Dieta
Cinco cosas que podrían incrementar la inflamación cerebral
Dieta, estrés, alcohol y más.
2 de octubre de 2022 Revisado por Gary Drevitch
Los puntos clave
- La inflamación cerebral puede dañar nuestro estado de ánimo, la cognición y la salud general del cerebro.
- La calidad de la dieta juega un papel importante en nuestro estado inflamatorio general y puede influir mucho en la inflamación cerebral.
- La mala salud metabólica, la exposición al humo y el exceso de alcohol pueden tener un impacto negativo en la inflamación cerebral.
Cuando experimentamos inflamación en nuestras articulaciones, podemos experimentar enrojecimiento, hinchazón y dolor. Si tenemos inflamación en la piel, es posible que tengamos un sarpullido con picazón o algo similarmente molesto. Pero, ¿qué sucede si hay inflamación en nuestro cerebro?
En los últimos años, los científicos han demostrado que la inflamación en nuestros cerebros puede ser un factor importante que contribuye a todo, desde el riesgo de demencias como el Alzheimer hasta problemas del estado de ánimo como la depresión y dificultades para tomar decisiones saludables. Eso es un gran problema, porque estos problemas cerebrales son los principales contribuyentes a nuestra calidad de vida.
Algunos factores en nuestras vidas que contribuyen a la inflamación cerebral pueden ser inevitables y algunos pueden haber ocurrido hace mucho tiempo. Pero todavía hay varias cosas que podemos hacer para ayudar a mantener bajo control los niveles de inflamación cerebral. Aquí hay 5 excelentes ejemplos de cosas a las que vale la pena prestar atención:
1. Una dieta de baja calidad. Es probable que los alimentos que comemos contribuyan de manera importante a nuestro estado inmunitario general, así como al estado inmunitario de nuestro cerebro. Se cree que una dieta rica en alimentos procesados (por ejemplo azúcar añadida, carbohidratos refinados, aceites de semillas, carnes procesadas) puede contribuir a la inflamación del cerebro, mientras que una dieta rica en verduras de hoja verde, nueces, frutas/bayas, pescado entero/omega-3, polifenoles, fibra saludable para el intestino (considera agregar algunos alimentos fermentados para una bonificación extra a la salud intestinal), así como especias sabrosas como el clavo, la canela y la cúrcuma pueden tener el efecto contrario. Para inspirarte, echa un vistazo a la dieta mediterránea, que es especialmente rica en todos estos nutrientes saludables clave.
2. Mala salud metabólica. Las investigaciones muestran que nuestra salud metabólica (la capacidad de nuestro cuerpo para extraer nutrientes y generar energía a partir de nuestros alimentos) está estrechamente relacionada con nuestra salud inmunológica, incluidos los niveles de inflamación. Ahora sabemos que es probable que la mayoría de nosotros no seamos metabólicamente saludables, y que esto puede tener efectos de arrastre para nuestro riesgo de enfermedades cerebrales, en parte a través de la inflamación. Las variables clave que influyen en la salud metabólica incluyen nuestra dieta (especialmente la forma en que nuestros alimentos influyen en los niveles de insulina y azúcar en la sangre), si hacemos ejercicio o no, e incluso nuestros niveles de estrés psicológico.
Algunas estrategias básicas para ayudar a mejorar la salud metabólica incluyen prestar atención y limitar el consumo de azúcar agregada, reducir el consumo diario de carbohidratos simples como pan blanco, pasta, muffins, pasteles, galletas y cereales, y participar en prácticas diarias de movimiento.
3. Exposición al humo y sustancias (especialmente el consumo excesivo de alcohol). La investigación muestra que la exposición al humo (ya sea porque fumamos cigarrillos o inhalamos la contaminación del aire) puede aumentar los niveles de inflamación en nuestros cerebros. De manera similar, se ha propuesto que la exposición a ciertas drogas puede tener un efecto dañino en nuestro cerebro a través del sistema inmunológico. Aunque el uso de algunas de estas drogas es menos común, es probable que debamos tener cuidado con el consumo excesivo de alcohol, lo que puede aumentar la inflamación en el cerebro. Todavía es discutible si realmente existe un nivel de consumo de alcohol "seguro para el cerebro".
Algunos pasos básicos incluyen obtener ayuda para dejar de fumar (si fumas), hacer todo lo posible para reducir la exposición a la contaminación del aire (verifique la calidad del aire en tu localidad) siempre que sea posible, incluso puedes considerar un filtro HEPA en tu hogar y limitar el consumo de alcohol.
4. Demasiado peso alrededor de nuestros vientres. Nuestras células grasas son células inmunológicamente activas, y este parece ser especialmente el caso de nuestra grasa abdominal. Se cree que las células de grasa blanca en lo profundo de nuestros vientres y alrededor de nuestros órganos internos contribuyen a la inflamación en nuestros cuerpos, lo que puede afectar negativamente la inflamación en nuestros cerebros. Si bien la pérdida de peso es una conversación desafiante, algunas estrategias que vale la pena considerar en relación con la disminución de la grasa abdominal incluyen reducir los carbohidratos refinados y el azúcar agregada, así como limitar el consumo de alcohol.
5. Estrés crónico. Una de las conexiones más poderosas entre la inflamación del cerebro y lo que ponemos en nuestro cuerpo tiene que ver con el estrés. Cuando experimentamos estrés crónico, que puede ocurrir por una amplia variedad de razones, parece aumentar las vías inflamatorias en el cerebro. Aunque algo de estrés puede ser inevitable, algunas prácticas que vale la pena probar incluyen limitar la exposición a noticias y redes sociales estresantes (especialmente antes de acostarse) y probar una técnica de mitigación del estrés como la atención plena, el tiempo en la naturaleza o la respiración.
A version of this article originally appeared in English.