Pedir ayuda no nos hace débiles, sino todo lo contrario, sabios. Es importante que empieces a poner de una vez el foco en ti y empieces a ocuparte de todo aquello que te impide estar bien y crecer. Cada vez más, necesitamos ser escuchados, aceptados y que nos acompañan sin juicio. Por ello y por mucho más empezar un proceso personal se hace del todo necesario para mejorar, entre otros aspectos, problemas de autoestima, inseguridad, conflictos con la pareja que a fuerza de repetirse parecen irresolubles, dificultades familiares, duelos complejos, sentimientos de culpabilidad, autoreproches constantes, tendencia al sufrimiento, etc.