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Verificado por Psychology Today

El engaño se refiere al acto, grande o pequeño, cruel o amable, de alentar a las personas a creer información que no es verdadera. Mentir es una forma común de engaño: afirmar algo que se sabe que no es cierto con la intención de engañar.

Aunque la mayoría de las personas son generalmente honestas, incluso aquellas que se suscriben a la honestidad participan a veces en el engaño. Los estudios muestran que la persona promedio miente varias veces al día. Algunas de esas mentiras son grandes ("¡nunca te he engañado!) Pero más a menudo, se dicen pequeñas mentiras blancas ("ese vestido se te ve bien") para evitar situaciones incómodas o evitar los sentimientos de alguien.

La confianza es la base de la vida social en todos los niveles, desde el romance y la crianza de los hijos hasta el gobierno nacional. El engaño siempre lo socava. Debido a que la verdad es tan esencial para la experiencia humana, que se basa en una visión compartida de la realidad, la suposición predeterminada que la mayoría de las personas tienen, es que los otros son veraces en sus comunicaciones y tratos. La mayoría de las culturas tienen poderosas sanciones sociales contra la mentira.

Las muchas formas de engaño
Standret/ Shutterstock

Hay pecados de comisión y pecados de omisión; omitir información y ocultar la verdad se consideran mentiras cuando se hacen con la intención de engañar. Además de las declaraciones que son falsas, el engaño abarca declaraciones que tergiversan o distorsionan los hechos, así como la retención de información. La gente puede mentir a través de declaraciones directas o por silencio estratégico.

¿Qué tipo de mentiras dice la gente?

Las personas pueden crear deliberadamente información falsa o fabricar una historia. Pero la mayoría de las veces, la pura invención no es el alma de la mentira. Más bien, las personas engañan omitiendo información, negando la verdad o exagerando la información. O podrían decir estar de acuerdo con los demás cuando en realidad no lo hacen, con el fin de preservar una relación. Las mentiras de autoservicio, por otro lado, ayudan a los mentirosos a obtener lo que quieren, hacer que se vean mejor o evitarles la culpa o la vergüenza.

¿Cómo me miento a mí mismo?

El engaño no siempre es un acto hacia el exterior. También existen las mentiras que las personas se dicen a sí mismas, por razones que van desde el mantenimiento de la autoestima hasta delirios graves fuera de su control. Si bien mentirse a uno mismo generalmente se percibe como dañino, algunos expertos argumentan que ciertos tipos de autoengaño, como creer que uno puede lograr un objetivo difícil incluso si existe evidencia de lo contrario, puede tener un efecto positivo en el bienestar general.

 

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Cómo detectar el engaño
DirkKoebernik/Shutterstock

Los investigadores han buscado durante mucho tiempo formas de detectar definitivamente cuando alguien está mintiendo. Ellos saben que algunas personas son mejores para mentir que otras; sus señales visuales y verbales están en sincronía con lo que están diciendo. Pero los estudios muestran consistentemente que la mayoría de las personas son terribles para detectar el engaño, y no funcionan mejor que el azar. Hay evidencia de que muchas personas tienen creencias inexactas sobre las señales de mentira, por ejemplo, que la inquietud siempre es un delator.

¿Cómo sé cuándo me mienten?

Muchos expertos proponen que los mentirosos se revelan mediante"delatores", cambios mayores y menores en el lenguaje corporal o las expresiones faciales. Pero los signos observables de la mentira pueden ser poco confiables. Los investigadores encuentran que algunas personas mienten más que otras. Los estudios demuestran que los niños menores de dos años nunca mienten y que la mentira alcanza su punto máximo en la adolescencia, cuando las relaciones sociales adquieren mayor importancia.

 

¿Cómo sé cuando me miento a mí mismo?

La mayoría de las personas no son conscientes de las formas en que se engañan a sí mismas. Pero los psicólogos han identificado muchas señales de autoengaño. Exagerar las reacciones emocionales a las situaciones presentes, el comportamiento que está fuera de sintonía con quien afirmas o pretendes ser, pueden ser indicadores de que creemos cosas sobre nosotros mismos que son falsas o no creemos cosas que son verdaderas.

 

Por qué la gente se involucra en el engaño
wavebreakmedia/Shutterstock

Según un experto, las mentiras son como deseos; a menudo, lo que se dice son cosas que la gente desea que fueran verdaderas. Un gran cuerpo de investigación identifica tres razones principales por las que las personas mienten: obtener algo que quieren, las llamadas razones instrumentales; protegerse o promoverse; y dañar a los demás. Evitar el castigo puede ser la principal motivación tanto para niños como para adultos.

Aunque todos mienten un poco, parece que solo un pequeño porcentaje de personas mienten más a menudo. Hay evidencia de que los mentirosos prolíficos comparten el rasgo de personalidad del maquiavelismo: son manipuladores y explotadores de los demás; el rasgo está estrechamente relacionado con la psicopatía.

¿La honestidad siempre es la mejor política?

Cuando se trata de comportamiento, las intenciones importan, a menudo es un factor decisivo en la ley y hay momentos en que las mentiras pueden ayudar a otros o protegerlos de daños. A veces se dicen mentiras para evitar conversaciones difíciles, como las que implican retroalimentación crítica, y pueden parecer protectoras. Pero en última instancia, pueden dejar en desventaja al destinatario al privarlo de información útil que pudiera promover un cambio positivo.

 

¿El engaño siempre es dañino?

Los expertos difieren en el tema. Algunos creen que incluso las mentiras blancas, contadas con el objetivo de proteger a los demás o suavizar las relaciones sociales, son perjudiciales porque niegan a las personas la experiencia de la realidad que podría usarse para mejorar sus vidas. Las mentiras son perjudiciales para las relaciones porque bloquean la intimidad. Las mentiras se consideran perjudiciales porque destruyen la confianza, la base de la sociedad, la creencia de que otros son confiables y no tienen la intención de dañar.

 

Lecturas esenciales