Cambio de personalidad
La personalidad presenta una colección de rasgos que hacen distinto a un individuo; rasgos como extroversión, apertura a nuevas experiencias, narcisismo o amabilidad, que algunas personas exhiben más que otras. Pero solo porque un término como "desagradable" describa bien a alguien, no significa necesariamente que la persona quiera ser así. Tal vez los indecisos quieren volverse más concienzudos; aquellos inclinados a sentirse sombríos tal vez tienen la esperanza de ser más optimistas; los tímidos pueden añorar ser el alma de la fiesta. Muchas personas quieren cambiar algún aspecto de su personalidad.
Los psicólogos han encontrado que las mediciones de rasgos de la personalidad tienden a ser bastante estables durante la edad adulta. Pero hay investigaciones que indican que hay espacio para el crecimiento personal, especialmente en periodos largos de tiempo conforme madura un individuo. Y ya sea que uno sufra una transformación de personalidad o no, con algo de esfuerzo y suerte, es posible escapar de viejos patrones de comportamiento y actuar más como la persona que uno quiere ser.
Aunque la personalidad puede permanecer consistente en el día a día, las investigaciones indican que la personalidad de los adultos es más maleable de lo que antes se creía. Según estudios, en promedio, los individuos sí parecen cambiar con la edad, mostrando señales de madurez que son mensurables a través de cuestionarios de la personalidad. Intentar deliberadamente cambiar la personalidad propia es otra cosa, pero hay investigaciones que exploran maneras de hacer eso también.
Probablemente. Según algunas investigaciones la extroversión, escrupulosidad, amabilidad y estabilidad emocional son características que uno podría incrementar deliberadamente, aunque todavía no se sabe qué tan permanentes son esos cambios. También parecen requerir una participación muy activa en los esfuerzos de cambio, solo desearlo no es suficiente.
Sí, para muchas personas así es. Por ejemplo, las investigaciones sugieren que las personas tienden a volverse más calmadas y socialmente sensibles y menos narcisistas, en promedio. La idea de que la amabilidad, escrupulosidad y estabilidad emocional tienden a incrementar con la edad se conoce como el "principio de madurez". Al mismo tiempo, las personas muestran una consistencia marcada en cuanto a la manera en la que sus personalidades se comparan con las de sus pares, así que alguien que es más narcisista que la mayoría puede permanecer así a través de los años.
Aunque es poco probable que alguien se vuelva una "persona distinta" durante una vida, una persona puede mostrar notables aumentos o disminuciones en los niveles de ciertos rasgos de personalidad.
Muchos factores pueden llevar a cambios de personalidad. La genética influye en el desarrollo de los rasgos de una persona conforme crecen, y los investigadores de la personalidad han debatido que los cambios importantes en la vida (como casarse) y nuevos roles sociales (como un trabajo) pueden alterar las características de la personalidad también. Las investigaciones indican que la terapia puede producir cambios, especialmente en el factor de neuroticismo.
La salud mental está ligada con múltiples aspectos de la personalidad. En particular, el rasgo de neuroticismo de las Cinco Grandes características de personalidad, se ha relacionado con una variedad de condiciones de salud mental, incluyendo trastornos de ansiedad y humor, trastornos de abuso de sustancias y ciertos trastornos de personalidad (incluyendo el trastorno limítrofe de personalidad). La investigación también sugiere que las personas con algún tipo de enfermedad mental, incluyendo depresión, tienden a ser relativamente bajos en escrupulosidad y extraversión.
A pesar de que las investigaciones son limitadas, sugieren que las lesiones cerebrales podrían influir en la personalidad. Por ejemplo, hay evidencias de que las personas que experimentan una seria lesión en la cabeza o derrame podrían mostrar reducciones en la escrupulosidad y extroversión.
Al menos en experimentos, las intervenciones diseñadas para lograr que la gente se comporte diferente, como presentarse a uno mismo ante nuevas personas, llegar temprano a un evento u otros desafíos, parecen haber movido la aguja en las mediciones de los rasgos de la personalidad. Pero esos esfuerzos podría necesitar ser consistentes y sostenidos por (al menos) algunas semanas. La psicoterapia también parece tener el poder de crear cambios de personalidad positivos.
Participar en "retos" sociales regulares podría ayudar. Los estudiantes que deseaban ser más extrovertidos y completaron dos o más retos diseñados por psicólogos a la semana tendieron a mostrar incrementos en las puntuaciones de los cuestionarios sobre extroversión sobre el curso de un semestre. Los ejercicios fueron de simples pasos como decir hola a un cajero o saludar de lejos a alguien que vivía cerca, hasta otros más activos como ir a un evento para conocer personas u organizar una salida social.
Uno de los caminos más claros para cambiar una "personalidad negativa" es un tratamiento realizado por un profesional de la salud mental, especialmente la psicoterapia (incluyendo tipos como terapia cognitivo conductual). Los efectos más fuertes que se han reportado han sido sobre el neuroticismo, que alguna veces se conoce como emocionalidad negativa.
Los estudiantes que aceptaron uno o más retos relacionados con escrupulosidad por semana mostraron algunas ganancias en sus puntuaciones en cuanto al rasgo de personalidad durante un semestre. Estos retos incluyeron tareas como "empieza a prepararte para un evento 10 minutos antes de lo usual", "prepara tu ropa el día anterior" y "lava los trastes tan pronto como los acabes de usar."
Hay una variedad de pruebas de personalidad, y algunas están disponibles para el público en general. Responder a un cuestionario que evalúe las Cinco Grandes características (como el inventario de las Cinco Grandes) en diferentes etapas, o pedirle a alguien que responda las preguntas en nuestro nombre podría ayudarnos a tener una visión más clara de los cambios que ha tenido nuestra personalidad. Esas pruebas le dan puntuaciones para cada rasgo en una escala continua.
La personalidad no está grabada en piedra. Mientras que las investigaciones han encontrado consistencia en medidas de diferentes rasgos de personalidad, también sugiere que es posible cambiar incluso en la vejez.