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Verificado por Psychology Today

Sesgo

Los acuerdos de confidencialidad pueden causar daños emocionales

Los riesgos ocultos para la salud mental de ser silenciado.

Los puntos clave

  • La discriminación puede tener un impacto devastador en la salud mental.
  • Procesar las experiencias con otros ayuda a comprender mejor lo vivido, reducir la vergüenza y a crecer.
  • Cuando las víctimas firman acuerdos de confidencialidad, el proceso de recuperación puede verse obstaculizado.
  • Cada persona tiene derecho a contar su propia historia con su propia voz.

El señor Jones tenía una profunda tristeza en los ojos. Su familia no había sido la misma desde un encuentro devastador en una importante cadena de supermercados. Como inmigrantes africanos, se enfrentaron a actos flagrantes de discriminación por parte de un cajero que los maltrataba repetidamente, incluso una vez señaló unos plátanos en la cinta transportadora y preguntó si eran para los "monitos" de la pareja.

El señor Jones intentó abordar la situación poniéndose en contacto con el servicio de atención al cliente, pero fueron despectivos y pusieron excusas por el comportamiento del cajero. Después de semanas de idas y venidas improductivas, la familia decidió presentar una queja ante la sede de la cadena de supermercados. Finalmente, aceptaron una pequeña suma de dinero, con una de las condiciones de que no podían hablar del incidente con nadie, como se detallaba en el acuerdo de confidencialidad que acompañaba al acuerdo. A pesar de esta resolución, la carga emocional se hizo más pesada con el tiempo. Algunos vecinos se enteraron del incidente y comenzaron a tratar a la familia con frialdad, asumiendo que solo estaban causando problemas. Como resultado, los niños se volvieron reacios a salir y la familia se sintió cada vez más aislada en su comunidad. Esta espiral de depresión los llevó a buscar ayuda en mi consultorio, pero tenían tanto miedo de violar su acuerdo de confidencialidad que la pareja dudó en compartir todos los detalles de su experiencia conmigo como su psicóloga, incluso cuando el costo emocional los estaba destrozando.

Fuente: Yuri A / Shutterstock
Fuente: Yuri A / Shutterstock

Como psicóloga clínica especializada en los efectos de la discriminación en la salud mental, trabajo con frecuencia con personas que están involucradas en varios procedimientos, incluidas demandas civiles, audiencias de juntas reguladoras, casos penales y tribunales. Es posible que me contraten para determinar el alcance del daño emocional causado por incidentes discriminatorios, o puedo participar en el tratamiento de pacientes que sufren trauma racial. Una cuestión destacada que a menudo surge en estas situaciones es la expectativa de que las víctimas firmen algún tipo de acuerdo de confidencialidad (NDA por sus siglas en inglés) como parte de la resolución del caso. Sin embargo, muchas personas no consideran plenamente las posibles consecuencias sociales y psicológicas de firmar un NDA.

Básicamente, al aceptar no revelar nada, los pacientes se silencian a sí mismos, permitiendo inadvertidamente que la injusticia persista al eliminar la oportunidad de compartir libremente su experiencia vivida con otros y manteniendo cuestiones críticas de racismo individual y sistémico ocultas al escrutinio público. Más importante aún, este silencio forzado puede perpetuar el estrés y el trauma asociados con los incidentes, impidiendo que las víctimas se recuperen por completo.

Los comités de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica reconocieron esta verdad fundamental sobre la superación del trauma: que debe ser presenciado para sanar. Las personas traumatizadas necesitan ser vistas, escuchadas y comprendidas para lograr la recuperación. Son pocas las personas que pueden recuperarse al presenciar su propio trauma, y ​​toda terapia de trauma incluye este tema.

Es posible que los abogados no siempre reconozcan las ramificaciones psicológicas de un acuerdo de confidencialidad, en particular el hecho de que puede atrapar a sus clientes en un ciclo de dolor no resuelto. Los abogados a menudo se centran en obtener el mayor pago posible para sus clientes, y el acuerdo de confidencialidad puede parecer un precio pequeño a pagar. Pero cuando a las personas se les prohíbe hablar de sus experiencias dolorosas con otros o tienen miedo de decir la verdad de su experiencia, se obstaculiza su capacidad de procesar psicológicamente el evento, lo cual es necesario para la recuperación y el crecimiento postraumático. Este procesamiento generalmente se logra contando hechos y sentimientos con otras personas que se preocupan por la persona, incluidos seres queridos, confidentes de confianza y psicólogos. Este procesamiento ayuda a la persona a obtener conocimiento y nuevas perspectivas y a descartar sentimientos de vergüenza. El silenciamiento que exige un acuerdo de confidencialidad puede generar sentimientos de aislamiento y exacerbar el costo emocional de la experiencia, lo que dificulta aún más la recuperación de las consecuencias de la discriminación.

Cuando mis pacientes se encuentran en situaciones de este tipo, les aconsejo que no acepten acuerdos de confidencialidad completos. El dinero por sí solo no cura la angustia mental causada por la discriminación. Y si un acuerdo de confidencialidad es inevitable, aún es posible negociar términos que les permitan compartir su historia con amigos, familiares y profesionales de la salud, incluso si no pueden hacer públicas sus experiencias. Si te encuentras ante un dilema de este tipo, recuerda que tu historia es tuya y de nadie más.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Monnica T Williams Ph.D.

La Dra. Monnica Williams, miembro de American Board of Professional Psychology es psicóloga clínica acreditada y profesora asociada en la Universidad de Ottawa en la Escuela de Psicología, donde es también la cabeza del Canada Research para las Disparidades de Salud Mental.

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