Enojo
Las mejores maneras de controlar la ira
Según investigaciones el manejo de la ira consiste en reducir la excitación.
19 de junio de 2024 Revisado por Devon Frye
Los puntos clave
- La ira se considera una emoción negativa asociada con una alta excitación
- Un nuevo metanálisis encontró que reducir la excitación es la mejor manera de controlar la ira
- Otras actividades que aumentan la excitación, como trotar, no fueron efectivas para reducir los niveles de ira
Según una encuesta mundial de Gallup realizada a más de 147,000 personas que viven en 142 países, casi una cuarta parte de las personas se sienten enojadas con regularidad, y esa cifra se ha mantenido estable durante los últimos tres años.
La ira es una de las emociones humanas básicas. Al igual que otras emociones, va acompañada de cambios fisiológicos y biológicos en el cuerpo, incluido un aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y niveles más altos de adrenalina y noradrenalina.
La ira puede ser algo bueno cuando motiva a las personas a trabajar para lograr un resultado positivo o las alienta a expresar sentimientos negativos. Pero demasiada ira puede dañar la salud física.
Los psicólogos caracterizan las emociones de dos maneras: si son positivas o negativas y si están relacionadas con una excitación alta o baja. La ira se considera una emoción negativa que conduce a una gran excitación. Por lo general, hace que las personas se sientan preparadas para atacar o luchar contra la causa del enojo.
Debido a que la ira puede tener consecuencias negativas y se considera ampliamente una emoción desagradable, la mayoría de las personas quieren encontrar formas de reducir los sentimientos de ira. Un nuevo metanálisis combinó datos de 154 estudios, con un total de más de 10,000 participantes, para determinar las mejores técnicas y actividades para disminuir la ira. El estudio fue publicado el mes pasado en la revista Clinical Psychology Review.
Los investigadores encontraron que las actividades que disminuyen la excitación, como el yoga y las técnicas de relajación, eran muy efectivas para reducir los niveles de ira y agresión en participantes de todos los géneros, razas, edades y culturas. Trabajaron igualmente bien con estudiantes, delincuentes y personas con discapacidad intelectual.
Además, estas técnicas fueron efectivas independientemente de cómo se implementaron, incluso a través de medios digitales, en sesiones grupales e individuales, y en el campo o laboratorio. Las intervenciones fueron aún más efectivas cuando incluyeron actividades cognitivas y de disminución de la excitación, como la meditación.
Por otro lado, las actividades que aumentaron la excitación fueron ineficaces o inconsistentes para reducir los niveles de ira y agresión. Específicamente, se descubrió que trotar eleva los niveles de ira. Para algunas personas, practicar deportes de pelota o tomar un curso de educación física redujo los niveles de ira, pero esos resultados fueron inconsistentes.
“Estos hallazgos no respaldan la idea de que desahogar la ira o salir a correr sean actividades efectivas para controlar la ira”, escribieron los autores. “Un enfoque más eficaz para controlar la ira es 'bajar la temperatura' o calmarse realizando actividades que disminuyan la excitación. Salir a correr puede ser bueno para el corazón, pero no para controlar la ira”.
Para cerrar: el conjunto de evidencia sobre las intervenciones para el manejo de la ira sugiere que las actividades calmantes son útiles para reducir los niveles de ira y agresión, mientras que las actividades excitantes tienen más probabilidades de estimular una mayor agresión.
A version of this article originally appeared in English.