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Verificado por Psychology Today

Crianza

Lo que los niños necesitan más de sus padres no es amor

El rol crucial de validar los sentimientos de tus hijos.

Los puntos clave

  • Al reconocer las emociones de los niños, contribuimos al establecimiento de su base emocional segura.
  • Validar las emociones de los niños fomenta su sentido saludable de autoestima.
  • Validar los sentimientos de los niños contribuye al desarrollo de la empatía y la comprensión.

Muchas veces, cuando he realizado seminarios de capacitación para padres, he incluido un ejercicio en el que atenuaba las luces y pedía a los participantes que escucharan las voces de sus padres. Curiosamente, cuando encendí las luces para concluir la actividad, a menudo vi reacciones que iban desde sonrisas hasta lágrimas entre los participantes. Los voluntarios describirían las palabras o mensajes que les habían resonado a lo largo de los años.

La mayoría de los participantes del taller, de acuerdo con lo que también escuché de mis pacientes, sugirieron sentirse amados por sus padres. Sin embargo, cuando se les preguntó si sentían que sus padres realmente los entendían, la mayoría dijo que deseaban que sus padres les hubieran dado el tiempo y la atención para validarlos realmente. Con esto en mente, como psicólogo infantil, adolescente y familiar, creo que comprender a nuestros hijos es tan importante, si no más, que amarlos.

Si no estás de acuerdo conmigo, está bien. Pero solo piensa en las personas que conoces que son miserables, pero que probablemente recibieron cierto nivel de amor de sus padres. Sin embargo, es probable que mantengan una narrativa como: "mis padres dicen que me amaban, pero podrían haberlo demostrado mejor si se hubieran tomado el tiempo de demostrar que me conocían".

El poder de la validación parental

Reconocer y validar los sentimientos de los niños es un aspecto esencial para fomentar el bienestar emocional, fomentar la resiliencia y promover un desarrollo saludable. La importancia de validar las emociones de los niños radica en crear un entorno de apoyo en el que se sientan comprendidos, aceptados y equipados para navegar por las complejidades de su panorama emocional.

Los niños, como los adultos, experimentan una amplia gama de emociones, que van desde la alegría y la emoción hasta la frustración y la tristeza. Estas emociones son una parte integral de su viaje hacia la comprensión de sí mismos y del mundo que los rodea. Validar los sentimientos de un niño implica reconocer y aceptar las emociones que expresa, sin juzgarlo ni descartarlo. Se trata de transmitirle al niño que sus sentimientos son válidos y que está bien experimentar una variedad de emociones.

Como explico en 10 Days to a Less Defiant Child, si escuchamos a nuestros hijos con el mismo nivel de atención que le daríamos a un orador destacado, qué regalo tan maravilloso sería para ellos. Este es especialmente el caso cuando, como padres, tenemos tantas opciones de contenido estimulantes y notificaciones que suenan desde nuestros teléfonos.

Los beneficios de validar los sentimientos de los niños

Uno de los principales beneficios de validar los sentimientos de los niños es el establecimiento de una base emocional segura. Cuando los niños sienten que sus emociones son reconocidas y aceptadas, desarrollan una sensación de seguridad emocional. Esta seguridad actúa como un amortiguador contra el estrés y la adversidad, lo que permite a los niños enfrentar los desafíos de la vida de manera más efectiva. Al validar sus sentimientos, los cuidadores y educadores contribuyen al desarrollo de personas resilientes que pueden adaptarse y recuperarse de los contratiempos.

Además, validar las emociones de los niños fomenta un sentido saludable de autoestima. Cuando los niños perciben que sus sentimientos importan y son tomados en serio, internalizan el mensaje de que ellos, como individuos, son valorados. Este refuerzo positivo contribuye a la formación de una autoimagen fuerte y positiva, que es crucial para generar confianza y autoestima. Los niños que se sienten validados tienen más probabilidades de desarrollar un sentido saludable de sí mismos y están mejor equipados para establecer relaciones positivas con los demás.

Además, el acto de validar los sentimientos de los niños promueve una comunicación efectiva. Cuando se alienta a los niños a expresar sus emociones abiertamente, aprenden a articular sus pensamientos y sentimientos. Esto mejora su capacidad para comunicarse con los demás, compartir sus experiencias y buscar apoyo cuando sea necesario. Las habilidades de comunicación efectivas son esenciales para construir conexiones significativas y navegar por las interacciones sociales, los cuales son aspectos cruciales del desarrollo de un niño.

Además, validar los sentimientos de los niños contribuye al desarrollo de la empatía y la comprensión. Cuando los cuidadores y educadores validan las emociones de un niño, modelan el comportamiento empático. Los niños aprenden a reconocer y comprender las emociones de los demás, fomentando el crecimiento de la compasión y la empatía. Esta inteligencia emocional es una habilidad valiosa que no solo mejora las relaciones interpersonales, sino que también sienta las bases para la armonía social y la cooperación.

Sin embargo, la importancia de validar los sentimientos de los niños se extiende más allá del desarrollo individual; tiene implicaciones sociales más amplias. Es probable que una sociedad que valora y respeta las emociones de sus miembros más jóvenes sea más compasiva y empática. Al enseñar a los niños que sus sentimientos importan, contribuimos a la creación de una generación futura que sea emocionalmente inteligente, comprensiva y capaz de construir un mundo más compasivo e inclusivo.

Reflexiones finales

No se puede exagerar la importancia de validar los sentimientos de los niños. Es un elemento fundamental para fomentar el bienestar emocional, fomentar la resiliencia y promover un desarrollo saludable. Al reconocer y aceptar las emociones de los niños, contribuimos al establecimiento de una base emocional segura, mejoramos su sentido de autoestima, promovemos la comunicación efectiva y cultivamos la empatía. En última instancia, validar los sentimientos de los niños es una inversión en el bienestar de los individuos y la inteligencia emocional colectiva de la sociedad.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Jeffrey Bernstein Ph.D.

El Dr. Jeffrey Bernstein, es psicólogo y autor de siete libros, entre ellos 10 Days to a Less Defiant Child.

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