Amigos
Las personas necesitamos personas: somos seres comunales
Por eso necesitamos conectar con la gente. ¿Cuál es el secreto para lograr esa conexión?
20 de diciembre de 2024 Revisado por Davia Sills
Los puntos clave
- Los humanos necesitamos a los humanos, y de maneras sorprendentes.
- Un estudio descubrió una necesidad inconsciente de sentirnos integrados o rodeados por una comunidad amplia.
- Cuando el miedo a perderse algo se detona; se trata de perder los vínculos sociales, y es doloroso.
- Supportive people experience less stress and more positive activity in their reward centers.

Los humanos necesitamos a los humanos, y de maneras sorprendentes. Esa es la sabiduría acumulada de muchos estudios recientes sobre nuestra neurobiología.
Un estudio descubre, por ejemplo, que tenemos una necesidad inconsciente de sentirnos integrados o rodeados por una comunidad o comunidades más amplias que no sean nuestros amigos cercanos y familiares. Este deseo inconsciente se satisface asistiendo a conciertos, partidos de béisbol y otras grandes reuniones grupales. También nos sentimos conectados con los líderes de nuestra sociedad en particular: nos identificamos con ellos. Incluso mirar televisión nos hace sentir parte de un grupo más grande (de fans).
Otro estudio siguió a más de 5,000 personas y descubrió que el FOMO (miedo a perderse algo, por sus siglas en inglés) se desencadena más por el grupo más pequeño de amigos que seguimos y que no nos importa perdernos cosas como el Super Bowl siempre que nuestra tribu particular de amigos no se haya ido. Pero cuando se detona el FOMO, se trata de perder el vínculo social, y es doloroso.
En general, la forma más letal de privación humana es la soledad. Es una emoción poderosa y cambia el cerebro. Activa nuestros centros cerebrales de monitoreo de amenazas. Significa que nuestros cerebros funcionan de manera diferente a los de los demás, lo que hace que sea más difícil entendernos unos a otros, pero no está claro si eso es causa o efecto.
La soledad hace que sea más probable que nos relacionemos con amigos imaginarios en lugar de con los reales. Y hace que nuestro cerebro se encoja y anhele a otras personas. Hace que fantaseemos más con cosas en grupo.
Deseamos más comida y bebida rica en calorías. El efecto de estar solo es como quedarse sin comida: tenemos menos energía y ansias de comer (Stijovic et al., 2023). Y tenemos más probabilidades de sufrir un derrame cerebral (Soh et al., 2024) o morir a medida que envejecemos.
Tiene sentido, entonces, que el ostracismo sea peor para nosotros que el bullying en el lugar de trabajo: la experiencia de aislamiento que viene a través del ostracismo es la parte dolorosa. Un estudio de más de 3,400 estadounidenses descubrió que un tercio había sido acosado en el trabajo. Y todos estamos de acuerdo en que eso es malo.
Pero el ostracismo es peor: tiene más consecuencias negativas para la salud y es más probable que dejemos el trabajo después de tres años (O’Reilly et al., 2014). Lo triste es que somos conscientes de los peligros del bullying, pero pensamos que el ostracismo está bien.
Entonces, necesitamos conectar con la gente. ¿Cuál es el secreto para lograrlo?
Una de las formas más sutiles en las que algunas personas se conectan sin esfuerzo es a través de la sincronía. También conocida como reflejo, la sincronía nos hace más atractivos como pareja, mejores estudiantes y más propensos a tener amigos (Cohen et al., 2024).
¿Cuánto tiempo tardamos en conectar? Según un estudio, se necesitan 200 horas para hacer un amigo. Las personas con mejores amistades anteriores son más felices, se sienten menos solas y tienen menos probabilidades de sufrir depresión 30 años después.
Por eso, funcionamos mejor cuando estamos juntos. Tenemos más probabilidades de seguir yendo al gimnasio si lo hacemos en pareja, aunque el 85 por ciento de nosotros preferimos ir solos. Eso es un error. Obtenemos fuerza de voluntad de nuestro compromiso con nuestros amigos y disfrutamos más del gimnasio si vamos juntos.
Otro estudio descubrió que ser amable con los demás te hace sentir mejor que ser amable contigo mismo (Nelson et al., 2016). Y las personas que brindan apoyo experimentan menos estrés y una actividad más positiva en sus centros de recompensa (Inagaki et al., 2016).
Y, por último, si aún no encuentras formas de conectar, existen formas de mitigar los peligros de estar solo. Una de ellas es encontrar métodos para experimentar un estado de fluidez (Chang et al., 2022). Y, al final, es menos estresante vivir solo si lo has elegido y creas oportunidades sociales regulares en tu vida; ese estudio proviene de Alemania, donde el 20 por ciento de los adultos vive solo.
A version of this article originally appeared in English.