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Verificado por Psychology Today

Empatía

Nuevas investigaciones sobre la crianza de niños empáticos

Un estudio ha descubierto que la empatía se transmite de una generación a la siguiente.

Los puntos clave

  • Un estudio descubrió que los adolescentes que tienen padres empáticos tienden a ser más empáticos ellos mismos
  • Cuando los padres responden a la angustia de manera comprensiva y empática, reflejan un modelo de empatía.
  • Se puede ejemplificar empatía reconociendo la angustia, ayudando a nombrar sentimientos y mostrando calidez.
Fuente: Alena Ozerova/Shutterstock
Fuente: Alena Ozerova/Shutterstock

La empatía, o la capacidad de comprender y compartir la experiencia de las emociones con los demás, es un elemento esencial de todas las relaciones humanas. Las investigaciones también respaldan la importancia de la empatía, y se ha descubierto que las personas más empáticas tienen amistades de mejor calidad, mejores habilidades sociales y están más satisfechas con sus vidas, por nombrar solo algunos de los beneficios.

En un mundo que parece cada vez más dividido y frío, muchos de nosotros, los padres y madres, queremos criar hijos más empáticos, pero ¿cómo fomentamos exactamente la empatía? Si somos empáticos con nuestros hijos, ¿mostrarán ellos lo mismo con los demás? ¿Y la empatía que les mostremos les ayudará en última instancia a convertirse en adultos empáticos?

La última investigación sobre la empatía

Un estudio reciente analizó cómo se transmite la empatía de padres a hijos y luego a los hijos de estos. Este estudio analizó la empatía de una madre por su hijo a los 13 años y cómo se relacionaba con la empatía del niño por sus amigos durante la adolescencia (de los 13 a los 19 años). Luego, los investigadores siguieron a los adolescentes hasta la edad adulta (mediados de los 30) y observaron cuán empáticos eran con sus propios hijos (la tercera generación).

Este estudio descubrió que cuando los niños tienen padres que son más empáticos a los 13 años, son más empáticos con sus amigos durante la adolescencia (de los 13 a los 19 años). Ser más empáticos con sus amigos en la adolescencia se asoció con ser más empáticos con sus propios hijos como adultos (es decir, mostrar respuestas más comprensivas a los sentimientos negativos de sus hijos). La crianza comprensiva y empática de sus propios hijos predijo el desarrollo de la empatía en sus hijos (es decir, los niños de la tercera generación).

¿Cómo se “transmite” la empatía de esta manera? Cuando los padres responden a la angustia de los niños de una manera comprensiva y solidaria, les dan a los niños un modelo de cómo responder a la angustia de los demás. Las amistades en la adolescencia pueden darles a los niños la oportunidad de practicar y perfeccionar las habilidades de empatía que aprendieron de sus padres en la infancia. Los investigadores describen estas amistades como un “campo de entrenamiento” para aprender sobre la empatía. En otras palabras, cuando los niños tienen la oportunidad de practicar habilidades como validar las emociones y brindar consuelo a otras personas en sus amistades adolescentes, estas habilidades se fortalecen y se vuelven más efectivas.

Este estudio fue limitado y se necesita más investigación sobre este tema. Fue un estudio relativamente pequeño y correlacional (lo que significa que no sabemos si la empatía en los padres realmente contribuye a la empatía en los niños, sino solo que están asociadas). Este estudio también se centró solo en las interacciones madre-hijo, por lo que las investigaciones futuras deberían incluir a los padres. Por último, este estudio no abordó hasta qué punto la empatía se transmite debido a la genética o a la imitación de la empatía que muestran nuestros padres (es probable que se trate de una combinación de ambas).

Sin embargo, incluso con estas limitaciones, estos hallazgos son interesantes porque sugieren que la empatía puede transmitirse a lo largo de tres generaciones: de padres a adolescentes y luego a la tercera generación de hijos. También sugiere que las amistades en la adolescencia pueden proporcionar una práctica para la empatía en las relaciones adultas, incluida la relación padre-hijo.

Traducción general

La gran enseñanza que podemos sacar de esto es que la empatía que demostramos a nuestros hijos puede, en última instancia, ayudarles a convertirse en adultos empáticos que, a su vez, serán más empáticos con nuestros nietos. ¿Cómo demostramos exactamente empatía a nuestros hijos? Este estudio ha dividido la empatía en tres componentes, y comprender cada uno de ellos puede proporcionar una guía concreta para demostrar empatía a nuestros hijos:

  1. Compromiso emocional: Presta atención a lo que tus hijos sienten y/o muestran con su cuerpo, dales tiempo para hablar o mostrar sus emociones, haz preguntas de seguimiento para entender mejor sus emociones y escucha activamente (traducción: refleja lo que escuchas que dice o muestra con sus acciones, como: “Parece que estás enojado porque tu hermano no te deja jugar”). Gira tu cuerpo hacia tu hijo y haz contacto visual. Muestra un interés genuino en sus emociones.
  2. Entendiendo el problema: Reconoce que es un problema (en lugar de minimizarlo diciendo algo como “no es gran cosa”), ayuda a tus hijos a participar en la resolución de problemas, habla sobre el problema e intenten encontrar una solución juntos, demuéstrales tu compromiso por encontrar una solución y considera sus necesidades al encontrar soluciones.
  3. Apoyo emocional: Reconoce que tus hijos sienten angustia, exprésales que comprendes sus sentimientos, nómbralos, haz preguntas que puedan generar emociones adicionales, muestra claramente calidez, preocupación y simpatía al hablar sobre las emociones de tus hijos.

Si adoptas estas conductas que expresan empatía, tus hijos aprenderán a mostrar lo mismo a los demás. Sin embargo, todos sabemos que la empatía es más que un conjunto de conductas. Como dice la autora Brené Brown en su libro Daring Greatly: “La empatía es algo extraño y poderoso. No tiene guión. No hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Es simplemente escuchar, dar espacio, abstenerse de juzgar, conectarse emocionalmente y comunicar ese mensaje increíblemente sanador de ‘No estás solo’”.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Cara Goodwin, Ph.D.

La Dra. Cara Goodwin, es psicóloga clínica especializado en convertir la investigación científica en información útil, precisa y relevante para los padres.

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