Mantener una relación
Las relaciones sólidas requieren de diferentes tipos de cuidados: físico, emocional y de atención. Se ha demostrado que ciertos rasgos son especialmente importantes para mantener conexiones saludables. Por ejemplo, para empezar, cada individuo debe sentirse seguro de que su pareja está dispuesta a dedicarle tiempo y atención. Y ambos deben comprometerse a abordar y adaptarse a las diferencias y desafíos que inevitablemente surgirán.
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En las relaciones más exitosas, los integrantes de la pareja no solo se brindan el beneficio de la duda; toman medidas de apoyo activas que fomentan una poderosa sensación de estar en el mismo equipo. La investigación muestra que, si se mantiene a largo plazo, la conexión proporciona a las personas una base emocional sólida para perseguir sus sueños y recuperarse rápidamente cuando se encuentran con contratiempos.
En las relaciones saludables, nuestras parejas nos ven de manera más positiva que cualquier otra persona en nuestras vidas, quizás más positivamente de lo que nos vemos a nosotros mismos y podemos usar su fe en nosotros para acercarnos a nuestro yo ideal. Esto se conoce como "el fenómeno de Miguel Ángel", porque así como el gran escultor podía mirar una losa de piedra y ver una forma humana oculta ideal, los mensajes positivos y las señales de apoyo de nuestra pareja pueden ayudarnos a prosperar.
Tener una relación sana debe conducir al crecimiento personal, o "eudaimonía", la tendencia a esforzarse por ser lo mejor que puedes ser. Según muestra la investigación, con el apoyo comprometido de una pareja las personas se recuperan mejor del estrés o el trauma, aprecian más la vida y están más abiertas a cosas nuevas.
Las parejas experimentadas saben que no pueden transformarse entre sí en personas con las que preferirían estar, pero pueden ayudarse mutuamente a lograr sus propios objetivos personales. Al ayudarse a dar el primer paso, recordarse mutuamente sus fortalezas y ayudarse a identificar hábitos de autosabotaje, las parejas pueden impulsarse a crecer y encontrar una mayor satisfacción personal.
Es raro terminar con una pareja que sea perfecta en todos los sentidos o que marque todas las casillas de la lista de rasgos que siempre esperamos encontrar en alguien. Aprender a comprender que ese modelo no existe y dejar de lado la lista de verificación una vez que nos comprometemos con una pareja es un factor importante para el éxito de una relación. Puede parecer como que te conformas, pero una relación "suficientemente buena" suele ser más que suficiente para el largo plazo.
Aunque el término se usa a menudo como un eufemismo para el sexo, el compartir entre dos personas que define la intimidad no es exclusivamente una conexión física y no es exclusivo de las relaciones románticas. La intimidad implica el riesgo de exponerse. Tiende a comenzar con cautela en una conversación, compartiendo algo emocionalmente significativo con una nueva pareja, pero evoluciona con el tiempo hacia una conexión con alguien que creemos que realmente nos entiende. Una vez que se establece un vínculo de intimidad, puede convertirse en la base de una amistad profunda y un deseo físico.
Sentirse emocionalmente seguro, lo que implica estar relajado y abierto, puede ser un ingrediente esencial de la verdadera intimidad. Cuando uno de los miembros de la pareja cede a las críticas o al desprecio y ataca al otro, puede erosionar la intimidad activando los mecanismos de autodefensa del otro y socavar su confianza. Esta es una de las razones por las que la investigación sugiere que las parejas requieren muchas más interacciones positivas que negativas entre sí para mantener la salud de la relación.
Mantener una relación requiere algunas medidas básicas de respeto, que según las investigaciones incluyen la atención, el afecto, la honestidad y la gratitud hacia la pareja, así como la voluntad de abordar los conflictos y la disposición a compartir la carga de trabajo del hogar. La ausencia prolongada de estas medidas puede poner en peligro el futuro de una relación, por lo que los expertos instan a las parejas a abordarlas en cuanto se conviertan en una preocupación.
Más del 80 por ciento de las personas en relaciones comprometidas informan que su pareja es su mejor amiga y las investigaciones sugieren que ser parte de una relación de "dos en uno", o experimentar un amor "de camaradería", trae importantes beneficios emocionales, comenzando con la probabilidad de que una relación dure mucho tiempo. Cuando se les pidió a parejas que habían estado juntas por lo menos durante 15 años identificar el secreto número uno de su éxito, la mayoría señaló su amistad.
Una persona no puede sentirse segura en una relación si considera que su pareja es demasiado crítica con ella o está constantemente rondando para corregir sus defectos percibidos. A largo plazo, es fácil sentirse frustrado por los hábitos de una pareja y arremeter cuando se niega a cambiar, pero dar un paso atrás y ver una falla en el contexto de la relación general debería ayudar a encontrar una nueva perspectiva y la aceptación que hace falta para mantener la conexión.