Búsqueda de Sensaciones
La búsqueda de sensaciones, también llamada búsqueda de emoción, es la tendencia a perseguir sensaciones, sentimientos y experiencias nuevas y diferentes. El rasgo describe a las personas que persiguen sensaciones novedosas, complejas e intensas, que aman la experiencia por sí misma y que pueden tomar riesgos para perseguir esas experiencias.
Los buscadores de emociones no están motivados por el peligro. Se ven impulsados a vencer nuevos desafíos y disfrutar de cada experiencia que la vida tiene para ofrecer, y simplemente no dejan que el peligro los disuada. Por lo tanto, pueden no temer los riesgos que acompañan a actividades como el montañismo, lanzarse en acantilados, los juegos de azar o la experimentación con drogas.
A pesar de los peligros de ciertos comportamientos, la asunción de riesgos tiene valor y tiene un importante propósito evolutivo. Sin el valor de avanzar hacia un territorio desconocido y potencialmente peligroso, los seres humanos podrían no haber encontrado nuevas parejas, poblado el mundo o florecido como especie.
La búsqueda de sensaciones abarca el impulso por experiencias nuevas, exóticas e intensas. Como lo resumió el psicólogo pionero Marvin Zuckerman, "la búsqueda de sensaciones es un rasgo de personalidad definido por la búsqueda de experiencias y sentimientos que son variados, novedosos, complejos e intensos, y por la disposición a asumir riesgos físicos, sociales, legales y financieros por el bien de tales experiencias.”
La búsqueda de sensaciones puede ocurrir a través de deportes extremos llenos de adrenalina, como paracaidismo, escalada de montaña o paracaidismo. Pero también puede ser una actividad que le permite a la persona probar algo completamente nuevo, como unirse a un equipo de baile, o conquistar un desafío, como correr un ultramaratón.
Los investigadores de hoy creen que la característica abarca cuatro componentes. Primero, una búsqueda innata de la aventura y el riesgo. En segundo lugar, un amor por las sensaciones variadas y novedosas. En tercer lugar, una capacidad natural para ser desinhibido y sin restricciones. En cuarto lugar, la susceptibilidad al aburrimiento. La medida en que los individuos poseen estos cuatro rasgos determina cómo se acercan o evitan nuevas sensaciones.
La búsqueda de sensaciones es el impulso para buscar experiencias nuevas o intensas, y en ese proceso, el peligro de riesgos físicos, sociales o financieros puede ser ignorado. Pero los riesgos y el peligro no motivan a los buscadores de sensaciones, la novedad sí.
Durante experiencias novedosas, el cerebro de los buscadores de sensaciones libera más dopamina y menos norepinefrina que el resto. La alta emoción y el estrés mínimo pueden impulsar a los buscadores de sensaciones a buscar repetidamente experiencias nuevas y emocionantes.
El psicólogo canadiense Marvin Zuckerman fue pionero en la investigación moderna de búsqueda de sensaciones. Creó la Escala de Búsqueda de Sensaciones (SSS por sus siglas en inglés) para evaluar la cantidad de buscador de sensaciones que es alguien, que desde entonces se ha modificado a una versión llamada Breve Escala de Búsqueda de Sensaciones (BSSS por sus siglas en inglés).
Los buscadores de sensaciones encarnan actitudes y rasgos valiosos. Las experiencias únicas que persiguen pueden cultivar alegría, plenitud y recuerdos codiciados. Las nuevas aventuras brindan la oportunidad de crecer y expandir el sentido de uno mismo.
Los buscadores de emociones pueden ser proactivos y serviciales en sus comunidades. Muchas personas planean y sobreanalizan cómo responder a una situación, y el Efecto Espectador demuestra la tendencia a alejarse de las circunstancias inquietantes. Pero los buscadores de emociones van de cabeza en la refriega y confían en sí mismos para responder en consecuencia.
Navegar por terrenos rocosos también infunde confianza en la capacidad de uno para vencer obstáculos futuros. Colocarse en una situación desconocida o incluso peligrosa, aprender a bucear o pilotar un avión, empuja a una persona fuera de su zona de confort, la obliga a prestar completa atención a una tarea e infunde confianza en su mente, cuerpo e instintos.
"Los buscadores de altas sensaciones ven los posibles factores de estrés como desafíos que deben superarse en lugar de amenazas que podrían aplastarlos", dice el psicólogo y experto en búsqueda de sensaciones Emory Kenneth Carter. "Esta mentalidad es un amortiguador contra el estrés de la vida.”
Los buscadores de emociones brindan lecciones valiosas, como la motivación para cultivar experiencias memorables, expandir el sentido de uno mismo y desarrollar confianza y resiliencia ante los desafíos. Las personas que no analizan demasiado o temen la incertidumbre también son más propensas a asumir roles de liderazgo o responder en una crisis.
Los buscadores de emociones se convierten en individuos resilientes debido a los desafiantes objetivos que logran. Y este beneficio se alinea con la forma en que perciben su propia experiencia; los buscadores de sensaciones tienden a reportar menos estrés, emociones más positivas y una mayor satisfacción con la vida. Sin embargo, además de estos resultados beneficiosos, la búsqueda de sensaciones también puede ir acompañada de peligros.
La ansiedad puede evitar que las personas se embarquen en nuevas experiencias y aventuras, pero la terapia de exposición puede ayudar a superar esos miedos. La terapia de exposición es la práctica de exponerse de forma gradual y segura al objeto o situación que temes, para eliminar la respuesta al miedo que se desarrolló.
La investigación sugiere que la excitación y la adrenalina pueden aumentar la atracción, en el caso de los extraños, y el afecto, en el caso de las parejas. La emoción de una montaña rusa o simplemente una película de suspenso puede intensificar la emoción más tarde, por lo que las experiencias aventureras, espontáneas y emocionantes pueden ayudar a unir a las personas.