropa.
  • Comparar de forma constante nuestra apariencia con la de otras personas.
  • Perseguir de forma excesiva procedimientos cosméticos o cirugías.
  • Necesitar que otros nos hagan sentir seguros ("¿Me veo gordo con esto?").
  • Nunca estar satisfecho con la apariencia propia.
Lecturas esenciales