Agotamiento
El agotamiento es el estado de fatiga mental, emocional y con frecuencia física provocado por estrés prolongado y repetido. Aunque usualmente es causado por problemas en el trabajo, también puede aparecer en otras áreas de la vida, como la crianza, cuidar de alguien más o las relaciones románticas.
Contenido
El agotamiento no es simplemente el resultado de trabajar por mucho tiempo o de balancear demasiadas tareas, aunque ambas cosas juegan un papel importante. El cinismo, la depresión y el letargo que son característicos del agotamiento suelen ocurrir cuando la persona no está en control de cómo se lleva a cabo un trabajo en la oficina, o desde casa, o se le pide completar tareas que están en conflicto con su sentido del ser.
Trabajar hacia una meta que no resuena o cuando una persona carece de apoyo también puede causar mucha presión. Si una persona no ajusta sus responsabilidades con su verdadero llamado, o al menos toma un descanso de vez en cuando, podría enfrentarse al agotamiento, así como a una montaña de problemas físicos y mentales que vienen con ello, incluyendo dolores de cabeza, fatiga, reflujo y otros síntomas gastrointestinales, así como un potencial incrementado de abuso de alcohol, drogas o comida.
La extenuación física y mental, una sensación de terror respecto al trabajo y sentimientos frecuentes de cinismo, enojo o irritabilidad son señales clave de agotamiento. Aquellos en profesiones de ayuda (como los doctores) pueden notar que su compasión hacia aquellos bajo su cuidado decae. Sentir que ya no haces efectivamente tu trabajo también podría ser una señal de agotamiento.
Por definición, el agotamiento es un periodo extendido de estrés que se siente como si no pudiera mejorar. Si el estrés es de corto plazo o está ligado a una tarea específica, probablemente no es dañino. Si se siente como si el estrés nunca acaba y viene acompañado de sentimientos de vacío, apatía y desesperanza, puede indicar agotamiento.
La fatiga de compasión es una condición en la que alguien se adormece ante el sufrimiento de los demás, se siente menos capaz de mostrar empatía hacia ellos o pierde la esperanza en su capacidad de ayudar. Suele afectar a los profesionales de la salud, soldados o cualquiera que está expuesto regularmente al sufrimiento humano.
Cualquier trabajo puede ser fuente de agotamiento; algunos datos sugieren que más de la mitad de los trabajadores han experimentado agotamiento al menos una vez en sus vidas. Aquellos con trabajos particularmente estresantes, como abogados, doctores o policías, podrían tener más probabilidades de padecerlo que aquellos que están en profesiones de bajo estrés.
Mientras que algunos ambientes de trabajo pueden ser particularmente desgastantes, como las profesiones médicas o la defensa de la ley, cualquiera que se esté quedando sin gasolina puede tomar pasos para aliviar los efectos perjudiciales del agotamiento, y, si es necesario, evaluar su vida laboral.
Para contrarrestar el agotamiento, suele ser de utilidad tener un sentido de propósito, tener un impacto en los demás o sentir que se está mejorando el mundo. Con frecuencia, el significado puede contrarrestar los aspectos negativos de un trabajo. Otras motivaciones pueden ser la autonomía o un buen reto.
Tal vez, pero no es la única opción. Hablar de tus preocupaciones o reestructurar tu ambiente de trabajo para atender al agotamiento podría ser menos arriesgado e igualmente efectivo. Alimentar tus relaciones, adoptar hábitos de autocuidado y enfocarte en pasatiempos fuera del trabajo también puede ayudar a restaurar tu sentido del ser y mitigar el estrés.
Cuando tienes demasiadas responsabilidades conflictivas, una manera importante (aunque desafiante) de reducir tu carga de trabajo es sencillamente decir que "no" a nuevas tareas. Programar descansos frecuentes, empezar y parar a horas establecidas y minimizar la cantidad de tareas que se realizan a la vez puede ayudar a mantener límites y reducir la sensación de agotamiento.
Ajustar tus horas de trabajo o ubicación (tal vez trabajando desde casa) puede ayudar considerablemente, también puede ser útil externalizar labores o compartir responsabilidades cuando sea posible. Poner límites claros entre el "trabajo" y la "vida", por ejemplo no revisar el correo electrónico fuera de los horarios de oficina, practicar el autocuidado, y permitir tiempo de descanso adecuado también son estrategias útiles.
Según las investigaciones, el autocuidado es un arma útil en la lucha contra el agotamiento. Aunque el autocuidado es distinto para cada persona, las estrategias comunes incluyen yoga, meditación de consciencia plena, masajes, ejercicio, cambios a la dieta o practicar la autocompasión.
Puede ser doloroso observar a nuestros seres queridos batallar con el agotamiento, especialmente porque rara vez es posible que atendamos las causas originarias por nuestra cuenta. En lugar de eso, practicar la escucha empática, incitar al autocuidado y ofrecer ayuda con tareas fuera del trabajo pueden ser las maneras más efectivas de brindar apoyo.
Los trabajos no son la única fuente del estrés crónico que causa el agotamiento. Los padres, parejas y cuidadores no profesionales también experimentan extenuación sin fin, se sienten abrumados por sus responsabilidades o creen secretamente que han fracasado en su papel. Estas formas de agotamiento son conocidas como agotamiento parental, agotamiento de relación, y agotamiento de cuidador respectivamente.
Sin embargo, el agotamiento no relacionado con el trabajo es menos conocido que el provocado por el estrés laboral. Los estereotipos y el estigma, particularmente relacionado con la crianza, pueden provocar que aquellos que sufren de agotamiento no relacionado con el trabajo sientan como si tuvieran la culpa de sus desafíos. Como resultado, con frecuencia ocultan sus batallas de los demás.
Pero el agotamiento de cualquier forma puede tener consecuencias severas si no se atiende. Discutirlo abiertamente, ya sea con una pareja, familiares, amigos o un terapeuta suele ser el primer paso para atender sus síntomas, obtener la ayuda necesaria y evitar resultados negativos.
La idea de que solo los malos padres se sienten agotados en un mito dañino. La crianza es profundamente gratificante para muchos. Pero también es demandante y desafiante y los padres deben balancear horarios laborales, responsabilidades externas, su propio bienestar y, posiblemente, las necesidades de niños especiales, en muchos casos sin el apoyo adecuado.
Cuidar de un niño con necesidades especiales y/o de un padre envejecido puede provocar agotamiento. Las señales incluyen fatiga persistente, explosiones frecuentes de llanto y sentimientos de impotencia, enojo o frustración hacia la persona bajo tu cuidado. Cuidar de tu propia salud, y pedir ayuda, puede brindar alivio.
Las relaciones románticas pueden ser tan desgastantes como un trabajo de tiempo completo y pueden ocasionar sentimientos similares de agotamiento. Si no añoras ver a tu pareja, te sientes cínico sobre su futuro, la culpas de cualquier cosa que salga mal o fantaseas frecuentemente con irte, tu relación puede estar agotándose.